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Un Jesús perseguido

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Aileen: Bienvenidas a Mujer para la gloria de Dios, quien les habla Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz.

MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de La IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría. El programa de hoy lo hemos titulado “Un Jesús perseguido”.

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Cathy: Gracias a Dios por todas aquellas que nos apoyan con su sintonía y mensajes.  En verdad es una bendición poder compartir con ustedes.

Recuerden, que una forma más que tenemos para compartir es a través de las preguntas que estamos posteando en Instagram y así le puedan sacar mayor provecho personal al contenido de MPLGDD. ¡No dejen de responderlas! Esperamos que al final de este programa cada una de nosotras podamos también contestar a la pregunta, ¿Obedecemos a Dios, como Cristo obedeció a Su Padre?

Como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a presentarnos a nuestro Señor, oremos.

Mayra: La semana pasada estudiamos sobre el milagro de cuando Jesús resucito a Lázaro, y cómo este milagro produjo que muchos creyeron en Él. Pero al mismo tiempo este produjo que las autoridades religiosas se enfurecieran y comenzaran a tramar cómo matar a Jesús.

Un mismo acontecimiento trajo salvación a algunos, y condenación a otros. ¡Me llama mucho la atención que el mismo evento ablandó el corazón de algunos y endureció a otros!

Hoy queremos estudiar el próximo evento en la vida de Cristo. Tenemos que recordar que los religiosos estaban tramando matar a Jesús, mientras su popularidad estaba en aumento. Estos tenían que ser cautelosos para que la mayoría que estaban a favor de Jesús, no reaccionaran produciendo un disturbio que llamara la atención de los romanos contra ellos.   

Aileen: Creo que es importante que entendamos el significado de por qué Jesús entró en Jerusalén montado en un asna y su pollino. Sabemos que este era un símbolo de paz, pero no sé cuántas de nosotras sabemos que esto era también el cumplimiento de una profecía mesiánica escrita en Zacarias, la cual los religiosos debían de reconocer. Escuchemos la profecía en Zacarias 9:9-10, “Regocíjate sobremanera, hija de Sion. Da voces de júbilo, hija de Jerusalén. He aquí, tu rey viene a ti, justo y dotado de salvación, humilde, montado en un asno, en un pollino, hijo de asna. Destruiré el carro de Efraín y el caballo de Jerusalén, y el arco de guerra será destruido. El hablará paz a las naciones, y su dominio será de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra.”

Cathy: El odio y orgullo de los fariseos y demás lideres religiosos fue tal que les cegó ante la verdad.

¡Es increíble como toda la cultura judía girara en torno a la espera de la llegada del Mesías, y los religiosos, quienes eran los expertos en la ley, no pudieran ver a Jesús cumpliendo con todas las profecías mesiánicas!

Estos nunca pausaron para evaluar esta posibilidad, a una todos presumieron que Jesús era un blasfemo e impostor. En su “orgullo y celo” por Su Dios, ¡mataron al mismo Mesías que esperaban!

Lo más increíble es que las personas más comunes, aquellas que no habían estudiado las escrituras a profundidad, estos sí reconocieron a Jesús como el Mesías esperado.

Cuando Jesús hizo su entrada en Jerusalén la mayoría de la multitud le dieron una bienvenida real, tendiendo sus mantos y cortando ramas de los árboles para tenderlas por el camino. Mientras gritaban, ¡Hosanna al Hijo de David! que significa “sálvame”.  Esto lo podemos leer en Mateo 21:5-9.

Mayra: Por generaciones, los judíos habían recitado el Salmo 118 y quiero leer los versículos 22-27 de este Salmo: “La piedra que desecharon los edificadores ha venido a ser la piedra principal del ángulo. Obra del SEÑOR es esto; admirable a nuestros ojos. Este es el día que el SEÑOR ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él. Te rogamos, oh, SEÑOR: sálvanos ahora; te rogamos, oh SEÑOR: prospéranos ahora. Bendito el que viene en el nombre del SEÑOR; desde la casa del SEÑOR os bendecimos. El SEÑOR es Dios y nos ha dado luz; atad el sacrificio de la fiesta con cuerdas a los cuernos del altar.” Obviamente, ¡todo se puede ver más claro cuando ya han pasado los hechos y se tiene el tiempo para evaluarlo todo!

Aileen: ¡Sin olvidar que hoy contamos con la morada del Espíritu Santo que nos guía!

Justo después de su entrada en Jerusalén, Jesús entró en el Templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo, y volcó las mesas de los cambistas y los asientos de los que vendían las palomas, enfureciendo aún más a los religiosos.

Recordemos que los lideres del templo eran los primeros corruptos, que se lucraban con las ventas de los animales en el Templo, al no aceptar los animales que traían las personas para ofrecer en sacrificio.

Esta era la segunda ocasión en que Jesús limpiaba el Templo. La primera vez fue cuando Jesús apenas comenzó su ministerio. Esta 2da vez, justo antes de ser sacrificado y crucificado por nuestros pecados.

Esto no sucedió así por coincidencia, como en todas las acciones de Jesús, en esto también había un significado más escondido.

Si recuerdan en el libro de Levítico, capitulo 16, en el día de expiación, los sacerdotes tenían que limpiar el Templo, incluyendo el lugar santo, antes de sacrificar al cordero, para el perdón del pecado, porque nuestros pecados profanaban el Templo.

Cathy: Jesús estaba a punto de ser sacrificado, y Él no solamente era el cordero de Dios sino nuestro Sumo sacerdote. Por tanto, ¡Él tenía que limpiar el Templo!

