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La suficiencia de las Escrituras

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En los versículos de hoy, 2 Timoteo 3:14-17, el apóstol Pablo le exhorta a su discípulo y amigo íntimo Timoteo, su hijo espiritual, a que siga las doctrinas aprendidas de las Sagradas Escrituras, porque a través de su autoridad y suficiencia son la revelación divina. Esta segunda carta de Pablo a Timoteo la escribió estando en la cárcel de Roma poco antes de morir en el año 67. Le muestra que la Biblia es una guía segura a la vida eterna, esta recoge lo dicho o inspirado por Dios a través de los profetas y apóstoles. La Palabra es de provecho para todos los propósitos de la vida cristiana. Es útil para todos, porque todos necesitamos ser enseñados, corregidos y reprendidos. En las Escrituras hay algo apto para cada caso.

También tenemos 2 Pedro 1:3 en el que el apóstol Pedro nos exhorta a crecer en la fe agregando el ejercicio de diversas virtudes. Esta segunda carta del apóstol Pedro fue escrita dos años después de la primera y poco después de haber sido azotado en la cárcel en el año 67. La fe une verdaderamente a Cristo con el creyente débil y con el fuerte y purifica realmente el corazón de uno y del otro. La fe obra santidad y produce efectos en el alma que ninguna otra gracia puede producir. Este crecimiento en la fe se obtiene a través de las Escrituras, las cuales son suficientes. Tal crecimiento es una meta que también es vital para el cristiano actual, por lo que no necesitamos las tradiciones. Los atributos de la Palabra son: autoridad, suficiencia y claridad. La inspiración de Dios en la Palabra implica cada uno de estos atributos.

Con el tema de hoy, que es la suficiencia de la Palabra, nos referimos a que las Escrituras nos bastan completamente para conocer el carácter de Dios y para glorificarlo con nuestra vida personal. Cuando la Biblia habla de un tema es totalmente autoritaria y está por encima de la ley y de la ciencia.

Las Escrituras son suficientes para enseñar, reprender, corregir e instruir.
Suficientes para enseñar de la salvación del hombre. Son suficientes para darle vista a los ciegos espirituales y crea fe al mismo tiempo. No existe testimonio que pueda crear fe como lo hace las Escrituras. El mismo poder que creó el universo es el mismo poder que usa Dios para levantar muertos y llevarlos a una nueva vida.

Suficientes para enseñar la santificación. Cuando la santificación no se observa en el creyente no es por falta de la Palabra, es por negligencia de la persona.

Suficientes para reprender. Cristo mismo utilizó las Escrituras para reprender a Satanás cuando lo tentó en el desierto. Son suficientes para librar batallas espirituales.

Suficientes para corregir al que está en error. Las Escrituras están llenas de pasajes acerca de la corrección de nuestro carácter equivocado. Como muestra tenemos el pasaje de Aquila con Apolo, que lo corrige en sus enseñanzas.

Suficientes para instruir en justicia. Las Escrituras nos guían a un comportamiento correcto. Dios revela lo correcto, lo que debemos asumir en nuestro caminar.

Dios nos ha concedido todo este conocimiento a través de Cristo y su Palabra, y debo continuar ese crecimiento, porque mientras más lo conozco mejor vivo y mejor glorifico Su nombre. Este crecimiento y conocimiento de Él lo obtengo a través de las Escrituras que revela Su mente y Su corazón.

Las Escrituras también son suficientes para levantar y cultivar la esperanza de Su pueblo. Dios es fiel y cumple todas Sus promesas. Dios consuela Su pueblo a través de la Palabra. Igualmente mejora nuestra perspectiva de la vida. Su Palabra es nuestro deleite, por lo que trae perspectiva correcta a nuestra vida.

 

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