Inicio Mujer Para la Gloria de Dios La vida de Moisés Las condiciones del desierto

Las condiciones del desierto

396
0

¿Identificamos el obrar del Señor en todas nuestras circunstancias?

“Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos.” (Deuteronomio 8:2)

Aileen: Bienvenidas a su espacio Mujer para la gloria de Dios, transmitido por Radio Eternidad en su dial 990 AM o por las redes en http://radioeternidad.com/. Les saludan quien les habla, Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Lily Astudillo de Llambes de la ciudad de México. Mujer para la Gloria de Dios es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría. Su sintonía es una bendición y una honra para nosotras, damos gracia a Dios por Uds.

Y continuando con la serie sobre la vida de Moisés y la preponderancia del desierto en la vida de este y de todos nosotros hoy en día, este programa de hoy lo hemos titulado “Las condiciones del desierto”.  Y la pregunta que nos hacemos para reflexionar sobre nuestras vidas a la luz del contenido del programa es

¿Identificamos el obrar del Señor en todas nuestras circunstancias?

Cathy: ¡Gracias a Dios la grabación de este programa radial pueden encontrarla también en “Facebook” y “YouTube”!

Siempre que sea posible, la grabación del programa Siempre que sea posible, el video de la grabación del programa radial, será transmitida para que nos acompañen y así puedan conectar nuestra voz con nuestra cara, e incluso puedan interactuar con nosotras a través de diferentes plataformas.  Y como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a presentarnos a nuestro Señor, oremos.

Lily: En el programa anterior estudiamos 3 de las diferentes condiciones   que caracterizan la experiencia del desierto.  Y para las que no han escuchado los programas anteriores aclaramos que cuando hablamos de “desierto” nos referimos a los tiempos de prueba y circunstancias difíciles que Dios permite en la vida de Sus hijos con un propósito redentor, para crecimiento espiritual y mayor cercanía con Él.

Como mencionamos la primera condición que experimentamos en este desierto es la oscuridad, la segunda es el tiempo, y la tercera es la soledad.  Hoy queremos hablar sobre la cuarta, que es la incomodidad. En el desierto es donde mejor escuchamos la voz de Dios, mientras Él moldea nuestro carácter para podernos usar para Su obra. Si no han escuchado los programas anteriores, pueden entrar en la página de radio eternidad o de la IBI.

Con respecto a la condición de incomodidad que se experimenta en el desierto, no sé si se han dado cuenta que nuestra respuesta natural es la de evitar toda situación que nos cause cualquier incomodidad física y hasta emocional. Mas movido por Su amor, Dios permite que sucedan en nuestras vidas estos desiertos para sacarnos de nuestra zona de confort para precisamente trabajar en nuestro carácter.

Y me llama la atención que Moisés no solamente tuvo que pasar por un desierto emocional, sino que literalmente terminó pasando gran parte de su vida en un verdadero desierto, el de Madian.

Aileen: ¡Así es! ¡Aun cuando el Faraón trató de ahogar a Moisés en el rio Nilo, este terminó viviendo toda su vida al lado de este rio y pasó los últimos 80 años en un desierto! ¿Quién entiende a Dios? Sus pensamientos y sus caminos no son los nuestros (Isaías 55:8-9).  Sin embargo, cuando estudiamos la Biblia podemos confirmar a través de las vidas de muchos, que Dios nos saca de nuestra zona de confort, como tu dijiste Lily, para moldearnos a Su imagen. Moisés fue educado en el palacio para luego terminar viviendo en el desierto. Mientras que David fue criado en el desierto para luego vivir en el palacio. Sara fue criada en una ciudad cosmopolita para luego vivir en medio de la naturaleza, deambulando por el desierto. Pablo vino de una familia adinerada, educado bajo Gamaliel, quien era la principal autoridad del Sanedrín del primer siglo, en estricta conformidad a la ley judía, para luego convertirse en un predicador itinerante, enemigo de los judíos.

