Inicio Podcasts Mujer Para la Gloria de Dios El liderazgo controlador

El liderazgo controlador

177
0

Aileen: ¡¡Bienvenidas a Mujer para la gloria de Dios, felices de compartir con ustedes nueva vez!! Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz.

MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría. 

Cathy: El programa de hoy se titula “El liderazgo controlador”.  Y desde ya queremos que comiencen a reflexionar sobre esta pregunta: ¿Usamos los dones y habilidades que Dios nos ha dado para unir o dividir la iglesia? Comencemos por presentarnos al Señor, Mayra ¿puedes orar?

Mayra: En el programa anterior estudiamos a Raquel y su deseo de tener hijos. ¡Y al final pudimos entender que su verdadero ídolo no era la maternidad, sino su egolatría!

Esta se sintió desplazada por su hermana Lea, quien si había podido tener muchos hijos. Y al dejarse guiar por su corazón engañoso, y tratar de controlar su propio destino, Raquel pasó toda su vida frustrada, amargada, e insatisfecha. ¡¡Muy a diferencia de su hermana Lea quien eventualmente si entendió que Dios es el UNICO quien puede darle a la vida un verdadero sentido!! 

Aileen: Hoy queremos estudiar a Miriam, la hermana mayor de Moisés. Esta fue una mujer a quien Dios le dio el don de liderazgo desde muy joven. Y podemos inferir esto porque teniendo ella alrededor de 16 años, fue capaz de manejar muy bien el momento cuando la hija de Faraón encontró a Moisés en el rio flotando en una cestilla. Incluso Miriam ayudó a salvar la vida de su hermanito. 

Y antes de centrarnos en la vida de Miriam, quiero que revisemos un poco el contexto histórico de aquel tiempo. Faraón, quien gobernada sobre Egipto, se llenó de miedo al ver como los judíos proliferaban. Por eso ordeno matar a todos los niños varones al nacer, tirándoles al rio Nilo, el cual era en sí mismo uno de sus dioses.  

Mayra: Y ¿qué hace Dios para proteger a Moisés?

Cathy: Dios dirigió a su madre Jocabed a ponerlo en el rio Nilo, pero colocado en una canasta cerca de donde se solía bañar la hija del Faraón. Entonces la misma hija del Faraón, al encontrar a Moisés decidió acogerlo, criarlo y darle toda la educación y trato propio de un príncipe.

Conocemos el resto de la historia, que nos cuenta como Moisés se convirtió en el libertador del pueblo judío.

Aileen: ¿Y cómo fue esto posible? ¡¿Que un niño que estaba supuesto a morir ahogado terminara siendo criado como un príncipe de Egipto?!

Cathy: Porque nuestro Dios es soberano para hacer según El considere.  Como nos dice Salmos 33:10 “El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos.”

¡Faraón termino protegiendo a aquel que materializaría su peor pesadilla!

Ahora si, continuemos con la vida de Miriam. El libro de Éxodo nos informa que esta fue una profetisa, lo que indicaba que tuvo una íntima relación con Dios, como para poder escucharle y comunicar Su mensaje al resto del pueblo. 

Mayra: Y el gran liderazgo de Miriam quedo demostrado cuando Dios partió el mar Rojo. Miriam fue quien dirigió a todas las mujeres.  Esta tomó en su mano el pandero, y el resto de las mujeres salieron tras ella con panderos y danzas y cruzaron por tierra seca. Luego Miriam las estimuló a dar gracias y adorar al Señor. 

Y mientras esto sucedía no vemos que Moisés ni Aarón tuvieran que instruir a Miriam en nada, sino que su capacidad de liderazgo vino directamente de Dios. Esto fue un tiempo glorioso para los judíos y también para Miriam, porque su enfoque estuvo centrado totalmente en El Señor. 

Cathy: ¿Y entonces qué fue lo que le paso a Miriam? ¿Que la llevo a desenfocarse de Dios? 

Aileen: Por mucho tiempo al ser la mayor de los 3, Miriam tuvo un rol de predominancia sobre sus hermanos menores.  Sin embargo, para esta etapa de sus vidas, Miriam debía someterse al liderazgo de sus hermanos varones, sobre todo de Moisés como líder del pueblo. ¡Pero Miriam no lo hizo porque disfrutaba sentirse en control!

En Números capitulo 12 leemos sobre el rol de Moisés, quien era como la figura del pastor cabeza de los judíos, su hermano Aarón el copastor y Miriam la hermana mayor, quien era como la líder de las mujeres. 

De hecho, en este mismo capitulo 12 leemos sobre cómo Miriam y Aarón hablaron en contra de Moisés, supuestamente por este haberse casado con una mujer cusita, ¡una no judía! 

Mayra: ¿Y por qué dices que el motivo de su afrenta era un supuesto?

Cathy: Porque seguidamente, en el versículo 2 leemos cómo Miriam y Aarón hacen unas preguntas que dan un giro total a su enfoque, leamos: “¿Es cierto que el SEÑOR ha hablado solo mediante Moisés? ¿No ha hablado también mediante nosotros?” Esto no tiene nada que ver con el tema de la esposa cusita de Moisés. 

