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La suficiencia del ministro de la Palabra – Pastor Miguel Núñez

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En la continuación de la serie Poder En La Debilidad sobre la segunda carta del apóstol Pablo a la iglesia de Corinto, el mensaje de hoy del pastor Miguel Núñez fue titulado: La Suficiencia Del Ministro De La Palabra, el cual se basó en 2 Corintios 3:1-6, esencialmente el versículo 5 donde Pablo dice que su competencia no viene de sus fuerzas, sino que proviene de parte de Dios.

En estos versículos Pablo hace defensa de su ministerio al comenzar diciendo en forma de preguntas retóricas que no necesita cartas de recomendaciones, aunque eran muy comunes en esta época por la cantidad de impostores que aparecieron, ya que su ministerio era ampliamente conocido por los corintios. Por lo que su defensa se basa en los siguientes elementos fundamentales:

1.- Presentación del ministro de la palabra. Las preguntas que hace Pablo tienen como respuesta un rotundo no. El no se está auto-recomendando, solo ponía delante de sus ojos las cosas que había hecho por ellos. Les llevó el evangelio de salvación. Y tampoco necesitaba cartas de presentación y/o recomendación porque la mayor evidencia de que lo conocían eran ellos mismos, sus vidas transformadas. Su obra de ministerio era la mejor carta de presentación.

2.- El autentificador del ministro de la palabra. Pablo les dice que Cristo, a través de Su evangelio de salvación, es la carta de presentación. Que ellos son su carta de presentación, la cual está escrita en sus corazones, no en tablas de piedras como la Ley de Moisés. Les dice que la ley de Cristo fue escrita en sus corazones, y el amor de Cristo fue derramado en ellos ampliamente. No fue escrita en tablas de piedras, como la Ley de Moisés, sino sobre las tablas de carne del corazón. Significa que había una confirmación en el corazón de Pablo en cuanto a la validez de su ministerio por las vidas cambiadas de los corintios. El estilo de vida que llevaron resaltó en gran contraste con la cultura secular, inmoral y malvada de Corinto. Sus vidas dieron gran evidencia de una divina transformación, tanto a Pablo como al mundo. Sus propias vidas autentificaban y eran testigos del ministerio de Pablo.

3.- La suficiencia del ministro de la palabra. La confianza de Pablo para predicar el evangelio y sustentar su ministerio proviene de su relación con Cristo, y hacia Dios. Su confianza y seguridad no procede de él, no es el fruto de las suficiencias de sus talentos y dones, proceden del Espíritu Santo. Pablo le atribuye toda la gloria a Dios, porque toda nuestra dependencia es del Señor, así toda la gloria le pertenece solo a Él. Solo el Espíritu de Dios pudo haber transformado la vida de los mundanos corintios, Pablo no se la acredita a él mismo. Dios siempre desea equiparnos con la habilidad de hacer cualquier cosa que Él requiera. Cuando reconocemos que Dios es la fuente de toda nuestra habilidad, Él recibe toda la alabanza y toda la gloria. Porque Él nos prepara para la obra y prepara la obra para nosotros.

4.- La diferencia entre un ministro de la gracia y un ministro de la ley. Pablo les dice a los corintios que Dios lo hizo suficiente para el ministerio del nuevo pacto. Dios lo hace suficiente a través de darle salvación y haber transformado su corazón. Pablo es un ministro del nuevo pacto, había dejado de ser ministro de la ley cuando Dios lo hizo abandonar las persecuciones a la iglesia y equiparlo para servirle a Cristo. Este nuevo pacto es el pacto de la gracia, por el derramamiento de la sangre de Cristo en la cruz para el perdón de los pecados.

Este compromiso no se apoya en la Ley, sino en el Espíritu de Dios. Porque la ley condena al pecador a muerte, porque no hay quien cumpla a cabalidad la ley, sólo Cristo, pero el Espíritu de Dios da nueva esperanza, da vida, vida eterna.

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