Cathy: Y luego de evaluar todas estas vidas, pareciera que la forma más efectiva para Dios moldearnos y enseñarnos es poniéndonos en situaciones en donde no nos sintamos capaces ni en control. Y la realidad es que ningún ser humano puede realmente tener el control porque solamente Dios lo tiene.  Sin embargo, nuestro corazón engañoso nos hace sentir que sí estamos en control.  La realidad es que el 95% de lo que sí marca el rumbo de nuestra vida está fuera de nuestro control. Nosotras somos el producto de 3 aspectos: la genética, el ambiente y nuestras elecciones.  Y como podemos ver solamente tenemos el control sobre uno de estos aspectos, y aun sobre este, dada nuestra naturaleza pecadora nos auto engañamos y fallamos. Dada nuestras inseguridades, edificamos capas de protección que nos dan un falso sentido de que vivimos en control de nuestras vidas. ¡Y para Dios hacernos ver la verdad, Él necesita romper estas capas de protección para que así aceptemos la realidad!  

Lily: Y en parte esto corresponde al proceso de renovar nuestras mentes. Preferimos creer una mentira para dormir sin miedo en la noche, cuando en realidad la única forma en que realmente podemos experimentar paz es dada la seguridad que tenemos en Jesucristo. Sin esta seguridad, el mundo realmente es un lugar peligroso y más que difícil, es imposible de manejar. Las promesas dadas por Dios por medio de Jesús, son la única forma que tenemos en este mundo para no vivir con temor.

A menos de que Dios nos saque de nuestra zona de confort, y nos veamos sin otra salida que, a través de Él, seguiremos viviendo bajo esta mentira de “tener todo bajo control”. Mas porque Dios nos ama tanto, Él quiere algo mejor para nosotras.  David nos dijo en Salmo 51:6, “tú deseas la verdad en lo más íntimo, y en lo secreto me harás conocer sabiduría.”  La paz verdadera únicamente se encuentra en Jesús.

Aileen: Y con esta experiencia del desierto, lo primero que Dios comienza a mancillar es nuestro orgullo. Primero pasamos por la oscuridad, un tiempo en donde nos damos cuenta que en realidad no somos nadie.  Y aunque esto hiere nuestro orgullo es justamente lo que necesitamos ver y vivir para aceptar nuestra condición real. Sin Dios, no somos nadie. Y cuando caemos en cuenta de que no somos capaces de controlar el mundo, entonces la vergüenza de nuestros pecados pasados, la ansiedad del presente y el miedo sobre lo que ocurrirá en el futuro, nos abruma, y entonces es cuando buscamos a Aquel que si es capaz de manejar todo: ¡Jesucristo!  Es posible que alberguemos heridas, falta de perdón, resentimiento o amargura por la forma en que algunos nos hayan tratado más en la soledad caminado con Dios, Él nos va sanando y comienza a darnos una perspectiva nueva, que comienza a cambiar nuestra cosmovisión para que esta se alinee con Su cosmovisión. Entonces nuestras expectativas cambian, en vez de exigir, comenzamos a aceptar la voluntad de Dios, la cual antes pensábamos que era errada, mas ahora la vemos como buena y aceptable.  

Por último, cuando pasamos por dificultades, comenzamos a apreciar más lo que tenemos porque nos hacemos más conscientes de que en realidad no merecemos nada, y que todo viene por la gracia de Dios. Apreciamos lo que recibimos porque nos damos cuenta que todo es a través de la misericordia y bondad del Señor.

Cathy: Puedo dar testimonio de que esto es justamente lo que me ha ocurrido al venir a vivir a SD. Cuando llegué tuve que conseguir mi exequátur para trabajar como médico, y para estos fines tuve que ir al Cones que es la oficina gubernamental en donde se validan los títulos de educación. En aquel entonces todo este proceso me tomó más de un año, aun cuando tenía todas mis transcripciones, cartas de residencia, fellowship, todo el historial de haber aprobado los exámenes de medicina interna y endocrinología etc., sin embargo, cada vez que iba a las oficinas con los documentos que me habían pedido, entonces me requerían un nuevo documento.  Mientras tanto yo gastando dinero, tiempo y esfuerzo, procurando juntar todos estos papeles que anteriormente se los había entregado al gobierno americano antes de trabajar allá, ¡y que entonces no sabía quién los tenía!

