Aileen: ¡Saludos a todas! ¡Una nueva vez Dios nos permite compartir en MPGD! Cathy, Mayra y Aileen le damos la bienvenida!
MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría.
Mayra: ¡Gracias por sintonizarnos! ¡Les invitamos a suscribirse al canal de YouTube de Integridad y Sabiduría, para compartir nuestros podcasts!
Cathy: El programa de hoy lo hemos titulado “¿Dónde está Dios en medio de nuestra depresión?” Y la pregunta que esperamos que para el final del programa podamos contestar es ¿Que tanto confías en Dios en medio de tus tristezas?
Aileen: Siempre nos maravilla el ver cómo nos apoyan con su sintonía y oraciones. ¡En verdad es una bendición! Continúen orando por todo el equipo de MPGD.
Mayra: La semana pasada vimos cómo David se deprimió en más de una ocasión y por diferentes pruebas. Sin embargo, la peor depresión que experimentó fue como consecuencia de su propio pecado.
Pero David fue sabio, porque cuando recapacito y se arrepintió, se refugió en el Señor, ¡la única solución a nuestra tristeza!
Hoy queremos estudiar a otro grande de la fe en medio de sus depresiones, el profeta Jeremías.
Cathy: Es importante entender lo que ocurría en el tiempo en que Jeremías vivió. Este fue el último profeta del reino del sur, antes de la caída de Jerusalén ante el imperio de Babilonia. Para ese momento, el reino del norte había sido invadido por los asirios, y el pueblo judío llevado en cautiverio. Por eso Jeremías les profetizaba que a menos de que ellos en el reino del sur, cambiaran sus maneras de vivir, les iba a ocurrir lo mismo. Desafortunadamente, nadie le hizo caso a Jeremías, ¡hasta lo vieron como a un enemigo!
Aileen: A pesar de la oposición, Jeremías fue un profeta fiel, que permaneció predicándole al pueblo, hasta cuando fue llevado a Babilonia.
Un dato importante es que Jerusalén fue invadido en 3 ocasiones diferentes, a lo largo de 19 años. Y Jeremías siempre permaneció en Jerusalén, hasta cuando la destrucción fue tal, que el Templo fue destruido en esa 3era y última invasión. Para el pueblo judío, aquellos fueron tiempos oscuros, peligrosos y vergonzosos.
Mayra: Era el Señor quien había mandado a Jeremías a predicar un mensaje que, dado que su corazón estaba absorto en el pecado, el pueblo judío no quería escuchar. En vez de meditar sobre el mensaje que Jeremías les compartía, los judíos lo rechazaron.
Y a propósito del rechazo que tuvo el reino del sur a la verdad que les profetizaba Jeremías, es interesante revisar lo que el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, del siglo 19 plantea. Este dice que existen 3 etapas de reacciones ante la verdad. La primera es ridiculizar la verdad, la segunda es oponerse violentamente a la verdad, y la última etapa es que la verdad se vuelve evidente.
Cathy: Y en este caso del pueblo judío, se pueden ver claramente estas 3 etapas. Jeremías 20:7 muestra la primera etapa cuando se queja a Dios dada la reacción del pueblo, leamos “He sido el hazmerreír cada día; todos se burlan de mí”.
La segunda etapa se puede ver en múltiples pasajes. Jeremías, como consecuencia de continuar proclamando la verdad fue encarcelado, golpeado, y puesto en un pozo fangoso. Y ¿por qué mencionamos todo esto?
Aileen: Porque todos estos son eventos difíciles de sobre llevar, por los cuales nadie se regocijaría. La desesperación y tristeza de Jeremías eran fundadas. ¡Y a la vez transmitían la angustia de Dios por el pecado del pueblo judío!
Y aunque no estamos justificándolo, ahora entendemos mejor su llanto y el por qué se le llamara “el profeta llorón“. Escuchemos cómo Jeremías se llegó a sentir, leamos en su libro en el capítulo 15:10 “¡Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz como hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, y todos me maldicen”.
Mayra: A Jeremías no solamente le tocó vivir el rechazo de su pueblo por ser obediente al Señor, sino que también tuvo que vivir las consecuencias del pecado del pueblo. Mas a pesar de todo esto, Dios aseguró y tranquilizó a Jeremías, así como quiere afirmar a todos Sus hijos en tiempos de dificultad. Dios le prometió a Jeremías que sería salvado y librado, como dice el capítulo 15:11 “Ciertamente te libraré para bien; ciertamente haré que el enemigo te haga súplica en tiempo de calamidad y en tiempo de angustia.”
Cathy: Y la historia nos dice que Jeremías fue encarcelado en el patio de la guardia, por el mismo rey Sedequías de Judá, porque le profetizó que la cuidad seria destruida por completo. Pero luego de la invasión, el rey Nabucodonosor sacó a Jeremías de aquella prisión, y lo protegió.
