Tesis basada en 1 Reyes 8 y 2 Crónicas 7. En nuestros días es alarmante la facilidad con que la gente habla de la gloria de Dios. Es todavía mucho más chocante escuchar ministros hablar de que en “x” día se celebrará un evento en su iglesia, o en cualquier otro local, y que ese día descenderá la gloria de Dios. Se invita a la gente a venir porque se va a encontrar con la gloria de Dios.