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Discernimiento para escuchar la voz de Dios 

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“Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27) 

Como hijas de Dios, que hemos desarrollado una relación personal y cercana con Él, hemos escuchado Su voz.  Es maravilloso saber que al Creador del universo, al Dios Todopoderoso, nuestro Padre le podemos escuchar. Y al escucharlo y discernir Su voz somos guiadas, aconsejadas, animadas, consoladas y todo esto lo hace con propósitos eternos de paz y bien. 

La Voz de Dios nos rodea de una forma evidente y real y es de nosotras el poder percibirla, conocerla y reconocerla en medio de muchas otras voces y ruidos a nuestro alrededor. Escuchar Su voz no es algo que debe sorprendernos, por el contrario debe ser algo que anhelemos y procuremos en nuestra relación con El. 

En una de las reuniones de damas de grupos pequeños de nuestra iglesia estábamos compartiendo un libro.  Una de las hermanas estaba enfrentando una situación con una de sus hijas adolescentes y ella no quería compartirlo; Ella testificó al final de las reuniones la manera tan peculiar, personal y certera en que Dios le habló.   No se si te ha ocurrido a ti, ¡imagino que sí! 

Ella asistía a la reunión y en el tiempo de la oración una de las hermanas oraba por algo muy similar, el libro que leíamos trataba en alguna porción sobre eso, visitaba a una amiga y sin querer, estaba el tema sobre la mesa, sin que este fuera puesto por ella. Llegaba a la iglesia y el pastor estaba compartiendo sobre el tema, sintonizaba un podcast y de alguna manera se abordaba el mismo tema, extraño, ¿verdad?  sus oídos y corazón empezaron a afinarse, ya sabía que Dios le estaba instruyendo a ella directamente y prestó cuidadosa atención.   

Este es un ejemplo de las múltiples maneras que Dios nos habla y su mismo Espíritu en nosotras nos hace estar alertas y entender. ¿Puedes relacionarte con este ejemplo? Son múltiples lo que pudiera cada una de nosotras contar de cómo Dios nos ha hablado, nos ha inquietado, dirigido de manera personal con relación a un asunto en nuestras vidas. ¡Gracias Señor! 

La práctica de cada día de estar a solas con Dios nos enseñará, no solamente a sintonizar nuestro corazón con Él, sino también a distinguir Su voz.  

La actitud y la motivación de mi corazón son muy importantes para poder discernir lo que creo que Dios me está hablando.  Dios nos habla desde la creación, de tan solo mirar los cielos y la tierra. Romanos 1:20 y luego en Hebreos 1:1-2a leemos que en tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados por medio de los profetas y ahora, en estos tiempos últimos, nos ha hablado por su Hijo”’ ¡Que privilegiadas somos! 

¿Cómo nos habla el Señor? 

  1. A través de Su Palabra.  Salmo 105:119, 2 Timoteo 3:16 
  1. A través del Espíritu Santo.  Nos guiará a toda verdad.  Juan 16:13 

A través de la oración. El apóstol Pablo “oraba con el espíritu y su entendimiento” 1Corintios 14:15. Hay una estrecha relación entre el Espíritu y la capacidad de discernir la voz de Dios. 

  1. A través de circunstancias, que nos ayudaran a madurar y crecer.  
  1. A través de otras personas, aunque no nos agraden. Proverbios 15:22, 20:5 

Una vez entregada tu vida al Señor, la vida no solo consiste en lo que podemos ver, sentir o imaginar, incluye caminar por fe, confiar en Dios y estar abiertas todo el tiempo a Su voz que nos guía en este caminar cristiano. Nosotras tenemos el Espíritu Santo que nos guia y somos invitadas a andar en el Espíritu, Gálatas 5:25  

La palabra discernir viene del latín “discernere” y significa distinguir. La definición de distinguir es conocer la diferencia que hay de una cosa a otra.  Hacer que algo se diferencie de otra cosa por medio de alguna particularidad, señal, etcétera.  

Mientras más conozcamos a nuestro Señor, más claramente podremos escucharle y distinguir su voz entre muchas y tener un claro discernimiento de lo que nos quiere decir. La amada decía del amado en el libro Cantar de los Cantares porque le conocía de lejos, ¡La voz de mi amado! He aquí él viene…Cantar de los Cantares 2: 8a  

¿De qué manera nosotras podemos discernir que es Su voz la que nos está hablando? ¿Cómo la distinguimos? 

  • Su voz siempre es congruente con Su Palabra.  La falta de conocimiento de Su Palabra puede confundirnos con lo que escuchamos pero Dios no es Dios de confusión sino de Paz 1 Corintios 14:33. Ella no se contradice.  
  • Siempre congruente con Su Carácter.  Cuando conoces Su carácter, lo que Él diría o no diría.  Habiendo leído en La Biblia la manera como le hablo a los Padres de la Fe. La manera como actuó con personas que estaban viviendo circunstancias parecidas a las que estamos viviendo. Y si lo que escuchamos suena a miedo, ego, orgullo, celos, divisiones; reconocemos de inmediato la voz de un extraño. 
  • Siempre habla claramente a nuestro espíritu.  Por esto es tan importante este tiempo de quietud, no solo para hablarle sino para poder escucharle y conocerle.  

Si nosotras no discernimos correctamente la voz de Dios no podremos ser guiadas y dirigidas para tomar las decisiones piadosas que le glorifiquen.  Dios nos habla no para que le oigamos sino para que le obedezcamos. 

Amada hermana, oro para que cada día puedas, de manera intencional 

  1.  Practicar estar a solas con Dios y antes de empezar a hablar, dejar que Él te hable. Con paciencia y humildad.  En silencio y quietud, Salmo 46:10, Habacuc 2:20 
  1.  Escudriñar el corazón para ver tus motivaciones al discernir la voz de Dios. Salmo 139:23-24 
  1. Tomar de antemano la decisión de hacer lo que Él diga, obedecer.1 Samuel 15:22 
  1. Procurar vivir en la llenura del Espíritu santo. Efesios 5:16,18