Aileen: Bienvenidas a Mujer para la gloria de Dios, les habla Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz. MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de La IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría.
Mayra: Les invitamos a suscribirse al canal de YouTube de Integridad y Sabiduría, darle me gusta a este video y compartirlo para que este contenido sea de edificación para muchos. El programa de hoy lo hemos titulado “Jesús, el asegurador de mi futuro”.
Cathy: Gracias a Dios por todas aquellas que nos apoyan con su sintonía y mensajes. ¡En verdad es una bendición poder compartir con ustedes! Esperamos que al final del programa podamos contestar esta pregunta ¿Evidencia mi vida que mi confianza está en el Señor? Como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a presentarnos a nuestro Señor, oremos.
Aileen: En el programa anterior vimos como los judíos, y nosotras también, vivimos en la tierra prometida que Dios nos regaló, sin embargo, no disfrutamos del descanso prometido. ¡Seguimos caminando sin descansar en el Señor dada nuestra falta de fe y desobediencia!
Habacuc nos dice en el capítulo 2:4 que “el justo por su fe vivirá,” y Pablo nos repite esto mismo en Romanos 1:17. Esto ha sido así desde el principio de la creación y será así hasta la eternidad.
Mayra: La definición de fe en el mundo, no es lo que los cristianos entendemos por fe. El mundo quiere ver antes de creer, mientras que Dios nos dice, a través del autor de Hebreos en el capítulo 11:1, “la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Para el mundo creer, necesita primero ver. Por lo que su conclusión es que tener fe es de tontos, y contradice o ignora la razón. Es totalmente lo opuesto.
Para vivir por fe, necesitamos discernimiento para entender lo que está ocurriendo, basado en una interpretación de los eventos pasados. Se trata sobre lo que no es obvio.
Cathy: ¡Lo que estás diciendo entonces es, que para tener sabiduría necesitamos discernimiento, que por definición es observar lo que no es obvio! La fe no es contraria a la evidencia, sino que esta va más allá de la evidencia, es ver el cuadro completo. Los científicos necesitan hacer teorías, y luego hacer estudios para probar estas mismas teorías.
Para el cristiano, lo que necesitamos hacer es evaluar lo que Dios ya ha hecho y lo que ha prometido para entonces llegar a nuestras conclusiones.
Aileen: Claro que el tener fe no implica ignorar la evidencia, sino que implica ir más allá de esta, y, por ende, no esperar ver todo para actuar. Fe es confiar en un Dios Todopoderoso que ha prometido cumplir Sus promesas, siempre teniendo la mejor intención en su mente, en todo tiempo. La calidad de nuestra fe no depende de la cantidad de fe que tengamos, ¡sino de que centremos nuestra fe en Jesús!
Mayra: Si tu fe está centrada en alguien o algo falible, muy posiblemente no tendrás lo que esperas. Sin embargo, cuando dependes de un ser infalible y bueno, entonces sí puedes confiar 100% en todo lo que ha dicho y hecho. Por eso es que es tan importante que no solamente creamos en que hay un dios, sino que tengamos una relación personal con en este Dios verdadero. Por esto Proverbios 14:12 nos dice, “Hay camino que al hombre le parece derecho, pero al final, es camino de muerte.”
Cathy: Para obtener el descanso que Dios nos ofrece, el conocimiento debe ser acompañado con la actitud de confianza en este conocimiento, y tomar la acción necesaria para completarlo. Por esto, Hebreos 4:11, “esforcémonos por entrar en ese reposo, no sea que alguno caiga siguiendo el mismo ejemplo de desobediencia.” Como dice la escritora Priscilla Schirer, “la fe es un verbo”.
Aileen: Claro, como nuestros corazones son engañosos, podemos creer que tenemos fe. Sin embargo, cuando llega la prueba y no actuamos en base a esta fe, entonces realmente no tenemos fe, sino solo conocimiento. La fe trae convicciones y son las convicciones las que nos mueven en una dirección y otra.
Mayra: Dios es quien nos ha provisto del reposo, sin embargo, si no confío en que Dios me proveerá, seguiré trabajando sin descansar y esperar a tener lo que el Señor quiere darme. Esto tiene varias repercusiones. Primero, confío más en mi habilidad y talento que en Dios, lo cual es idolatría porque yo soy quien ocupa el trono de mi vida. Segundo, cuando Dios provee, me creo que soy yo la fuente y pierdo la cercanía que pudiera tener con Dios porque estoy robando Su gloria, lo cual es pecado.
Cathy: Mayra, también suceden dos cosas más. La tercera es que es que mi fe no crece porque soy incapaz de percibir Su amor y cuidado al proveerme lo que necesitaba y, cuarto, ¡me pierdo el descanso que mi alma necesita!
Aquellas que nos tuvieron escuchando en nuestra serie de estudio sobre el día de reposo recordarán que Dios estableció el reposo para nuestro beneficio. Para acercarnos más a Dios y aprender a verle obrar en nuestras vidas, ¡lo que automáticamente aumentará nuestra fe y amor por Aquel que nos ha dado todo!
Aileen: Que paradoja la de nuestra naturaleza pecaminosa: ¡seguimos esforzándonos para conseguir lo que Dios ya nos ha provisto!
De nuevo pensamos en Isaías 55:8 porque Sus pensamientos no son los nuestros. Esta es la razón por la que necesitamos venir donde Dios, rendir nuestras vidas a Él y aprender a confiar más en lo que Él dice y no en lo que yo sienta. ¡Solo así encontramos contentamiento con Su provisión!
Mayra: Otra paradoja es que, la única forma en que podemos aprender esto es con la práctica al observar lo que Dios hace. Esto me hace pensar en el versículo de Juan 14:21, “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.”
