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Confianza en la soberanía de Dios II

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Para terminar el mensaje de la semana pasada titulado Confianza en la Soberania de Dios, hoy veremos la segunda parte con los versículos del 32 al 35 del capitulo 4, y del capitulo 5, del 1 al 11, siempre en el libro de Los Hechos, dentro del marco de la serie Hasta los Confines de la Tierra del pastor Miguel Nuñez.

La semana pasada vimos en los versículos del 23 al 31 un texto que demuestra que este pueblo de Dios conocía y reconocía la soberanía de Dios. Oraron cuando se enteraron de lo que las autoridades les habían ordenado a Pedro y Juan para que no predicaran en nombre de Jesús, y ellos solo oraron para que se cumpliera esta soberanía, y Dios les respondió dándoles mas poder para que predicaran la Palabra, llenándolos del Espíritu Santo. Nos muestra como se vive cuando confías en la soberanía de Dios. Vimos que la confianza en la soberanía de Dios afecta tu vida de oración, afecta la manera de interpretar las escrituras, enseña a pensar teológicamente y afecta los resutados de la oración. Vimos el cambio en el carácter de Pedro y su testimonio, que con la llenura del Espíritu se modifica nuestro estilo de vida, por lo que nos hace falta confiar mas para eliminar la ansiedad. Entender y vivir en la soberanía de Dios es lo mejor que nos puede pasar.

Hoy podremos ver en los versículos del 31 al 35, cómo esta confianza en la soberanía de Dios los hace compartir el dinero y las propiedades que algunos tenían con los que estaban en necesidad. Vendían sus propiedades y llevaban el dinero a los discípulos para que fuera repartido entre los hermanos necesitados, ya que se amaban unos a otros. Había frutos evidentes de la gracia de Cristo en todo lo que decían y hacían. Esto era una prueba grande de la gracia de Dios en ellos. Las propiedades no las llamaban propias, porque con agrado habían dejado todo por Cristo. Tenían todo en común, de modo que no habia entre ellos ningún necesitado, y cuidaban de la provisión para ellos. Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús y la gracia del Señor estaba sobre ellos, por lo que fueron ejemplo en la comunidad, la gente los veía diferentes y querían ser como ellos, porque cuando prevalecen estas disposiciones y se las ejerce conforme a las circunstancias de los tiempos, el testimonio tendrá un poder muy grande sobre el prójimo. De igual modo vemeos los versículos del 1 al 11 del capítulo 5 que están estrechamente ligados, ya que narran la muerte de Ananías y Safiras, y las consecuencias fisicas y espirituales de tratar de engañar al Espíritu Santo.

Los tres aspectos fundamentales de esta semana son:

1.- La confianza en la soberanía de Dios afecta mi testimonio. Los discípulos testificaban constantemente de la resurrección de Cristo y de Su gracia. Y Dios respondía dando mas gracia y poder en la predicación de Su Palabra. Dios nos ha llamado a ser testigos de Jesucristo, y nuestro temor a Dios hace que confiemos más en Él, en Su soberanía.

2.- La confianza en un Dios soberano afecta la manera como vivimos con nuestra familia. La razón que me ayuda a entender esta soberanía de Dios esta en los salmos. Todo le pertenece a Dios, todo es de Él y todo fue hecho para Él . Este entendimiento cambia la manera de yo administrar lo que Dios ha puesto en mis manos, mi vida, mi tiempo y mis posesiones. Por eso los creyentes de esta primera iglesia compartían sus bienes, eran de un mismo sentir, de un solo corazón, de un sólo pensar. En occidente vivimos un individualismo que no nos permite entender este estilo de vida. Debemos entender que para ser de un mismo sentir, de un sólo corazón, debemos sintonizar nuestro corazón con la soberanía de Dios, y eso hace que automaticamente nuestros corazones se sintonicen mutuamente. Las verdades del evangelio llevaron a estos hermanos a vivir de esa manera, y debe llevarnos a nosotros a vivir igual. Cuando la vida es orientada verticalmente mi estilo de vida pone de maniesto mis faltas.

3.- La confianza con que Dios nos invita a Él no es razón para abusar de esa confianza y ser un confianzudo. Ananias y Safira eran unos confianzudos, se quedaron con una parte del dinero producto de la venta de un terreno, mintiendo para quedarse con una parte del dinero. Mostraban un estilo de vida que no era cierto, eran hipócritas. Pedro desenmascara a Ananías haciéndole preguntas sobre la mentira. Este evento nos enseña algunos aspectos sobre la mentira, como son: que Satanás llenó el corazón de Ananías para que mintiera, que la mentira dicha a Pedro realmente fue dicha al Espíritu Santo,que mentir al Espiritu Santo es mentir a Dios, y que el mentir a los hombres es también mentir a Dios.

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