Mayra: ¿Pueden ver la protección del Señor a Jeremías? ¡Aunque nos toque hasta enfrentar la misma muerte, Dios nunca abandona a Sus hijos!
Cathy: La realidad es que el sufrimiento es parte del plan de Dios para los cristianos, aun viviendo en obediencia. Porque como nos enseña Santiago 1:2-4 o Romanos 5:3-5, las pruebas producen en nosotros crecimiento y un mayor acercamiento a Dios!
Aileen: Y para entender aún mejor el contexto de la vida de Jeremías, este no solamente tuvo que sufrir el rechazo total de su propio pueblo, sino que también tuvo que sufrirlo completamente solo. El Señor le había mandado a no casarse ni tener hijos. Y ustedes se preguntarán ¿y por qué? Y es que Dios, como sabía lo que este habría de afrontar, quería evitarle un sufrimiento mayor, al tener que ver padecer a sus seres queridos en manos de los babilonios. ¡Jeremías no tenía a más nadie de quien depender, sino solo a Dios!
Ahora sí creo que tenemos una mejor idea del trasfondo inmediato del profeta Jeremías.
Mayra: Obviamente, este tuvo que lidiar con una gran soledad, sentimientos de derrota e inseguridad. Y como dijimos, todo como consecuencia de permanecer fiel y obediente al Señor.
Y hasta cierto punto, lo que le ocurrió a Jeremías, es precisamente lo que le ocurrió a Elías. ¡Aunque como estudiamos la semana pasada, en algunos aspectos a Jeremías le fue hasta peor porque todo el pueblo judío se fue en su contra!
Cathy: Y Jeremías no solamente tuvo que vivir el rechazo por profetizar a los judíos, sino que también le tocó experimentar la angustia ante la inminente destrucción total de su gente. Como Amos 3:7 nos dice “Ciertamente el Señor DIOS no hace nada
sin revelar su secreto a sus siervos los profetas”.
Aileen: Escuchemos lo que El Señor le dice a Jeremías en 15:1 “Entonces el SEÑOR me dijo: Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, mi corazón no estaría con este pueblo; échalos de mi presencia, y que se vayan.”
Este mismo Dios los había protegido por generaciones, por eso el pueblo creía que tenía asegurada Su favor. ¡Estaban tan hundidos en su idolatría, que no se dieron cuenta de que ya NO contaban con la protección de este mismo Señor!
Mayra: Y El Señor sigue en el versículo 2 “Y será que cuando te digan: «¿Adónde iremos?», les responderás: «Así dice el SEÑOR: “Los destinados para la muerte, a la muerte; los destinados para la espada, a la espada; los destinados para el hambre, al hambre, y los destinados para el cautiverio, al cautiverio”.
Recordemos lo que dice el Salmo 139:7-8 “¿Adónde me iré de tu Espíritu, o adónde huiré de tu presencia? Si subo a los cielos, he aquí, allí estás tú; si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú.
Cathy: Es importante que, en medio de la depresión, ratifiquemos que aun cuando nosotras NO podamos sostenernos de la mano de Dios, ¡Él nos sostendrá! ¡Y esto es algo que Pablo lo entendió muy bien porque en Filipenses 3:12 él dice cómo a pesar de todas las penurias que le tocó vivir, prosiguió hacia la meta porque su seguridad descansaba en la fidelidad de Dios!
Aileen: ¡Así es! Debemos vestirnos con toda la armadura de Dios para resistir en el día malo y permanecer firmes en la fe (Efesios 6:13-14).
Sin importar que tan aguda sea la depresión que estemos pasando, ni cuanto nos dure, ¡está a la luz del eterno peso de gloria esta tendrá fin! (2 Corintios 4:17-18).
De hecho, Cathy, tú que ya nos has compartido que por un tiempo sufriste de depresión, ¿cuánto tiempo esta duro?
Cathy: Fue un buen tiempo, x tiempo. Pero, así como Jeremías y Pablo me aferré al Señor y persistí en la fe. Y continuando con las profecías que Jeremías le compartió al pueblo judío, leamos en el versículo 3 “Y pondré sobre ellos cuatro géneros de males –declara el SEÑOR–: la espada para matar, los perros para despedazar, y las aves del cielo y las bestias de la tierra para devorar y destruir.” ¿Uds. creen que Jeremías tenía alguna duda de que en verdad esto ocurriría?
Mayra: Aunque él no tenía los detalles, sin embargo, no tenía duda de que lo que ocurriría sería desastroso. Y especulo que, para este tiempo, Jeremías debía de haber entendido el por qué El Señor no quería que se casara ni tuviera hijos.
Y continuando con lo que Dios dijo en el versículo 4, leamos “Y los haré motivo de espanto para todos los reinos de la tierra, a causa de Manasés, hijo de Ezequías, rey de Judá, por lo que hizo en Jerusalén.
