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El realmente soberano

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“Si el SEÑOR de los ejércitos lo ha determinado, ¿quién  puede frustrarlo?
Y en cuanto a su mano extendida, ¿quién puede volverla atrás?”

(Isaías 14:27)

Cuando pienso en la palabra “soberano,” siempre viene a mi mente mi país. Casi siempre en tiempo de elecciones o cuando hay influencia extranjera en algunas ideas que se quieren implementar, esa palabra es usada por los gobernantes. Con ella, ellos han querido darle entender a la población que en verdad nuestro país ejerce y posee total autoridad suprema y es independiente. Cada vez que surge una lucha contra los valores de nuestra constitución, me pregunto si en verdad somos realmente soberanos, independientes y con autoridad suprema. Igual pasa con otras naciones. Pienso que en el fondo no hay tal real soberanía, porque siempre los intereses de los gobernantes y del mismo país se dejan doblegar por las presiones externas.

Pero si conozco de alguien que es verdaderamente Soberano. Un ser Supremo y Majestuoso que se llama Dios y al cual por su gracia en mí, puedo llamarlo mi Padre. He visto en mi vida y en la vida de otros cómo Él si es realmente Soberano. Lo he leído innumerable de veces en Su Palabra. El si tiene y ejerce autoridad suprema e independiente sobre Todos y Todo.

Stephen Evans, define la soberanía de Dios de la siguiente forma: “la soberanía es una característica del Creador Todopoderoso y Omnisciente, que gobierna el universo para sus propios fines.”

A veces nos preguntamos, qué implica su soberanía y este mismo autor expande y nos cuenta que la soberanía de Dios implica que en su reino Él es:

  1. Dueño, es decir, todas las cosas son de Dios: la tierra, los cielos, la plata, el oro y, sobre todo, y también sobre nosotros sus hijos. Todo es de Él, por Él y para Él.
    “He aquí, al SEÑOR tu Dios pertenecen los cielos y los cielos de los cielos, la tierra y todo lo que en ella hay.” (Deuteronomio 10:14)
  2. Suya es Toda Autoridad. “Dios tiene el derecho absoluto de imponer su voluntad a todas sus criaturas. Pero sus órdenes nunca son arbitrarias.” Sus órdenes siempre van a expresar su carácter: justicia y amor santo. Ciertamente Él es nuestro Redentor y Padre, sin embargo su autoridad es categórica y, cuando se enfrenta a ella, la gente no tiene derecho a contemporizar o negociar, y mucho menos a desobedecer. Él es Soberano, nosotros somos suyos.
    Así nos lo recuerda el salmista:
    “Todo cuanto el SEÑOR  quiere, lo hace, en los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.” (Salmos 135:6)
    “Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place.” (Salmos 115:3)
  3. Su Soberanía implica que Él está en control. “Dios es dueño de su universo, y aunque vivimos en un mundo caído y descompuesto nada lo desconcierta y sus planes nunca se frustran”.
    Al final de su discusión con Dios, Job lo entendió muy bien:
    “Yo sé que Tú puedes hacer todas las cosas, Y que ninguno de Tus propósitos puede ser frustrado” (Job 42:2).

Nuestro Dios es verdaderamente Soberano, y  Martin Manser completa la frase al decir:

“El reina sobre toda creación, y Su Voluntad es la causa final de todas las cosas”.

Me impresiona lo repleta que está  La Biblia de versos que nos recuerdan Su Soberanía y eso es algo que el pueblo de Dios en los tiempos de Esther fue capaz de ver. Así como le pasó a José cuando dijo: “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo cambió en bien para que sucediera como vemos hoy, y se preservara la vida de mucha gente.” (Génesis 50:20), así mismo le pasó al pueblo hebreo cuando estaba en manos del gobierno del rey Persa.

En medio de esa persecución que se desató, producto del odio de los gentiles al pueblo judío, Dios estaba obrando, orquestando, controlando. Lo que para el hombre parecía imposible, Dios lo hizo posible. Dios, el Rey Soberano del universo, cambió el corazón de un rey (Ester 7:2), llenó de valor a una reina (Ester 7:3-6) y a pesar de las consecuencias del pecado humano y bajo las pésimas circunstancias, Él protegió a su pueblo y puso al enemigo de cabeza (Ester 7:8-10).

Es por eso que a boca llena, todo creyente puede confiar y descansar en el real Soberano Dios y hacer suyas estas palabras de Isaías cuando dijo:

“Si el SEÑOR de los ejércitos lo ha determinado, ¿quién  puede frustrarlo? Y en cuanto a su mano extendida, ¿quién puede volverla atrás?” (Isaías 14:27)


Evans, C. Stephen. Pocket Dictionary of Apologetics & Philosophy of Religion. Downers Grove, IL: InterVarsity Press, 2002. Print.

Ferguson, Sinclair B., and J.I. Packer. New dictionary of theology 2000: 654–655. Print.

Manser, Martin H. Dictionary of Bible Themes: The Accessible and Comprehensive Tool for Topical Studies. London: Martin Manser, 2009. Print.

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Miembro de la Iglesia Bautista Internacional en Santo Domingo, República Dominicana, y forma parte del ministerio de mujeres EZER. Está casada con el pastor Héctor Salcedo con quien ha procreado dos hijos Elías y Daniel. Junto a él sirve en el ministerio de jóvenes adultos solteros MAQUI. Chárbela posee una maestría en Formación Espiritual y Discipulado del Moody Theological Seminary, de la ciudad de Chicago.