De hecho, en una ocasión, la persona que me atendió en el Cones me dijo, “no sé por qué te están mandando a buscar todo esto porque tenemos copias de todo aquí en su récord”. Ya Uds. Se podrán imaginar la frustración e ira que experimenté, además de que todo esto fue en medio de un tiempo en que sufrí una gran depresión. En medio de este desierto lo que quería era regresar a mi país porque sentía que no merecía pasar por todo esto.  Y la realidad es que fue un trato abusivo de parte de ellos, sin embargo, Dios lo utilizó para aterrizarme. Ya yo no era la doctora encargada de diferentes departamentos de un hospital en EU, sino una extranjera más nadando en corrientes extrañas.  En aquel tiempo me sentí sola, frustrada y acorralada. Estaba evaluando todo por debajo de sol, y no estaba viendo lo que Dios estaba haciendo en mí. Hasta que un día caminando hacia mi carro al salir del Cones para regresar a casa con las manos vacías una vez más, sentí en mi corazón que Él Señor me dijo que mi problema era que no estaba dispuesta a pagar el precio para que más personas pudieran llegar a conocerle a Él. ¡Esto fue para mí un OUCH en mayúscula! Y en ese momento Dios en Su misericordia no me revelo que esto era además una falta de amor de mi para Él.  Esta falta pude entenderla más adelante, cuando no solo podía entenderla, sino también aceptarla y arrepentirme.

Lily: Gracias a Dios que Su revelación es progresiva, esta va a la mano de nuestra madurez espiritual.  Todas hemos pasado por experiencias parecidas porque esto es lo que produce el crecimiento en nosotras. Y algo que me parece increíble también es que cuando estamos pasando por este desierto, a veces en nuestra necedad podemos sentir que no lo necesitamos.  Y la realidad es que hasta que nos postremos y nos humillemos delante de nuestro Dios, permaneceremos en el desierto.

Aun cuando sintamos como si Dios está ausente, como si nos hubiera abandonado, la realidad es que Sus hijos siempre están caminando en la palma de Su mano.

La única forma en que Dios te puede usar es si Él primero te forma a Su imagen. Y debemos recordar que, hasta Jesucristo, Dios encarnado, pasó por el desierto, y varias veces. Desde el hecho mismo de que Jesús dejó su trono y vino a caminar con las limitaciones propias del hombre, ya esto en sí mismo fue como un desierto. Leamos Lucas 2:52 cuando justo después de que María y José volvieron a Jerusalén, que no encontraron a Jesús en la caravana porque este estaba enseñando en el templo, leamos: “Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.”

Aileen: El segundo desierto de Jesús fue cuando pasó 40 días en ayunas en preparación para iniciar Su ministerio, y Satanás aprovechó la ocasión para tentarlo. Aun en medio del hambre y la sed, cuando de seguro se sintió débil y cansado por la falta de comida, Satanás no pudo provocarlo para pecar. Esta historia siempre me llama la atención porque para mí es como el equivalente a la caída de Adán y Eva, sin embargo, esto fue mucho más difícil, más Jesús lo soportó y derrotó la trama del enemigo. Adán y Eva estuvieron en medio de un jardín fructífero, mientras que Jesús estuvo literalmente en medio del desierto. Mientras ellos tuvieron todo lo que necesitaban, Jesús pasó hasta hambre. El enemigo trató de tentar a Jesús con comida, cuando lo retó a convertir las piedras en pan. Mientras que a Adan y Eva le ofreció la fruta prohibida. Hay muchas similitudes sin embargo la respuesta de Jesús fue totalmente opuesta a la de Adán y Eva. ¡Ellos rechazaron la palabra de Dios y Jesús utilizó la misma palabra para derrotar a Satanás!

Y antes de continuar al tercer desierto de Jesús, quiero leer la razón por la que Jesús entró en este desierto.  Leamos en Mateo 4:1, “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el diablo.” Así como vemos que el desierto de Jesús fue dirigido por Dios, así también nuestros desiertos.

Cathy: El ultimo desierto para Jesús fue la cruz. Tanto su pueblo como los gentiles le rechazaron y lo condenaron. Estas son las mismas personas que Él creó. El Sabio del universo fue insultado, maltratado y abusado por criaturas débiles e ignorantes.  Sin embargo, Él, con el poder de destruirles a todos con tan solo una palabra, ¡siguió adelante en obediencia al Padre para salvarnos a todos nosotros!

Jesús fue abandonado por sus mejores amigos y rechazado por Pedro. A tal punto que cuando nuestros pecados fueron colocados sobre Sus hombros, este sintió el abandono del Padre, y es cuando Jesús exclamó, “Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: ELI, ELI, ¿LEMA SABACTANI? Esto es: DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?” (Mateo 27:46). El Hijo siempre ha estado en comunión total con El Padre y El Espíritu desde la eternidad, y por primera y única vez, este no sintió Su presencia. Por eso hebreos 4:14-15 nos dice, “Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado.”

