Tesis basada en: Mateo 10:29. Solamente una generación antropocéntrica como la nuestra puede pensar que lo que el hombre desea y en lo que confía pudiera dar resultado o pudiera llegar a crear los deseos de su corazón. La Palabra de Dios claramente establece que Dios es soberano; que no se caen dos pajaritos sin el consentimiento de nuestro Padre; que desde toda la eternidad Dios ha determinado, activa o pasivamente, todo cuanto ha de ocurrir.