Aileen: ¿Y a que creen que se deba este cambio de tema?

Mayra: ¿Tal vez para socavar la autoridad de Moisés?

Cathy: Puede ser, pero me inclino más a creer que era una forma de camuflaje a sus verdaderas intenciones.  

Muy frecuentemente, las mujeres controladoras, como lo era Miriam, evitan la confrontación para evitar poner en evidencia sus verdaderas intenciones. Incluso hablan de un tema que aparenta ser muy piadoso, sin embargo, sus acciones hablan de otra cosa. 

Y un tip que quiero compartirles es que si quieren desarrollar un mejor discernimiento sobre lo que hay en el corazón de quienes nos rodean, una forma fácil de hacerlo es poniendo mayor atención en las acciones de las personas, por encima de lo que estas digan. 

Mayra: El corazón nos auto engaña, pero al mismo tiempo es quien dirige nuestras acciones. ¡Y por ende lo que para uno mismo no es evidente, sí se hace muy evidente para aquellos a nuestro alrededor!

Y continuando con la historia de Mirian, es interesante resaltar que cuando Miriam y Aarón hablaron en contra de su hermano, el verbo utilizado en el versículo 1 “hablaron” en hebreo es utilizado en singular, no plural y en el género femenino. Además, Miriam es mencionada antes que su hermano, y ambos puntos implican que la idea de hablar en contra de Moisés vino de Miriam, ¡quien probablemente incito a Aarón para respaldarla!   

Aileen: ¡Este es un ejemplo más de cómo nosotras las mujeres distorsionamos nuestro rol de Ezer, de ayuda idónea!

¡En vez de unificar y cooperar para promover la paz, y asi animar a otros a seguir a Dios, Miriam y muchas de nosotras podemos ser causa de división! 

Mayra: ¿Y se dieron cuenta de cuál fue el arma que Miriam utilizó?

Aileen: ¡Solo palabras! Y en verdad, Dios les ha dado a las mujeres una tremenda habilidad lingüística, ¡y Dios espera que la utilicemos para el bien de nuestro prójimo! 

Por otro lado, es interesante ver las diferencias en cómo los hombres y las mujeres procesan los conflictos. Por un lado, los hombres suelen llamar a la persona y confrontarla. Muchas veces su error está en que no lo hacen en amor y hieren a las personas.

Cathy: Las mujeres lo hacemos diferente. Solemos hablar sobre nuestro conflicto con todo el mundo, menos con la persona apropiada. Evitamos la confrontación, aunque si buscamos quien nos secunde en destruir la reputación del otro, a sus espaldas. ¡El problema es que Dios nos oye y ve la intención de nuestro corazón! 

Y mucho cuidado si nuestra queja es contra uno de los lideres que Dios ha elegido… 

Aileen: ¡¿Si porque cuando hacemos oposición a un líder de la iglesia, no es esta una oposición contra el mismo Dios?!

Cathy: Definitivamente, Dios lo toma personalmente. De hecho, en Números 12:8 Dios cuestiona a Miriam diciéndole “¿Cómo se atreven a murmurar contra mi siervo Moisés?”.

Y esto también es bueno que aquellas que estamos en posiciones de liderazgo, no lo pasemos por alto. Así como vimos con Miriam, cuando un líder peca, ¡la disciplina es severa! Santiago 3:1 también nos lo advierte. 

Mayra: Dios confrontó a Miriam y Aarón, no solo por hablar en contra de Moisés, sino también porque fue Dios mismo quien eligió a Moisés como líder. El liderazgo de Moisés no fue dado porque este tuviera cualidades superiores, sino que estaba dado por la relación que Dios tenía con él, Dios le estaba usando. 

Y vemos que, para el final de esta conversación entre Dios, Aarón y Miriam, ¡Miriam estaba cubierta con lepra! (Número 12:10) Y algunos pudieran considerar que no era justo que Aarón saliera ileso. 

Cathy: ¿Y no creen que esto se dio así porque Miriam fue la principal responsable en criticar a Moisés?

Mayra: ¡Diste en el clavo! Dios no se equivoca, Él es justo y soberano, ¡y juzga a cada uno según sus acciones!

Aileen: Ahora no estamos diciendo que Aarón no haya pecado. ¿En su rol como sacerdote y líder, no debió Aarón de evaluar mejor lo que Miriam le estaba pidiendo? ¡Claro que sí, incluso debió ponerle freno a Miriam!  

De hecho, Miriam cargo con la mayor culpa, porque ella fue la iniciadora y la promotora en hablar en contra de Moisés. 

Sobre todo, porque antes de este evento, el Señor ya había venido tratando con el pueblo dándoles un castigo severo. Porque resulta que el pueblo se había estado quejando por no tener carne para comer. Aun cuando Dios si les había provisto de comida todos los días (el mana), y sin que ellos tuvieran que trabajar. 

