Mucho se ha hablado y escrito, y con mucha razón, sobre la importancia de la madre en el desarrollo emocional de un niño, pero ¿Qué pasa con los padres? ¿Tienen ellos igual relevancia en la vida de los hijos?
Está comprobado que los padres también juegan un papel muy importante en el desarrollo y crecimiento de sus hijos. Las investigaciones realizadas a través de los años demuestran que el amor y el cuidado de los padres son igualmente importantes que el de las madres para la salud física y mental, así como para el bienestar de un niño.
Las Escrituras definen claramente lo que es un padre. Proverbios 3:11-12, Proverbios 22:6 y Efesios 6:4 son pasajes claves en cuanto a esto. Como padres, uno de los deberes principales es “instruir al niño en el camino de nuestro buen Dios”, lo cual significa que los padres necesitan ser el primer guía y maestro de lo que sus hijos puedan enfrentar a lo largo de sus vidas. Los padres tienen responsabilidades básicas algunas de ellas: La responsabilidad de dirigir, la de buscar la voluntad de Dios, la de orar y adorar, la de proteger lo hermoso, lo inocente y lo bueno de sus hijos, y la responsabilidad de proveer para aquellos que aman y dirigen.
Recientemente ocurrió una masacre en la escuela primaria de Uvalde localizada en el estado de Texas en Estados Unidos, cuando un adolescente de 18 años irrumpió en la primaria Robb con una pistola de mano y un rifle R-15, se atrincheró en un salón de clases y comenzó a disparar dejando 21 personas muertas (19 de ellos niños y 2 maestras). Antes de dirigirse a la escuela había disparado contra su abuela de 66 años por motivos desconocidos.
A raíz de este incidente, la peor masacre ocurrida en una escuela de Estados Unidos en casi una década, tuve la inquietud de leer un poco sobre las estadísticas de este tipo de acontecimiento. Encontré que el Dr. Warren Farrell, PhD junto a John Gray, PhD, han publicado recientemente el libro “The Boy Crisis” (La crisis del niño) en el cual mencionan que 26 de los 28 varones autores de matanzas en los Estados Unidos crecieron sin una figura paterna. Los niños con carencia afectiva por parte de los padres son más propensos a consumir alcohol en exceso a temprana edad, a comportarse como unos abusadores o tienden a dejar sus estudios. Ese daño que padecen esos niños, en muchas ocasiones se exterioriza dañando a los demás.
De acuerdo con los autores los niños definitivamente necesitan una figura paterna. El Dr. Farrell identifica las 10 causas de la crisis en los niños y afirma que, la causa más importante es la falta de una figura paterna o la poca implicación del padre en la educación de los hijos. En el libro explica que los niños que carecen de una figura paterna o cuya figura paterna está muy debilitada, sufren esa carencia en 70 diferentes áreas en comparación con los niños que tienen una figura paterna.
Farrell y Gray en su libro exploran brillantemente los retos que enfrentan los niños. Con relación a los varones hablan de varias crisis y dos de ellas son una crisis de paternidad y la de propósito. Los varones están creciendo con padres menos involucrados y son más propensos a dejar la escuela, a beber, a usar drogas, y a convertirse en delincuentes y terminar en prisión. El sentido antiguo de propósito de ser un guerrero, un líder o un único proveedor se está desvaneciendo. Muchos niños brillantes están experimentando una “nulidad de propósito”, sintiéndose enajenados, ignorados, y adictos a la gratificación inmediata.
Tomemos el punto de la crisis de la paternidad que mencionan estos autores y estudiosos del tema. Me llama la atención un nuevo estudio realizado por la Universidad de Connecticut en Estados Unidos, dirigido por Ronald Rohner, y el cual afirma que ninguna experiencia ha demostrado tener un efecto tan fuerte en la personalidad como el rechazo: “Los niños reaccionan de la misma manera por igual cuando se sienten rechazados por sus cuidadores”, indica el investigador. De acuerdo con este estudio, la relación buena o mala que el hijo tiene con su papá interfiere en sus características como persona; cuando los niños no son amados por su padre, su personalidad no se desarrolla adecuadamente. Al estudiar más de 10,000 participantes, encontraron que los pequeños que no son amados por sus padres desarrollaron más ansiedad, inseguridad y son más agresivos.
¿Estás ayudando a tu esposo a cumplir su rol como padre?
Es una realidad que muchos padres tienen dificultad al expresar sentimientos, quizás por la crianza que recibieron o la cultura a la cual pertenecen. Si tu esposo o el padre de tu(s) hijo(s) es uno de ellos, tu amor de madre te permitirá como ayuda idónea darle una mano para que esto mejore. Y aquellas madres que por problemas personales, por intereses propios que no tienen nada que ver con los hijos, impiden la presencia de la figura paterna en la vida de sus hijos, es bueno recapaciten, sean madres conscientes y protejan la salud emocional de los mismos.
Siempre se ha dicho que el amor de una madre es irremplazable, pero es una gran verdad que la figura del padre es muy relevante en la vida de los hijos.