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La imagen de Dios en la mujer

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Aileen: Les externamos un caluroso saludo desde MPLGDD.  Somos Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz.

El programa de hoy lo hemos titulado: “La imagen de Dios en la mujer”.

Mayra: Continuamos esta serie que estamos compartiendo sobre “El valor de la mujer ante los ojos de Dios” ¡Gracias por compartir con nosotras! 

Cathy: Y para el final de este programa tenemos por objetivo poder responder la siguiente pregunta: 

¿Cómo has podido experimentar la afirmación de Dios en tu rol de mujer?

Aileen: La semana pasada vimos a través del ejemplo de María, como el Señor siempre ha tratado a las mujeres con dignidad y las ha utilizado en Su obra. Hoy queremos seguir revisando como Dios dignifica a las mujeres en medio del ministerio de Jesús. 

Y aunque es hasta ahora cuando comenzamos a ver esto más claramente, Joel lo profetizó en su libro en el capítulo 2:28 “Y sucederá que después de esto, derramaré mi Espíritu sobre toda carne; y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán, vuestros ancianos soñarán sueños, vuestros jóvenes verán visiones”.

Mayra: ¿Notan que se refiere a los hijos e hijas? Como mencionamos antes cuando el ES vino al aposento alto, allí habían tanto hombres como mujeres.  Y según el evangelio estas mujeres allí fueron discípulas también. 

Ahora, quiero hablar sobre la mujer que sangró por 12 años. Al parecer, dada su condición de aislamiento, esta mujer experimento tal desvaloración que ni su nombre es mencionado. ¡La única referencia que nos da la Biblia era su enfermedad! 

Cathy: La belleza de una relación con Cristo es tal que, aunque éramos sus enemigos, y no lo merecíamos, el pago que Cristo hizo por todos nuestros pecados nos limpia ante los ojos de Dios. ¡Aunque somos pecadoras, esto no es lo que nos representa ante Dios, porque el sacrificio de Cristo nos limpia y nos hace tan blanco como la nieve! 

¿Ahora quiero que pensemos en cómo esta mujer tuvo que sentirse? luego de 12 años sin tener contacto humano con nadie. ¡A tal punto que todo lo que ella tocara se hacía impuro y nadie más debía tocarlo!

¡Su corazón de seguro sintió tanto rechazo que especulo debió formar una coraza para disminuir este dolor!

Aileen: Sin embargo, se atrevió a buscar a Jesús y acercarse a Él. Esta mujer seguramente vio algo diferente que la llevo a envalentonarse. Me atrevería a decir que para este momento ya ella había oído de como Jesús había tratado diferente a otras mujeres. Jesús no se limitaba a seguir las reglas religiosas, sino que Su misericordia y compasión hacían la diferencia!

Él no era como los otros rabinos que siempre estaban juzgando a todos. Jesús fue empático, con una forma que invitaba a las personas a acercarse.  La mujer se arriesgó y como veremos Jesús tuvo compasión. 

Mayra: Como mencionamos, según la ley judía, un rabí no debía hablar con una mujer en público, y como eran tan legalistas jamás dejarían que una mujer inmunda les tocara.  Y Jesús le permitió a la mujer hacer ambas cosas. Ella, escondida entre la multitud tocó el manto de Jesús por detrás. Y su fe fue tal, que asumió que, con tan solo tocar su ropa, ella sanaría. Y así fue, como conocemos la historia, ¡sabemos que ella tuvo razón! Instantáneamente la mujer sintió que fue curada.

Aileen: ¿Y cómo ella pudo darse cuenta tan rápido? ¿Que había sido sana? 

Mayra: No sabemos con exactitud porque la Biblia no detalla eso, pero Marcos 5:29-30 nos dice “la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción”.

Cathy: Como médico, asumo que esta mujer debió sentir que el flujo de sangre paró, y tal vez hasta más de ahí. Porque regularmente una mujer que tiene este tipo de flujo sufre de anemia y de mucha debilidad física, y especulo que al recibir sanación la debilidad que sentía en su cuerpo se quitó. Nunca sabremos estos detalles, lo que sí sabemos es que Dios la hizo sentirse bien. ¡Porque Jesús vio la condición del corazón de esta mujer y la amó! 

Aileen: Y justo después que la mujer lo toco y fue sanada, Jesús dijo algo que me imagino la llenó de terror al verse expuesta. Él dijo “¿Quién ha tocado mi ropa?” (5:30) Recuerden que en medio de la multitud ella lo había tocado por detrás. Y seguramente porque no quería que Él supiera quien era. 

