Inicio Artículos ¿Está tu enfoque en Cristo?

¿Está tu enfoque en Cristo?

1104
0

“Sino como está escrito:
<<COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO OYO,
NI HAN ENTRADO AL CORAZÓN DEL HOMBRE, SON LAS COSAS
QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LO AMAN>>.”
(1 Corintios 2:9)

Tengo una conocida, mujer piadosa, la cual ha estado pasando por circunstancias “muy difíciles”, que quizás para otras sean tonterías, pero sin embargo para ella es “muy difícil”.  Hemos estado analizando su situación, y la verdad, es que hemos descubierto que la chica tiene algo en las manos con lo cual (humanamente hablando) podría resolver su crisis,  pero le falta seguridad, es decir, no sabe si lo que tiene a mano es lo que Dios quiere o no, porque a pesar de ser  ella misma  quien tomó la decisión, no siente la pasión para hacer el trabajo que debe hacer, definitivamente está negada, no hace lo que dice su líder; está hecha un mar de confusiones porque ha entendido que quizás se dejó llevar de sus  emociones y no esperó el consejo fiel de Dios. Por esta razón ha estado muy abrumada, confusa; y a  pesar de la opinión de su líder, ha tomado la decisión de darse una especie de “receso en todo” para orar, meditar en la palabra, pensar en la forma de solucionar su situación, y suplicando a Dios por ayuda.  En medio de todo esto, se ha dado cuenta de que ha estado un “poquito rebelde” con Dios, porque entiende perfectamente que Dios tiene el control, la Palabra lo dice por todas partes.   Entendió más el estado de su corazón cuando le tocó leer estas porciones del Salmo 89 “Porque ¿Quién en los cielos se igualará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados? Dios temible en gran manera en la gran congregación de los santos, Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.” (Salmo 89:6-7)

Y además  de que se le reconoce como dueño de todo cuanto existe: “Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; El mundo y su plenitud, tú la fundaste.” (Salmo 89:11)

Hay emociones muy sutiles, dañinas para nuestro espíritu, que aun a las personas piadosas les acontecen, y que solo la “espada del Espíritu revela y puede cortar (Hebreos 4:12).  Después de este descubrimiento se dio cuenta que no se ha estado llevando de su líder.   Cuando no nos llevamos de nuestros líderes, ya sean religiosos o seculares no estamos honrando a Dios; quizás no nos estemos quejando directamente de los líderes, pero si tampoco obedecemos o no seguimos las directrices, igual nos podríamos comparar con el pueblo de Israel, cuando andaban por el desierto (Números 11:1), que siempre se estaba quejando contra Moisés (y por ende contra Dios), “…Porque no hay autoridad sino de Dios, y las que existen por Dios son constituidas” (Romanos 13:1b), y buscando soluciones temporales, llevándose de sus engañosos corazones

 Nuestra amiga entendió, oró, pidió perdón, pero seguía inquieta y afanada en búsqueda de soluciones para su situación.  Hasta que una noche viendo una película con trasfondo cristiano, Dios le trajo una respuesta.  Precisamente la protagonista estaba viviendo una situación similar a la  suya y alguien le entregó un papel escrito por su madre ya fallecida que decía: “No pongas tu vista en lo temporal “sino como está escrito: <<Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón del hombre, Son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman>>” (1 Corintios 2:9).

Esto definitivamente le dio una nueva perspectiva y desde esa noche determinó fijar su vista en Cristo y no en las cosas temporales y pasajeras de este mundo. Hasta ahora ha estado en paz esperando pacientemente en el SEÑOR, pero sin dejar de hacer lo que debe hacer; recordemos que la fe no es pasiva, siempre hay y habrá cosas que nos corresponden y debemos hacer nosotras mismas.

Es muy cierto que este mundo es agobiante y nos podemos enredar fácilmente en sus madejas, pues  hacernos un “lio” tan grande que apenas se pueda desenredar; y más aún, tenemos un enemigo que siempre está  al acecho, que lanza “dardos” a nuestra mente, que conoce nuestras debilidades, sabe de “donde cojeamos” y lo que es peor, si no andamos en santidad ni en obediencia, conforme a los preceptos que el SEÑOR ha dejado establecido con respecto al liderazgo que ha puesto sobre nosotras, ciertamente vamos a recibir sus  ataques.  Sin embargo, cuando nos detenemos y fijamos los ojos en Jesús, el autor y consumador de nuestra fe (Hebreos 12:2a), le invocamos y ponemos nuestra voluntad, emociones y pensamientos a sus pies (2 Corintios 10:3-5), Dios nos escucha, es Su promesa “” Esta es la confianza que tenemos delante de Él, que, si pedimos cualquier cosa conforme a Su voluntad, Él nos oye, Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho” (1 Juan 5:14-15).

¿No es maravilloso? Dice que: “Él nos oye en cualquier cosa que pidamos”, Si pedimos conforme a “Su voluntad”.  Entendemos qué es  la voluntad de Dios; es  cuando pedimos con fe que queremos obedecerle, que necesitamos sabiduría, porque anhelamos que nos guie y que nos ayude a mantener todo nuestro enfoque en Jesucristo.

Hermanas y amigas, recordemos esto siempre: ¡No pongas tu vista en lo temporal!  Recuerda esto: “Dios ha preparado para ti y para mí, cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni jamás han subido a corazón humano” (paráfrasis de 1 Corintios 2:9).

Dios les bendiga,

María del Carmen Tavárez (Marisol)