Cathy: Pero en su ingratitud se quejaron de que esto no era suficiente. El pueblo quería de nuevo el ajo, pescado y pepinos que recibieron “gratis” mientras eran esclavos en Egipto. 

Aileen: ¿Cómo así que gratis?  ¿Acaso no eran ellos esclavos?

Cathy: ¡¡Claro que si!!  ¡¡Pero así de necio es nuestro corazón!!

¿Recuerdan lo que Dios dijo a Moisés desde la zarza ardiendo?

Mayra: Déjenme leerlo en Éxodo 3:7-8 “Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he escuchado su clamor a causa de sus capataces, pues estoy consciente de sus sufrimientos. Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios”.

Cathy: ¡Que rápido olvidaron los judíos, tan mal que los egipcios les trataron! Y la obstinación de los judíos fue tal que no apreciaron lo que Dios si estaba haciendo por ellos. 

¡Así mismo Miriam, aun en su posición de líder! 

Esta debe ser una lección para toda cristiana, de que, si no caminamos en comunión con el Espíritu, ¡podemos perder la perspectiva y comportamos igual que un no creyente!

Mayra: ¡Así mismo es! De hecho, Jesús nos dijo “Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:5) 

Y continuando con la historia del pueblo judío en medio de sus quejas, su falta fue aún peor.  ¡El Señor quien les había mandado las codornices, también les hirió con una plaga y el pueblo comenzó a morir! 

Cualquiera esperaría que una profetiza como Miriam captaría el significado de todo lo que estaba ocurriendo. Sobre todo, al ver al pueblo morir en medio de su espíritu quejón. ¡Pero Miriam permaneció ajena a todo esto porque estaba muy distraída manipulando sus circunstancias para preservar su liderazgo!  

¡Por eso procedió a quejarse de su hermano, porque creía que Moisés amenazaba su posición de líder!

Aileen: Y me pregunto ¿Cómo reaccionó Moisés ante tanta critica?

Mayra: Como deberían reaccionar todos los cristianos en medio de las pruebas: ¡Moisés iba ante el Señor para desahogarse y encontrar solución!

Aileen: ¡Moisés si supo a dónde ir con su queja! pidiéndole al Señor que le ayudara con su carga. En verdad, en todo lo que nos relata Números 11 y 12, vemos como Moisés, en contraste con Miriam responde en humildad y confianza en su Dios. ¡Moisés nunca se mostró amenazado por el liderazgo de otros a su alrededor, al contrario!

Cathy: La humildad de Moisés le ayudó a querer lo que Dios quería. Que era lo opuesto a lo que Miriam estaba haciendo. Miriam quería brillar, y tener una posición de liderazgo. Mientras que Moisés quería que Dios fuera el que brillara. 

Esta es una demostración de lo que Pedro nos enseña en 1 Pedro 5:6 “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo”. 

Aquellos a quien a Dios le ha placido colocar en posición de liderazgo, deben recordarse cada día de que no se trata de obtener honra o reconocimiento, ¡sino de hacer famoso a Cristo y ganar seguidores para Su causa! 

Mayra: Como consecuencia de su pecado, ¡Miriam tuvo lepra, la cual no era más que una manifestación externa de lo que venía ocurriendo en su corazón! Y Aarón fue donde Moisés para intervenir por su hermana Miriam.  

Moisés en su espíritu humilde intercede en oración delante de Dios por su hermana, y esta es sanada luego de 7 días fuera del campamento. Esta intervención de Aarón y de Moisés por su hermana Miriam pone de manifiesto que en el caminar cristiano nos necesitamos unos a otros.  La autosuficiencia es un engaño de Satanás porque en verdad Dios nos creó para que nos necesitáramos unos a otros. Primeramente, dependemos de Dios, ¡y luego de nuestros hermanos!

Aileen: La próxima vez que escuchamos sobre Mirian, es sobre su muerte en el desierto de Zin. No sabemos cuánto tiempo ocurrió entre su sanación y su muerte, pero si nos parece obvio que luego de sus graves faltas, Miriam perdió su posición de liderazgo. ¡Lo cual debe servir de advertencia para toda mujer cristiana en posición de liderazgo!

Desafortunadamente debemos terminar, pero no sin antes hacerle la invitación de meditar sobre la vida de esta mujer con marcados dones de liderazgo, los cuales perdió al tratar de controlar, e involucrar a otros a pecar con ella. 

No dejen de sintonizarnos en nuestro próximo programa donde terminaremos con esta serie sobre el control, estudiando a la reina Jezabel.

Cathy: Por favor recuerden que necesitamos sus oraciones. ¡Oremos por MPGD, y por toda iniciativa en llevar el evangelio para edificación de Su pueblo!

Mayra: Les esperamos en nuestro 

próximo encuentro, ¡Dios delante, bendiciones!

Artículo anteriorLea, la menospreciada, pero levantada por Dios
Artículo siguienteEl fracaso en las manos de Dios