“En tu libro se escribieron todos los días que me fueron dados, cuando no existía ni uno solo de ellos.” (Salmo 139:16)
Es increíble como Dios es capaz de dirigirnos en su camino de una manera silenciosa al punto de que creemos que somos nosotras las que originamos nuestros pasos.
Al leer Proverbios 16:9 vemos que “La mente del hombre planea su camino, pero el SEÑOR dirige sus pasos.” ¿Cómo? No sé exactamente, sin embargo sé que “somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas” (Efesios 2:10). ¿Cómo es que Él nos dirige hacer lo que Él quiere? ¿Somos una especie de robots donde Dios está forzándonos a hacer su voluntad ciegamente? ¡Claro que no! Fuimos creadas a Su imagen (1:27) entonces, tenemos la capacidad de pensar, amar, sentir emociones y tener una relación con Dios para reflejarle y alabarle. ¡Somos hijas no peones!, y como un buen Padre, un ser con la capacidad de hacer todo para nuestro bien (Romanos 8:28), Su Espíritu que vive en nosotras amorosamente nos habla, nos corrige, nos exhorta y nos convence para que sigamos Sus pasos, los pasos de sabiduría, los pasos de santidad, los pasos de bien. Y a través de eso, Él nos cambia para que queramos lo que Él quiere. Encima de esto, Él orquesta las circunstancias como lecciones las cuales necesitamos aprender para cambiar. ¿Esto no las anima?, ¿no las llena de confianza?, ¿no les da el deseo de seguir, buscando lo que Él quiere enseñarnos? ¡A mí sí!
Aunque el mundo está en medio de tribulaciones, confusiones, muerte, odio y dolor, sabemos que podemos confiar en Aquel que tiene propósito en todo esto. Nada de lo que está ocurriendo lo toma de sorpresa como a nosotras, sino que Él nos está enseñando Sus principios, Sus propósitos, Sus caminos. Y como ellos no son los nuestros (Isaías 55:8), tenemos que buscarle a Él para las respuestas. Escucha lo que Él nos está diciendo en Proverbios 3:5-6 “Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócele en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas.”
Confiemos mientras entramos en este nuevo año porque todos nuestros días fueron escritos en la eternidad pasada. Tomemos Su mano y caminemos con fe porque Él es nuestro guía, Él es nuestra luz, Él es nuestra esperanza y caminar con Él es lo más seguro que tenemos porque Él es nuestro Dios.
Aunque no sabemos cómo Él dirige nuestros pasos, le damos gracias a Él porque el omnisciente, omnipresente y todopoderoso. No solamente camina con nosotras sino que nos dirige, ¡que confianza y paz nos debe dar saber que Él esta con nosotras!
¡Cristo es nuestra esperanza para el nuevo año!