¿Y al escuchar esta pregunta hasta los discípulos se quedaron perplejos porque cómo iban a identificar quien había tocado a Jesús?, cuando toda una multitud de personas le rodeaban!

Mayra: En otras palabras, todo el mundo estaba tocándolo. Pero Jesús se volteó y miro a Su alrededor hasta que, al mirar a la mujer, ella temerosa y temblando “se postró delante de Él y le dijo toda la verdad.” ¿Ustedes creen que en ese momento Jesús quería avergonzarla o reprocharla?

Cathy: ¡Ninguna de las dos! ¡De lo contrario la reacción de Jesús hacia ella hubiera sido muy diferente!

Mayra: Sin embargo, dados los precedentes legalistas, ella de seguro esperaba lo peor. Escuchemos lo que Jesús le dijo “Hija, tu fe te ha sanado; vete en paz y queda sana de tu aflicción.” ¿Cómo así? están oyendo esto?

Aileen: ¡Una vez más Jesús rompiendo todos los esquemas! ¿Recuerdan de otra ocasión anterior, cuando Jesús llamó a otra mujer “hija”?

Mayra: ¡No, sobre todo a una mujer totalmente extraña!

Aileen: ¡Precisamente, esta fue la primera vez que Cristo llamó a hija a una mujer! ¡Y justamente a alguien a quien le había faltado recibir cualquier manifestación de amor en los últimos 12 años! Jesús no la hizo identificarse por castigarla sino para amarla, para darle precisamente lo que ella necesitaba, y que su corazón anhelaba. ¡Seguramente ella extrañaba el tener una familia, y ahora es considerada hija de Dios! 

¡No perdamos de vista esto que está ocurriendo! 

Cathy: Las personas ¿son salvas por sus buenas obras? ¡Claro que no!

El ejemplo de esta mujer y muchos otros que encontramos en la Biblia nos confirman lo que Gálatas 2:16 nos enseña, que el hombre no es justificado por las obras de la ley, ¡sino mediante la fe en Cristo Jesús! No fue tampoco la cantidad de fe que la salvó, sino es en quien ella tuvo fe.  

Por otro lado, quiero preguntarles ¿qué Uds. piensan pasaba por las mentes de los religiosos que presenciaron aquel accionar de Jesús?

Aileen: ¡Apuesto a que se pusieron furiosos! O sea, Jesús de nuevo violento las leyes que ellos tanto recalcaban. ¡Además, por medio de un milagro Jesús evidencio tener un poder que ninguno de ellos tenía!

Y mientras todo esto sucedía…:

¡Delante de una multitud, la ley estaba siendo menospreciada y la gracia y amor de Dios desplegados a través de Jesús!

Cathy: ¿Recuerdan que esta era una mujer inmunda, a quien nadie podía tocar dado su sangrado?  ¿Y que por eso mismo el acercamiento de Jesús, era una gran violación a la ley? La ley era seca y alejaba a la gente, mientras el amor de Dios las acercaba. Y esto no solamente era una mujer sino una inmunda. Y ¿Ustedes recuerden la razón porque uno no podía tocar alguien sangrando?

Mayra: ¡Claro que sí! De hecho, la ley establecía que todo el que la tocara era inmundo, sin embargo, ¿qué pasó cuando Dios la tocó?

Cathy: ¡Evidentemente Jesús no se hizo inmundo, sino que ella fue limpiada y sanada! ¡¡¡Esto fue realmente un hecho impresionante!!!

Mayra: ¿Y esto no es precisamente lo que Cristo hace con todos sus hijos, varones y hembras? ¿Limpiarles de todo su pecado? ¡Nadie puede ser tocado por Dios y permanecer igual! 

Y ¿por qué? ¿Por nuestro poder? ¡No, mil veces no! Es porque Su gracia se hace manifiesta trayendo salvación, como nos dice Tito 2:11. Y luego el poder del ES que viene a morar en nosotros luego de la salvación, comienza a transformarnos!

Cathy: Al evaluar lo que ocurrió en aquel momento, debemos recordar que, en la cultura judía, las mujeres eran consideradas testigos no confiable, por tanto no podían dar testimonio en un tribunal.  Sin embargo ¿ante quien está Jesús desplegando su poder? ¡Ante una mujer inmunda, para que esta sea testigo crucial del poder de Dios operando a través de su hijo! ¡Ahora esta mujer era libre para desplazarse en medio del pueblo testificando sobre lo que Jesús hizo por ella!

