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¿Por qué se celebra la reforma?

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“En El también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en El con el Espíritu Santo de la promesa,que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria.” ( Efesios 1:13-14 )

En la misma forma que los judíos se habían desviado de la sana doctrina, y vivían en esclavitud en Egipto y luego de su religiosidad en Israel, los cristianos habían hecho y siguen haciendo lo mismo. 

Cada vez que Dios interviene por su pueblo, Él mandaba al pueblo a recordar y a celebrarlo; Como vimos en Éxodo 13:3 “Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, pues el SEÑOR os ha sacado de este lugar con mano poderosa.”  Y en el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña a través de Pablo en 1 Corintios. 11:23 que debemos comer el pan y tomar la copa en memoria de Él para recordar lo que Él hizo por nosotras. La sabiduría de Dios es tal que Él reconoce que, sin Su intervención, nosotras siempre nos desviamos. 

Como Dios sacó a Su pueblo de la esclavitud a través de Moisés, Él sacó a los cristianos de su esclavitud de la religiosidad a través de Martin Lutero; la reforma fue un llamado de atención por Dios a Su pueblo.

En el tiempo de Lutero, la iglesia estaba inmersa en una religiosidad llena de corrupción y donde Dios no era relevante a la vida cotidiana.  Y el Señor abrió los ojos de Lutero de su error, a través de estudiar las Escrituras y de nuevo con mano poderosa, el Señor sacó a Su pueblo de su esclavitud. 

En esencia lo que logró la Reforma fuela recuperación del Evangelio que se había perdido, porque donde no existe el Evangelio, tampoco existe la salvación. Las Escrituras que estaban en pie de igualdad con los escritos papales y la liturgia regresó a tomar su debido lugar en serla máxima autoridad en materia de fe y práctica y la cosmovisión de la iglesia se convirtió en ser centrada en Dios y no en el sacerdocio a través de la cual veríamos toda la vida.

Esto transformó toda la sociedad porque cada actividad del quehacer humano cambió de ser hecha para la gloria de Dios y no para la gloria humana.

Dios es y siempre ha sido el centro de la historia y Lutero planteó el sacerdocio de todos los creyentes, lo cual implicaba no solo que la Biblia podía y debía ser leída por todo el mundo, sino también implicó que todo trabajo hecho por cada persona representaba la vocación para la cual Dios le había llamado. En lo adelante ya no serían solamente los sacerdotes quienes tendrían una vocación o llamado de parte de Dios, sino cada uno de  nosotros, sus hijos. Esto colocó a Jesucristo en su debido lugar, como el Principio y Fin, el Alfa y Omega y todo lo que existe entre esos extremos. Él es el centro del universo entero y el centro de cada una de nuestras vidas y Él es el poder y fuerza en todo lo que hacemos ( Juan 15:5 ). La única forma para que esto ocurriera sería a través de traducir la biblia al lenguaje común a los ciudadanos para que ellos pudieran leerla y vivirla. 

La Reforma protestante elevó la dignidad de la vida al considerar a los seres humanos como portadores de la imagen de Dios, como realmente fuimos creados. En el transcurrir del tiempo, esto llevaría a un aumento del respeto por las mujeres, el cuidado amoroso de los niños y a la abolición de la esclavitud, entre otras cosas. 

Todas sus enseñanzas se pueden resumir en estas “Cinco (5) Solas”:

  1. Sola Escritura: “Solamente la Escritura”.
  2. Sola fide: “Solamente por fe”.
  3. Sola gratia: “Solamente por gracia”.
  4. Solo Cristo: “Solamente Cristo”.
  5. Soli Deo gloria: “Solamente para glorificar a Dios”

Observando panorámicamente, lo primero que resalta es que la vida cambió de un enfoque centrado en las personas -lo que ellos podían o debían hacer- a un enfoque en Dios, donde por gracia Él es el centro de la vida y Él es Quien hace la obra.

Nuestra razón de vivir cambió de ser para nuestra gloria y la edificación a nuestro reino a hacer todo para la gloria de Dios ( 1ª Corintios 10:31 ).

Dios es Soberano sobre todo incluyendo nuestras vidas; por tanto, todo lo que hacemos es para glorificar Su nombre, el nombre sobre todo nombre ( Filipenses 2:9 ). Él es nuestro Rey de reyes y Señor de señores y en gratitud por lo que Él hizo por nosotras, debemos vivir para que Su luz brille en las tinieblas.

Por nuestra naturaleza pecaminosa, somos incapaces no solamente de elegir a Dios para ser salvas ( Romanos 3:11 ) sino también a seguir a Cristo, a menos que, El Espíritu Santo nos guíe en nuestro diario vivir y entonces, para que lo podamos seguir, necesitamos la morada del Espíritu Santo, conocer bien las Escrituras y diariamente caminar en lo que hemos aprendido.

El darnos cuenta de nuestra incapacidad nos enseña del amor incondicional en nuestro Salvador, y esto nos debe crear el anhelo de conocerle más.  “Porque en El vivimos, nos movemos y existimos,” ( Hechos 17:28 ) y el hecho de que es Él que nos mantiene en la senda y   nos lleva a vida eterna, nuestra gratitud y amor por Él debe rebosar en nuestros corazones. 

“Y a aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros,a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.” ( Efesios 1:20-21 )