Inicio Artículos ¿Definir a Cristo? Sí, ¡Él es la imagen de Dios!

¿Definir a Cristo? Sí, ¡Él es la imagen de Dios!

2074
0

“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación”
(Colosenses 1:15 NBLA)

¿Se puede definir quién es Cristo?, ¿Se puede tener una idea clara de quién es Él?

El apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, nos ayuda a entender quién es Cristo y a tener una idea clara partiendo del Padre Celestial.

Esto es muy interesante, porque por lo general nosotras solemos definir las cosas desde “ellas mismas”, por lo que “vemos”, pero con Cristo es diferente. Para entender a Cristo hay que conocer a Dios y para conocer a Dios hay que conocer a Cristo.

“En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.”
(Juan 1:1 NBLA)

Esto pareciera un trabalenguas, pero lo cierto es que en Colosenses 1:15, Pablo nos ayuda a entender que Cristo es la imagen de Dios. Es decir, para que podamos entender quién es Cristo tenemos que mirar a Dios y esto nos lleva a conectar la idea implícita en la Biblia sobre la Trinidad.

El Señor nos dio en Cristo la imagen, la expresión, la muestra en carne y hueso de quién es Dios. Con Cristo nosotros podemos conocer íntimamente a Dios. Es por ello que Él es el único camino al Padre y es evidente que la consecuencia de esta realidad es que Cristo es el primogénito de toda creación, pues todo fue hecho por Él y para Él.

“Jesús le dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí.”
(Juan 14:6 NBLA)

Es por esto que debemos ver a Cristo en toda la Palabra de Dios, pues Él se ha revelado plenamente en Cristo quien es la imagen del Dios invisible, del Dios que no podíamos conocer de otra manera, del Dios que los antiguos conocían parcialmente, pero que a través de Cristo le podemos conocer completa y ampliamente.

¿Se puede definir a Cristo? Por supuesto que sí. ¡Él es la imagen de Dios!, ¡Él es la revelación perfecta de Dios! ¿Se puede tener una idea clara? ¡Definitivamente! Él es el primogénito de toda la creación.

Qué maravilloso es ver la grandeza, esa grandeza de nuestro Jesús, y saber que Él caminó con nosotras y esto debe ser suficiente, pues Él pago nuestra deuda muriendo por nosotras y ahora tenemos Su Espíritu morando en nosotras.

“…y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”.
(Efesios 5:2 RVR 1960)

No permitamos que el diario vivir y las distracciones de este mundo nos haga olvidar lo valioso de este gran sacrificio, tengamos cuidado restar importancia a estas verdades bíblicas.

Cada día agradezcamos a Dios por su Hijo Jesucristo y por la salvación que por Él nos fue dada, pues nada merece más nuestra entrega y amor que Su evangelio.

“Porque Dios no envió a Su Hijo al mundo para juzgar al mundo,
sino para que el mundo sea salvo por Él.”
(Juan 3:17 NBLA)

En nosotras está la decisión de caminar con Cristo, servirle con todas fuerzas de nuestros corazones.

Entonces ¿Cómo podemos vivir una vida en constante recordatorio de Su amor por nosotras, valorando cada día Su sacrificio?

Aquí 6 cosas importante que como hijas de Dios hacemos:

  1. Desear al Señor

“Como el ciervo anhela las corrientes de agua, así suspira por Ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente…”
(Salmos 42:1-2 NBLA)

2. Depender de Él

“Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.”
(Juan 15:5 NBLA)

3. Agradarnos cada día constantemente en Su Voluntad

“Me deleito en hacer Tu voluntad, Dios mío; Tu ley está dentro de mi corazón.”
(Salmos 40:8 NBLA)

4. Deleitarnos en nuestra relación con Dios

“Pon tu delicia en el Señor, y Él te dará las peticiones de tu corazón.”
(Salmos 37:4 NBLA)

5. Congregarnos fervientemente en el templo

“Una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré: Que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y para meditar en Su templo.”
(Salmos 27:4 NBLA)

6. Involucrarnos en el servicio

“Por tanto, mis amados hermanos, estén firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.”
(1 Corintios 15:58 NBLA)

En Cristo.

Artículo anteriorGratitud en la adversidad
Artículo siguienteJesús, por encima de las tradiciones
Yicell de Ortiz dirige el blog yicelldeortizblog.com en donde tiene como propósito encaminar a las mujeres a Jesucristo y que ellas tengan vidas, matrimonios y familias fundamentadas en Él, proveyéndoles recursos bíblicos diversos y compartiendo también en las redes sociales. Es esposa y madre. Es miembro junto a su familia de la Iglesia Bautista Internacional (IBI), en donde junto a su esposo colabora en el ministerio de jóvenes Adultos M-AQUI."