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Comenzando el nuevo año practicando la gratitud

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Por lo general para la mayoría de nosotras la mejor manera de iniciar un nuevo año es diseñando un plan cuidadosamente estructurado para alcanzar una serie de metas y resoluciones que muchas veces repetimos año tras año. Con el paso del tiempo y las experiencias vividas, en vez de comenzar el año con estas metas y resoluciones en las que podemos fallar y posiblemente ni llegar a cumplir, he llegado a la conclusión, y lo comparto con ustedes a la vez que las exhorto, de que la mejor manera de iniciar un nuevo año es con una “actitud de gratitud”.   

¿Qué es gratitud? 

Podemos encontrar definiciones desde simples hasta complejas de gratitud. Un ejemplo es que gratitud es la cualidad de ser agradecido, la disposición de mostrar aprecio y devolver amabilidad. 

Me gusta mucho como explica la gratitud Albert Schweitzer, médico, filósofo, teólogo y músico francoalemán: “El sentimiento de gratitud significa no tomar nada por sentado, sino que siempre debemos buscar y valorar la bondad que se encuentra detrás de la acción. Nada que se haga por ti es un asunto de costumbre. Todo se origina en una voluntad para el bien, lo cual está dirigida hacia ti.  Entrénate a ti misma a nunca posponer la palabra o acción para expresar gratitud”   

Otra definición viene de Robert Emmons, quién es el principal científico del mundo en relación con el tema del agradecimiento. El considera que la gratitud tiene dos componentes claves: La afirmación de la bondad y que las fuentes de la bondad están fuera de nosotras mismas. 

A pesar de que la gratitud es muchas veces desestimada como un acto obvio y simple, Emmons opina que la misma es digna de una atención más seria. En ese sentido, psicólogos y científicos están investigando cada vez más el impacto de la gratitud en nuestro bienestar, relaciones, comportamientos y en nuestra salud física y mental. 

¿Qué nos enseña la Biblia sobre la gratitud? 

“Estén siempre gozosos. Den gracias en todo” (I Tesalonicenses 5:16,18) 

Como mencionamos antes, la gratitud se refiere a la habilidad de dar gracias por las cosas que tienes y por las cosas que estás agradecida.   

Es importante resaltar que la gratitud nos ayuda a acercarnos más a Dios al reconocer todas las bendiciones en nuestras vidas y se nos hace más fácil enfocarnos en lo positivo.  La Biblia tiene mucho que decir sobre la gratitud aun en momentos cuando enfrentamos luchas y negatividad. 

Me viene a la memoria las palabras de mi padre cuando aún era una niña. Siempre nos decía a mis hermanos y a mí que nadie estaba obligado a hacer nada por nosotros que no fueran él y mi madre, por lo cual teníamos que ser agradecidos con todos los que de alguna manera hacían algo en nuestro beneficio.   

Dios mostró la importancia de la gratitud hacia su pueblo. “Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre”. (Hebreos 6:10). 

Mostrar gratitud hacia otros cuando te ofrecen ayuda también nos impide sentir envidia, elimina sentimientos de resentimiento y nos impide sentirnos con derecho. 

La Biblia está llena de historias de gratitud en medio de las tormentas. En el Salmo 28:6-7 cuando David estaba clamando a Dios de librarlo de la muerte, Dios escucho su oración y la respondió, y David mostró gratitud. “Bendito sea el Señor, porque ha oído la voz de mis súplicas. El Señor es mi fuerza y mi escudo; en Él confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico”. 

A lo largo de la Biblia, la alabanza y la gratitud hacia Dios son un tema principal.  Cuando aprendemos a tener un corazón agradecido y a ver lo mejor en todas las situaciones, aprendemos a ser más positivos aún en las circunstancias más difíciles. 

Adoptando una vida de gratitud 

Estarán ustedes de acuerdo conmigo de que es fácil que expresemos gratitud cuando las cosas van como queremos, pero es más difícil ver lo positivo en tiempos de fracaso. Es durante estos tiempos que necesitamos ser más agradecidos por las lecciones aprendidas. 

El mayor regalo espiritual que hemos recibido de Cristo es la salvación. Por sobre todas las cosas, debemos ser agradecidas por el perdón de los pecados y por la vida eterna con nuestro salvador. Romanos 5:10 nos dice: “Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida”. 

Dios continuará proveyendo para nosotras en toda situación, aun cuando no podamos ver lo bueno. Tenemos que abordar cada prueba y cada éxito con un corazón agradecido. 

Un buen punto para tener presente es que la gratitud requiere práctica. La gratitud nos hará más conscientes de las cosas que Dios hace en nuestras vidas cada día, grandes o pequeñas. No somos personas muy agradecidas por naturaleza, es una decisión que tenemos que tomar cada día la cual cosechará muchas recompensas a nivel emocional y espiritual. 

No permitamos que el nuevo año sea de metas o resoluciones que nos podamos trazar y nunca cumplir sino sobre la actitud de nuestro corazón de ser agradecidas. 

¡Bienvenido 2024!