Para enfurecer aún más a los religiosos, los ciegos y los cojos que se acercaron a Jesús en aquel lugar, Él los sanó.  Algo que los religiosos eran incapaces de hacer, y que confrontaba su limitada autoridad sobre ellos, y sobre el Templo. Imagínense lo que las autoridades pensaron, cuando oyeron de nuevo en el Templo que le gritaban a Jesús: “¡Hosanna al Hijo de David!”

Jesús no solamente estaba manifestando Su poder, que estaba por encima del alcance de los principales religiosos, sino que también estaba destruyendo su fuente de ganar dinero.

Pudiéramos imaginarnos como el odio creció en los corazones de las autoridades, quienes se indignaron y le dijeron: “¿Oyes lo que estos dicen?”. Jesús le pregunta: “¿nunca habéis leído: “DE LA BOCA DE LOS PEQUEÑOS Y DE LOS NIÑOS DE PECHO TE HAS PREPARADO ALABANZA”? (Mateo 21:16)

Mayra: Especulo que su ira estaba no solamente aumentando, sino también cegándolo cada vez más. Estos buscaban el mejor momento para apresar a Jesús sin causar un disturbio.  Pero Jesús salió para Betania, de seguro para reunirse con Lázaro y sus hermanas. Luego regresó a Jerusalén y comenzó a enseñar en el Templo. Entonces, las autoridades le preguntaron: ¿con que autoridad haces las cosas que haces y quien te dio tal autoridad? Entonces, Jesús les contestó que, si le contestaban su pregunta, Él les contestaría la suya. Jesús les hizo el mismo tipo de pregunta que ellos siempre le hacían a Él; una pregunta que le causaría problema cualquiera que fuera su respuesta. ¿De dónde era el bautismo de Juan?, ¿del cielo o de los hombres?   

Aileen: Ellos se dieron cuenta, si respondían que venía del cielo entonces la pregunta obvia seria «Entonces, ¿por qué no le creísteis?». Si decían que venía de los hombres, tendrían problemas con la multitud que les estaba escuchando, porque afirmaría a Juan como profeta. Por esto contestaron que no sabían la respuesta.

Cada vez que estos le hicieron esto a Jesús, Él siempre tuvo una respuesta, reconfirmando Su autoridad sobre ellos.

Jesús les contestó: “tampoco yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.” La respuesta debió ser obvia, si querían verla. Esto me recuerda el refrán que dice que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver.

Jesús continúa haciéndoles otra pregunta sobre dos hijos, uno dijo que el padre no lo obedecería, pero lo hizo. El otro dijo que lo haría, pero al final no lo hizo. ¿Cuál de los dos hijos hizo la voluntad del padre?

Cathy: Estos contestaron apropiadamente, “aquel que lo obedeció”. Ahora escuchemos la respuesta de Jesús: “En verdad os digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entraran en el reino de Dios antes que vosotros. Porque Juan vino a vosotros en camino de justicia y no le creísteis, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, ni siquiera os arrepentisteis después para creerle.” (Mateo 21:31-32)  

Mayra: ¡Ouch!

Cathy: Así mismo. Ahora quiero que nos preguntemos, ¿no creen que Jesús entendía lo que ellos estaban haciendo y pensando?

Aileen: Claro que sí, él tenía tiempo advirtiéndole a los apóstoles. Sabemos que cuando llegó a Getsemaní, Jesús le pidió al Señor que pasara de Él esa copa, sin embargo, aun así, ¡cumplió la voluntad de su Padre!

Cathy: Sobre todo sabiendo lo que le iba a suceder. Jesús no trató de suavizar o evadir la prueba tan difícil que habría de afrontar, sino que obedeció al pie de la letra a Su Padre. ¡El proceder de Jesús parecía como si Él estuviera provocando la ira de los lideres religiosos!

Mayra: Me llama mucho la atención cómo con frecuencia nosotras obedecemos, pero… tratando de suavizar las cosas por miedo.  Aun cuando ni sabemos lo que nos espera en el futuro. Jesús sabía lo que venía, pero también entendía el propósito… nuestra salvación!

Escuchemos lo que Jesús dijo a las multitudes cuando estaba en Capernaúm: “Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.” (Juan 6:38) y en el versículo 40 dio el propósito de Su Padre “que todo aquel que ve al Hijo y cree en Él, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.”

Aileen: Creo que este es un excelente punto no solamente para terminar, sino también para reflexionar esta semana.

Por favor mediten no solamente sobre lo que hemos estudiado hoy, ¡sino también en si nuestra obediencia es tan transparente y profunda como fue la de Jesús! Cuando el Padre nos llama, nuestra respuesta debe ser “Sí, Señor”.  Si Dios está formándonos a la imagen de Su Hijo, ¡entonces debemos seguir adelante obedeciendo a pesar de los peligros que enfrentemos!

Cathy: No dejen de sintonizarnos en nuestro próximo programa, cuando compartiremos sobre cuando Jesús dio la parábola de los labradores malvados a los religiosos.

Por favor recuerdan que necesitamos de sus oraciones. ¡Oremos por el programa de Mujer Para la Gloria de Dios y toda iniciativa en llevar el evangelio para edificación de Su pueblo y bendición para muchos!Mayra: Ya saben que pueden seguirnos en Twitter e Instagram escribiendo a @MPLGDD y en Facebook Mujer para la gloria de Dios. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, ¡Dios delante, bendiciones!