Estás invitado…
Esta es la época del año que parece que todos los días hay otro evento de Navidad. Están los programas y fiestas escolares, la fiesta de la oficina, la fiesta de las clases de la Escuela Dominical, el té de Navidad, y así sucesivamente. Tal vez te guste todo esto. O tal vez prefieras quedarte en casa descansando y no tener que conversar en una reunión más. No importa cómo te sientas con las fiestas navideñas, necesitas saber que has sido invitado a una celebración muy importante esta Navidad que no quieres perderte. Esta invitación no pretende ser una carga; por el contrario, está destinada a aliviar tu carga. Jesús mismo te ha invitado, y así dice la invitación:
“Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar. Tomen mi yugo sobre ustedes, y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil, y mi carga es ligera». (Mateo 11:28-30)
Esta invitación no te invita a venir a un lugar o a una fiesta, sino a una persona. Jesús las invita a venir a él. Es fácil ir a una fiesta y no tener ninguna interacción significativa con el anfitrión o la anfitriona. Pero este no es el tipo de encuentro que Jesús tiene en mente. Quiere prestarte toda su atención. No tendrá prisa. Quiere disfrutar de ti. Quiere que lo disfrutes. Esta invitación es para algo más que una breve visita. Quiere que hagas tu casa en él, que realmente entres en todo lo que él es y todo lo que tiene para ti.
[Jesús] quiere que hagas tu hogar en Él, que realmente entres en todo lo que Él es y todo lo que tiene para ti.
Todos los que trabajan y están cargados
Esta invitación está dirigida a todos los que están cansados y llevan cargas pesadas. Tengo que admitir que a veces sólo pensar en la Navidad me cansa. No es la compra y la envoltura de los regalos lo que resulta tan agotador para mí, sino la decisión de qué regalarle a la gente. No me dieron el gene de la decoración, así que encuentro que la decoración navideña es frustrante porque simplemente no me sale como lo hacen en las casas de otras personas, y es mucho trabajo para armar y luego deshacer unas semanas más tarde.
Al pensar en la próxima temporada navideña, ¿te da un poco de cansancio? ¿Estás cansada de tratar de averiguar qué regalarles a todas las personas de tu lista, cansada de los conflictos en tu familia que hacen que las reuniones familiares sean menos agradables? ¿Llevas las cargas del cielo esta temporada navideña? ¿La carga de tener un espíritu generoso pero un presupuesto pequeño? ¿La carga del exceso de compromisos o de las expectativas poco realistas? ¿La carga de una relación rota? Esta invitación es para aquellas que están cansadas y llevan pesadas cargas.
Jesús tiene un regalo que quiere darte cuando vengas a Él. Quiere darte descanso. Esto no es sólo un regalo para aquellas que son demasiado aburridas para tener algo mejor que hacer o para aquellas con un tipo de personalidad particular. Este regalo es para ti. Cuando Jesús pronunció estas palabras, tenía en su mente todas las cargas que los líderes religiosos judíos habían añadido a la ley. Con el tiempo, se habían añadido tantas reglas quisquillosas a los mandamientos sencillos de Dios, que el pueblo estaba completamente abrumado. No había manera de que pudieran estar vivir a la altura de ellos.
Jesús quiere quitarnos esa carga y cargarla por nosotras. Él toma la carga de todos nuestros esfuerzos fallidos para ser lo suficientemente buenos, y nos da a cambio su propia bondad perfecta. Jesús sabe exactamente lo que más necesitas esta Navidad. Sabe lo que te satisfará y te sirva perfectamente, aunque no hayas pensado en ponerlo en tu lista. Sabe que lo que necesitas es un verdadero descanso, no solo para tu tarjeta de crédito, para tu cuerpo, o para tu agenda, sino para tu alma. Sólo Jesús puede darte descanso al alma.
Cómo venimos
¿Cómo venimos? ¿Cómo damos un RSVP a la invitación de Cristo? «Toma mi yugo sobre ti y aprende de mí.» Al principio el yugo que Cristo quiere darte puede sonar como una carga. Pero el yugo de Jesús es lo que hace que todas las demás cargas sean soportables. El yugo que Jesús nos da nos conecta tan estrechamente con él para que así él comparta la carga y cargue con las nuestras. Quiere soportar el peso de tus cargas con sus hombros fuertes. Jesús quiere enseñarte de qué se trata. ¿Cómo vas a aprender de él? Inclinándote hacia él y experimentándolo. Negándote a conformarte con la fe de segunda mano de tus padres o las ideas de segunda mano de otras personas que leen la Biblia y luego te dicen lo que dice. Aprendes de él escuchándolo. Jesús nos habla a través de su Palabra, la Biblia. ¿Abrirás la Biblia durante esta ajetreada temporada navideña para que puedas aprender de El?
Eterno, Esencial, Significativo, Sosegado Jesús es gentil y humilde de corazón. Es la clase de persona con la que quieres estar y no evitar en las fiestas de Navidad. Él es el tipo de persona de la cual quieres aprender. Pero aquí está el masaje. Simplemente no podemos aceptar todas las otras invitaciones que requieren de nuestro tiempo y atención durante esta temporada si vamos a aceptar esta invitación de Jesús. Esta Navidad, escucha a Jesús diciéndote: «Aléjate de lo que es estresante pero insignificante. Di «no» a lo que está vacío para que puedas entrar en lo que es eterno, esencial, significativo, sosegado. Ven a mí.»
*Traducido por el equipo de Ezer con la autorización de Crossway.org.