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Cristo: el aroma del ministro de la Palabra – Pastor Miguel Núñez

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Cristo, El Aroma Del Ministro De La Palabra, es el título del sermón de hoy del pastor Miguel Núñez, basado en la segunda carta del apóstol Pablo a los corintios, versículos 12 al 17, en la continuación de la serie Poder En La Debilidad, sobre segunda de Corintios.

En estos versículos Pablo narra sus sentimientos de tristeza al llegar a Troas para predicar el Evangelio de Cristo y no encontrar a su hermano Tito, por quien sentía un gran afecto y de quien esperaba reportes de Corinto. Dice que aunque se abrieron puertas en el Señor, estos sentimientos le asaltaron, y así se despidió para ir a Macedonia.
Aún teniendo estos sentimientos, da gracias a Dios quien lo lleva siempre en triunfo en Cristo, quien por medio de él manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento, por lo que somos grato olor de Cristo para Dios. El conocimiento de Cristo es el aroma del apóstol. El predicador de la Palabra de Dios se convierte en fragancia o aroma que sube a Dios. Él se complace en ese aroma. Los triunfos del creyente son todos en Cristo, por eso a El sea la alabanza y la gloria. En los triunfos de la antigüedad se usaban muchos perfumes y olores gratos, de esta manera la salvación de Jesús simboliza un ungüento derramado, era un olor grato esparcido en todo lugar.

Para los que reciben el mensaje, este tiene olor a vida, y vida eterna; sin embargo, para los que lo rechazan tiene olor a muerte, están perdidos y muertos en sus delitos y pecados. Los triunfos del creyente son todos en Cristo, por eso a El sea la alabanza y la gloria.
El Evangelio de Cristo es un olor de vida. Nos lleva de estar muertos en nuestros delitos y pecados a tener vida eterna. Esta gran obra no es por nuestras fuerzas, sino que toda nuestra suficiencia viene de Dios.

Luego Pablo se encuentra con Tito y éste le cuenta sobre el remordimiento y arrepentimiento que han tenido los corintios por las cosas que habían dicho de Pablo, por lo que Pablo sintió tranquilidad por el avance espiritual que mostraban los corintios.

Al finalizar, Pablo defiende su predicación diciendo que no es como muchos que medran falsificando la Palabra de Dios, que comercian con ella, sino que con sinceridad, como de parte de Dios mismo, y delante de Dios, habla siempre en Cristo y de Cristo. Pablo predicaba a los hombres un mensaje con consecuencias cósmicas, para vida para algunos y para muerte para otros, pero delante de Dios.

Al finalizar, el pastor reflexiona sobre el mensaje y hace la pregunta: El Evangelio que escuchamos, qué aroma tiene para ti? Podemos dar gracias a Dios por el Evangelio de salvación?

Busquemos el testimonio de nuestra conciencia, sometidos a la enseñanza del Espíritu Santo, para que con sinceridad hablemos igual que Pablo para edificación, en Cristo y de Cristo. Bendiciones.

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