“Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes”
(1 Corintios 16:13 NVI)
Hemos sido convocadas y exhortadas a ser valientes a nuestro llamado en estos tiempos difíciles, donde nuestra creencia es cuestionada y nuestra fe es probada constantemente.
La reina Ester, una mujer de Fe y con mucha valentía, que se atrevió a dar un paso donde arriesgaba su vida para interceder a favor de su pueblo, nos da ejemplo de que a veces tenemos que dar pasos de Fe, no solo para defender la causa del Evangelio, sino para demostrar cuán profundo es nuestro compromiso con el Dios en quien hemos creído.
Cada día nos encontramos ante el desafío de presentar nuestra fe donde quiera que estemos, y de seguro, muchas se han sentido incomprendidas o atacadas por tener un pensamiento distinto al mundo. Pero siempre es bueno recordar que Dios tiene un plan con cada una de nosotras; un plan, no solo para santificarnos, sino para que a través de nosotras su reino sea manifestado. Es por eso que nuestras vidas deben hablar de Cristo, tanto si estamos en la cima o en el piso.
Como dice Pablo: “Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad.” (Filipenses 4:12 LBLA)
Creer que Dios siempre tiene un propósito con todo los que nos pasa, requiere de mucha Fe; por eso la reina Ester fue muy osada al presentarse ante el rey sin ser llamada, arriesgando su vida para interceder a favor del pueblo de Dios, que era a la vez su pueblo. Ella puso su esperanza en el Dios que todo lo puede y salvó un pueblo de ser destruido (Ester 4:16).
“Pon tu esperanza en el SEÑOR; ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el SEÑOR!”
(Salmo 27:14 NVI)
Dejarse usar por Dios no tiene precio cuando Él está diciéndonos que hagamos algo en su nombre y para su gloria. Nosotras como hijas De Dios y herederas de un reino indestructible, debemos cobrar ánimo cada día para poder dar de lo tanto que se nos ha dado, y así podamos salvar un hogar, una amiga, una vida y tantas otras cosas si estamos atentas a la voz del Señor, para poder discernir qué Él está pidiendo de nosotras en este momento y poder ofrecer de su gracia así como la hemos nosotros recibido, sin importar lo que hayamos padecido o cuán complacidas nos sintamos; aquí se trata de Él, de Cristo, que hace que todo obre para bien en nuestras vidas (Romanos 8:28).
Es por ello que se nos dice: “Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes” (1 Corintios 16:13 NVI).
Estar alerta frente a las cosas de Dios, del reino, apercibidas como Esther, nos ayudará a permanecer firmes en la fe y a ser valientes y fuertes frente a las adversidades de la vida. Con Jesús tenemos la victoria, somos vencedoras porque el venció por amor a nosotras (Romanos 8:37). No te acobardes frente a los problemas, ora y busca la dirección del Señor, quien no te dejará ni te desamparará. ¡Él lo ha prometido!
“No te desampararé, ni te dejaré”
(Hebreos 13:5 RV1960)
Con Valentía
Ayúdanos Señor a darlo todo por ti
A ser valientes como Esther
Y estar dispuestas a morir
A ser guerreras de oración
Frente a la adversidad
A poner el reino primero
Y no comodidad.
Tú eres grande y eterno
Nuestro sustento fiel
Ven toma nuestras vidas
Y hazlas florecer.
Ante ti hoy nos rendimos
Quita lo que no es de ti
Con valentía haremos
Los que nos pidas
Hasta el fin.