Lily: Jesús experimentó todo lo que un ser humano vive aquí en la tierra.  Lo único que nunca hizo fue pecar contra Dios, aun cuando le tocó vivir condiciones peores de lo que a cada uno de nosotros nos ha tocado padecer.  Él vivió en la oscuridad, nació en un pueblito de padres pobres y desconocidos por el mundo. Él trabajó como un carpintero donde nadie le conocía y después de tener 30 años, fue que comenzó su ministerio y eligió a 12 hombres para invertirse en sus vidas y equiparles en el evangelio que tenía para compartirles. En los primeros 30 años de la vida de Jesús, antes de comenzar el ministerio, imagino que nadie sospechó que este era El Salvador. Y aunque su vida fue corta, Jesús pasó la prueba del tiempo en los 30 años de oscuridad y anonimato que pasó.  Su ministerio fue por tan solo 3 años, cuando caminó por diferentes lugares acompañado por sus discípulos.  Él no tenía un lugar que pudiera llamar su casa, y aunque experimentó soledad, el tiempo que pasó solo, lo aprovechó para comunicarse con Su Padre. Y aunque las muchedumbres le seguían, solo unos pocos realmente le llegaron a conocer bien, de hecho, solo algunos pocos que querían conocerle.  El resto solo le seguían porque estaban interesados en beneficiarse de Jesús y recibir de Él sus milagros y prodigios. No le seguían para conocerle ni ser sus discípulos. Jesús como Dios que era, obviamente pensaba diferente al resto del mundo y constantemente tenía que enseñar, reprochar, animar, y confrontar a aquellos a su alrededor. Y esta diferencia en si le produjo mucha soledad, y la necesidad de darse constantemente en su humanidad, fue agotadora.   

Aileen: Y dadas todas las incomodidades que a Jesús le tocó vivir, y que Lily apenas mencionó tan solo algunas de ellas, ¡Jesús hizo un Doctorado en tribulaciones y aflicciones!

Jesucristo, la segunda persona de la Trinidad pasó por todas las etapas que hemos mencionado que caracterizan el tiempo en el desierto, más sin embargo Jesús lo superó con una nota de 100, con honores!

Y por si acaso su ejemplo de vida aquí en la tierra no fuera suficiente para alentarnos y llenarnos de esperanza, recordemos también que ahora Él “vive perpetuamente para interceder por ellos.” (Hebreos 7:25) La vida del cristiano va más allá de lo que podemos entender. Y aun mejor ahora, que Él está obrando a través de nosotras y por eso Efesios 3:20 nos dice que Él “es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros.”

De nuevo reconocemos que Sus caminos y pensamientos no son los nuestros y mientras más estudiemos la Palabra, mejor entenderemos el por qué Pablo nos dice en 1 Tesalonicenses 5:16-18, “Estad siempre gozosos; orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.”

Cathy: Y esta semana me tocó a mi velar porque cumplamos con terminar el programa a tiempo. ¡¡¡¡Y mis queridas ya se nos agotó!!!!

Escuchemos Su voz mientras estudiamos Su Palabra esta semana y no dejen de sintonizarnos en nuestro próximo programa. Y si tienen preguntas sobre los temas que estamos tratando, peticiones de oración o una consulta puntual pueden enviarlas a nuestra página o escribirnos a [email protected].  ¡Nuestra motivación y deseo es compartir con otras hermanas en la fe lo que por gracia Dios nos ha ido revelando!

Y como siempre para terminar le recordamos que necesitamos de sus oraciones para seguir llevando el mensaje del evangelio para edificación de Su pueblo. Es una realidad que existe oposición a la predicación del evangelio y es por esto que necesitamos en todo tiempo orar. Oremos por el programa Mujer Para la Gloria de Dios, y toda la programación de Radio Eternidad. ¡Necesitamos la protección de nuestro Señor!

Lily: Ya saben que pueden seguirnos en Twitter e Instagram escribiendo a @MPLGDD y en Facebook Mujer para la gloria de Dios. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios delante, aquí en Radio Eternidad, impactando el presente con un mensaje eterno.