Cathy: ¡Sin importar quién fuera peor, si Acab o Manasés, lo que no queremos hacer es imitarlos!
Y escuchemos ahora la respuesta de Jeremías en el versículo 10 “¡Ay de mí, madre mía, porque me diste a luz como hombre de contienda y hombre de discordia para toda la tierra! No he prestado ni me han prestado, y todos me maldicen.” ¿Y esta expresión de Jeremías no pareciera la de una persona sumergida en una depresión, dado su pecado?
Aileen: ¡Claro que sí! ¡Pero la realidad es que en todo momento el sufrimiento y depresión que Jeremías experimento, fue por cumplir las instrucciones del Señor!
Y Dios… por su misericordia le aseguró a Jeremías que recibiría protección. ¡Dios siempre fiel!
Esto es cuando Dios dijo a Jeremías lo que Mayra citó del capítulo 15, que le libraría y le exaltaría ante su enemigo.
Mayra: Noten que Dios no le dijo que lo iba a sacar de este tiempo de calamidad, sino que le protegería en medio de tales tribulaciones. Y según el texto, el Señor así lo hizo.
Y el revisar esta historia de Jeremías, me lleva a afirmar con más fe, lo que el Salmo 27:3 dice que “Si un ejército acampara contra mí, No temerá mi corazón porque a pesar de cualquier prueba, ¡estaré confiado en un DIOS SOBERANO!
Cathy: Luego de esto, el Señor le prometió a Jeremías que Él salvaría a un remanente del pueblo judío. Y como señal de que los judíos regresarían a estas tierras (Jeremías 32), le mandó a comprar una tierra en Jerusalén.
Aunque a Jeremías le tocó vivir ridiculizado y en gran soledad rechazado por su propio pueblo, este mostró una gran fe y fortaleza espiritual…
¿Jeremías siempre estuvo firme a pesar de tantas dificultades?
Aileen: Al contrario, Jeremías fue honesto y expresó su desesperación y gran sentido de fracaso. Escuchemos en su libro, en el capítulo 20 versículos 14 y 18 “Maldito el día en que nací; el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito… ¿Por qué salí del vientre para ver pena y aflicción, y que acaben en vergüenza mis días?” ¡Sé que muchas de nosotras hemos experimentado diferentes grados de desesperanza, sobre todo en medio de una depresión!
Mayra: Escuchemos lo que dijo en su libro Lamentaciones 2:11 “Mis ojos se consumen por las lágrimas, hierven mis entrañas; mi hiel se derrama por tierra, a causa de la destrucción de la hija de mi pueblo, cuando niños y lactantes desfallecen en las calles de la ciudad”.
Como vemos, en la Biblia hay muchos creyentes que lloraron y experimentaron dolor y sufrimiento.
Cathy: Y creo que el Señor dejo todo esto por escrito, para que en medio de la tristeza entendamos que no somos las únicas. Además, porque estos mismos ejemplos bíblicos nos apuntan a la fidelidad de Dios.
Aunque nos sintamos que estamos solas, al igual que como Jeremías se sintió, ¡Dios caminara con cada uno de Sus hijos como lo hizo con Jeremías! Hebreos 4 nos dice que el sumo sacerdote se compadece con nuestras flaquezas.
Aileen: Y Dios también nos ha dicho en Deuteronomio 31:8 que “no te dejará ni te desamparará”.
El mismo Dios que fortaleció a Jeremías, también nos fortalecerá. Dios animó a Jeremías como leemos en Jeremías 33:3 “Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces”, y Él está diciendo lo mismo a nosotras hoy.
Mayra: Por el hecho de que Jeremías dedicara toda su vida a servir al Señor, no le hizo inmune a sufrimientos, así como a nosotras tampoco. ¡Lo que también tenemos que recodar es que en todo tiempo Jesús sanó y protegió a Jeremías, así como también hará con nosotras Sus hijas! Dios es Inmutable, y Él nos ha dado en Jesucristo, la esperanza de vida eterna, la cual, Dios que no miente, nos prometió desde los tiempos eternos (Tito 1:2).
Aileen: Terminamos hoy alentadas en esta esperanza que tenemos en Cristo. ¡Clamemos en oración a Dios, obedezcamos Su palabra y veremos como Dios enjugara toda lagrima y nos consolara en todo dolor!
Mayra: ¡¡Clamémosle a Él, que Él siempre nos responde!!
Pidámosle a Dios que Él nos ayude a evaluar y entender nuestras circunstancias confiados cada vez más en Él. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios delante.
Cathy: Asegúrense de sintonizar la próxima semana cuando estudiaremos sobre otro personaje bíblico depresivo: Jonás. Hasta la próxima…Bendiciones