Llega a mi vida envuelto en una preciosa caja con listones de colores y papel brillante. La envoltura: la preciosa salvación, siendo yo enemiga de Aquel que me extendía el costosísimo regalo cuyo valor era la vida misma de Jesucristo, vida que al entregarla en la cruz producía la paz entre Dios y yo, levantando la ira que había sobre mi vida y perdonando todos mis pecados. Ese regalo me ofrece la oportunidad de que, en cuanto dependa de mí, debo estar en paz con todos los hombres, Romanos 12:8, dándome la capacidad de perdonar a mi prójimo, extendiendo ese mismo regalo a aquellos que han pecado contra mí y contra los que yo he pecado. Me llena de gozo meditar sobre el perdón. Si tengo que buscar un concepto que defina la cruz es este.
El perdón me ofrece también una responsabilidad y un privilegio. Responsabilidad, ejerciéndolo en obediencia y un privilegio porque es una elección, pero de ninguna manera una opción.
Hemos creído mentiras con relación a casi todo lo que nos rodea, la falta de perdón no escapa de ellas y es una de las razones por las que el cristiano no puede experimentar la libertad y la plenitud de gozo que ofrece el regalo de la salvación. Juan 8:36 dice, “Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres”.
Algunas de las mentiras que hemos creído:
- Si perdono no se hará justicia. En la cruz esa justicia fue establecida para ambos el ofensor y el ofendido.
- Si perdono pierdo el poder sobre esta situación. Ese poder solo debilita, no se alimenta del Espíritu Santo que mora en nosotros.
- Si perdono a esa persona las heridas que provocó y que aún duelen, no podrán sanar. Perdonar no es ausencia de dolor. Cuando Cristo estaba colgado en el madero el dolor estaba presente y ya él nos había perdonado. No siempre salir del dolor y el perdonar van de la mano, pero es el inicio.
- Estas convencido que lo que sientes es real. Perdonar no es una elección emocional basada en tus sentimientos, es un acto de tu voluntad que está siendo informada por tu razón.
Podemos mencionar mentiras que hemos creído y alimentado por mucho tiempo sobre perdonar, pero Las Escrituras nos dicen en Mateo 6:14-15, “Porque si ustedes perdonan a los hombres sus transgresiones, también su Padre celestial les perdonará a ustedes. 15 pero si no perdonan a los hombres, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus transgresiones”. Esto es Verdadero, ¡Dios quiere que lo hagas! Sé obediente.
La falta de perdón nos mantiene presos en una cárcel que tiene las puertas abiertas, pero no lo sabemos y envenena nuestras vidas.
“El perdón es la llave que abre la puerta del resentimiento y las esposas del odio. Rompe las cadenas de la amargura y los grilletes del egoísmo”
Corrie Ten Boom.
Muchas veces al sentir que el dolor y la amargura no se van; piensas que perdonar no es posible porque crees que lo harás en tus propias fuerzas. Pero hay una verdad cardinal para ti y para mi: “Con Cristo he sido crucificado, y ya no soy yo el que vive, sino que Cristo vive en mí; y la vida que ahora vivo en la carne, la vivo por la fe en el Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gálatas 2:20. Esta es una verdad en la que puedes anclar la esperanza de lograr lo que crees imposible y descansar en Dios para poder perdonar y ser perdonada. No hay nada que hagas en tu vida que pueda sacar a Cristo de la ecuación, Él está entretejido contigo.
El Espíritu Santo ha derramado Su amor en mi corazón,” Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado”. ¡Nuestro amor no tiene el poder para empujarnos a la obediencia necesaria para poder perdonar, pero el poder de Dios si!
En un acto de nuestra voluntad. Cuando presentamos nuestras vidas al Señorío de Cristo nuestra mente se va renovando y transformando para hacer la voluntad de nuestro Padre, perdonar está dentro de Su Perfecta Voluntad, sustituyendo todas esas mentiras que el mundo nos ha hecho creer. “… transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto”
Dios está por nosotras y se trata de Él. creadas a Su imagen Génesis 1: 26a, a imagen del Dios trino fui creada y aunque el pecado la oscureció, la victoria de Cristo en la cruz la está restaurando a lo que era desde el principio.
Puedo descansar en Dios para perdonar y ser perdonada porque es un asunto preferente para Él que Sus hijos sean sanados y crezcan a Su estatura, involucra Su nombre, Sus atributos, Su misma esencia. Él es misericordioso, perdonador, da al que no merece como si mereciera. Nos perdona una y otra vez porque sabe que somos polvo y con sus manos nos formó. No nos dejará, ni desamparará hasta ver formado a Su Hijo en nosotras.
“Tu misericordia, oh, Señor, se extiende hasta los cielos, Tu fidelidad, hasta el firmamento”. Salmo 36:5
Podemos descansar en Su Veracidad, Su fidelidad, Sus promesas y Su pacto. Nunca cambia, nunca olvida. Conoce el final desde el principio; no hay imprevistos que puedan evitar lo que Él ha prometido.
¿Piensas que habrá algo imposible para que Dios logre en tu vida?
¿Crees que Él no puede vencer los obstáculos que se levantan en tu corazón para lograr la plenitud de Gozo y la novedad de vida en ti?
¡Descansa en Él! ¡Tu eres Su especial tesoro y quiere que seas totalmente libre!
Anny Mañón de Mirabal
Hija de Dios por Su gracia y misericordia inmerecida por casi 25 años. Casada por 36 años con Justo Mirabal Díaz. Mamá de 3 y abuela de 5. Egresada del Instituto Integridad & Sabiduría. Diaconisa en Iglesia Bautista Internacional (IBI) donde sirve en el Cuerpo de Consejeros, en el equipo del Ministerio Discipulado Matrimonial y en el Ministerio de Mujeres Ezer.