Aileen: Quiero resaltar algo que no especifique, y es que esta mujer no solamente fue sanada físicamente, sino espiritualmente también. Y sabemos esto porque la palabra griega que Jesús utilizó en el original para sanar fue “sesoken” que también significa salvar. No es solo que Jesús la llamó hija, sino que también le dijo que fuera en paz. ¡Y sabemos que la paz de nuestra alma no solo viene de la sanación de una enfermedad física, sino de la salvación del alma dada por Dios!

Mayra: Y nada de lo que allí sucedió fue pasado por alto por los fariseos y demás judíos religiosos. Estos fueron hombres inteligentes, estudiosos y muy celosos de su autoridad sobre el resto del pueblo judío. Especialmente querían afirmar su preponderancia sobre Jesús. El problema de este grupo radicaba en que conocían las escrituras en sus mentes, pero no tenían a Dios en sus corazones.  ¡¡Sin la ayuda del ES estamos ciegos!! 

Cathy: En los evangelios podemos leer sobre otros acontecimientos donde vemos que Cristo muestra una sabiduría superior que la de los religiosos. Por ejemplo, en el libro de Juan capitulo 8, con la mujer que fue sorprendida en adulterio. Esta fue traída al templo cuando Jesús enseñaba ante hombres, mujeres, escribas y fariseos.  Y antes de continuar me pregunto si esta mujer fue “sorprendida en el acto mismo del adulterio”, (Juan 8:4) ¿por qué la trajeron a ella solamente? ¿por qué no trajeron al hombre con quien ella adulteraba?

Aileen: De hecho ¿a dónde estaba el hombre? ¿Cuál era el requerimiento de la ley en estas circunstancias? Levítico 20:10 nos dice “Si un hombre comete adulterio con la mujer de otro hombre, (que cometa adulterio con la mujer de su prójimo), el adúltero y la adúltera ciertamente han de morir”. Entonces, la pregunta obvia es ¿por qué no trajeron al hombre? Estos eran los expertos de la ley, el equivalente a los jueces de hoy día. ¿Ustedes no creen que ellos sabían que ambos debían ser enjuiciados? 

Mayra: ¡Claro que sí! ¡Pero su interés no era el de aplicar la ley, sino el buscar una forma en que el pueblo viera que Jesús se equivocó! Pero, el discernimiento de Jesús era sobrenatural. Y sin mediar palabra Jesús escribió algo en la tierra (que no sabemos que fue porque la Biblia no nos dice), y entonces dijo “El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle una piedra” (7)

Cathy: Imagino que lo que Jesús escribió fue algo muy confrontador, que el ES les trajo inmediatamente convicción de pecado porque uno por uno “se fueron retirando… comenzando por los de mayor edad” (9).

Y entonces Jesús pregunto: “Mujer, ¿dónde están ellos? ¿Ninguno te ha condenado?” (10) A lo que la mujer respondió que NO y Jesús le dijo “Yo tampoco te condeno. Vete; desde ahora no peques más”. (11)

Aileen: Obviamente esta mujer era una pecadora y merecía un castigo porque incluso había testigos en su contra.  Sin embargo, vemos también que los religiosos usaron a esta mujer para probar a Jesús.

¡Pero los mismos eruditos de la ley, también fueron los mismos que la violaron porque solo juzgaron a la mujer y no al hombre que adultero con ella! 

¡Y con esta historia, confirmamos una vez más el trato denigrante y abusivo de la cultura judía hacia la mujer!

Mayra: Mas Jesús quien vino a revindicar el valor de la mujer en medio de la cultura judía, tuvo compasión y la perdonó. Incluso cuando Jesús sabía que luego habría de pagar el precio por su pecado. 

¿No les resulta curioso el proceder de Jesús con esta mujer? El no la condenó y la mandó a no pecar más.  ¿Es este el proceder que la Biblia enseña que debe seguir una pecadora? 

Cathy: ¡Claro que no!  ¡Es necesario que la persona hallada en pecado se arrepienta y confiese su pecado!

Mayra: Pero si Jesús, nuestro juez no la condenó entonces podemos inferir que Jesús, siendo Dios mismo la salvó y puso en ella la intención de no adulterar más.  ¡Y caminar con Dios!

Cathy: La única forma de liberarnos de nuestras prácticas pecaminosas es a través de la salvación. Jesús tuvo compasión y perdonó a esta mujer. Mientras que los religiosos solo tuvieron malas intenciones, avergonzar y destruir a Jesús. ¡Pero estos terminaron avergonzados por sus propias acciones!   

Aileen: Este es un buen punto para terminar por hoy, haciéndonos esta pregunta: ¿con qué frecuencia me comporto como los religiosos y no como Jesús? 

Mayra: Recuerden llevarnos en sus oraciones, Les esperamos en nuestro próximo encuentro, ¡Dios delante!