Cathy: Mientras no obedezcamos a Dios, ¡no podremos experimentar Su presencia! Podremos acumular mucho conocimiento sobre este gran Dios, ¡pero no una vivencia personal con el Cristo vivo! Solo cuando lo experimentamos es que podremos entender a lo que este versículo se refiere.
Al experimentar esta intimidad con Dios, ¡nuestra fe crece porque ya no es un versículo en la Biblia sino una vivencia que cambia nuestros corazones!
Aileen: Esto en sí nos estimula a seguir en obediencia y, paso a paso, nuestra fe crece. Dios, quien no se cansa, descansó en el séptimo día de la creación. Pero antes de descansar, Dios declaró que todo era bueno en gran manera y no había nada más que añadir. Si bien los seres humanos somos los encargados de cuidar de la creación, ¡quien provee todo es Dios!
Mayra: Si no creemos que Él ha provisto todo, y que continuará proveyendo todo, seguiremos trabajando sin parar dada nuestra incredulidad en un futuro incierto.
De nuevo, a menos de que reposemos en las promesas de Dios, nunca experimentaremos esta seguridad.
Esto tiene implicaciones tanto sobre nuestra vida terrenal como sobre nuestra vida espiritual. A menos de que confiemos en la obra ya hecha y completada por Jesús en la cruz, estaremos todavía tratando de ganar nuestra salvación por obras, lo cual la Biblia nos enseña que es imposible (Efesios 2:8-9).
Cathy: Es interesante que, en la historia de la creación, Dios dice seis veces, “Y fue la tarde y fue la mañana” y luego terminaba estableciendo el día primero, el segundo etc. Pero al séptimo día terminó diferente, leamos, “Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.” (Génesis 2:3) Todos los días de nuestras vidas como cristianas, debemos reposar en Dios. Por esto El Señor nos dice en Mateo 11:28, “Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar.”
Aileen: Noten que hace referencia a una vida de descanso, y no solamente a un día de reposo, como Hebreos 4:9-10 nos dice, “un reposo sagrado para el pueblo de Dios”.
Cuando descansamos en el Señor, aun en medio del trabajo, sabemos que Él orquesta todo, Él controla todo y los resultados dependen de Él. Esta confianza hace que el estrés y la frustración propia de trabajar en un mundo caído sea llevadera porque reconocemos que todo lo que ocurre responde a Su propósito.
Mayra: Dios quiere llenar nuestros anhelos y necesidades. El asunto es que no siempre nuestros anhelos se alinean con los que Dios sabe que mejor nos convienen.
Salmo 37:4 nos enseña, “Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón.” Cuando Él es nuestro deleite, Sus anhelos para nosotras se convierta en nuestros anhelos. Por eso el siguiente versículo de este Salmo dice, “Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en El, que El actuará;” ¡Él es quien hace la obra y nosotras podemos descansar en Él aun en medio del trabajo!
Cathy: Cuando nos rehusamos a confiarle a Él nuestro futuro, nuestras finanzas o cualquier otra cosa, es porque nos domina el orgullo y creemos que sabemos mejor que Dios, lo que necesitamos y cómo solucionarlo. Aunque nuestra mente no haga la conexión, ¡nuestro corazón engañoso piensa y actúa como si estuviéramos por encima de Dios! Solo cuando identificamos en nuestras vidas la mentira es que podemos arrepentirnos y reemplazarla con la verdad. Dios se merece toda nuestra confianza porque, en Su omnisciencia, amor y bondad, Él es el único que puede protegernos y proveernos todo lo que necesitamos.
Aileen: Es importante aclarar que no se trata de que Dios nos va a proveer todo lo que quieran nuestros corazones engañosos. Además de que nuestros corazones no entienden todo lo que está ocurriendo y en verdad es incapaz de saber lo que mejor conviene en el futuro.
El ser humano sin Dios vive en una dicotomía. Por un lado, tiende a creer que es capaz de llenar sus necesidades sin necesidad de Dios. Sin embargo, como no conoce el futuro, se esclaviza al trabajo porque necesita ahorrar dinero por si acaso.
Mayra: Aunque el corazón cree que es capaz, la mente tiene miedo porque el futuro le es incierto y la incertidumbre hace desaparecer la paz. ¡Muchas veces el mismo miedo es lo que nos impulsa a tomar decisiones no sabias! Cuando reconocemos que Dios es bueno y que Él quiere lo mejor para nosotras, ¡no nos preocupamos por el futuro y descansamos en el presente!
Cathy: Las realidades de la vida son muy diferentes cuando confiamos en el Dios verdadero y le obedecemos. Sin embargo, podemos ser cristianos confesos, pero por falta de conocimiento de Dios, nuestras vidas pueden parecerse más a los paganos que a los cristianos. Mientras que, cuando reconocemos que Dios es Todopoderoso, que Su bondad nunca falla y que nos ama y nos cuida, entonces, antes de actuar, procuraremos presentarle todo a Él para Su aprobación y ayuda.
Al igual que hizo Pedro, concluiremos preguntándonos: “¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios.” (Juan 6:68-69)
Aileen: ¡Que buen punto para terminar el programa de hoy e invitarlas a que nos acompañen en el próximo programa donde continuaremos con esta serie sobre la vida única de Jesús! Es importante reflexionar sobre lo que hemos estudiado hoy mientras seguimos estudiando Su Palabra esta semana.
Queridas hermanas, queremos recordarles que en MPLGDD necesitamos de sus oraciones. No dejen de orar por nosotras… ¡Necesitamos la protección de nuestro Señor!
Cathy: Ya saben que pueden seguirnos en Twitter e Instagram escribiendo a @MPLGDD y en Facebook Mujer para la gloria de Dios. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, ¡bendiciones!