Inicio Artículos ¿Cómo María celebraría la Navidad si estuviera viva?

¿Cómo María celebraría la Navidad si estuviera viva?

1551
0

María fue una bisagra entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Ella hizo posible la conexión entre los profetas del Antiguo y los apóstoles del Nuevo porque fue el instrumento que Dios usó para traer a quien completaría las profecías del Antiguo mientras presentaba la salvación en el Nuevo.  Su matriz trajo la luz a un mundo en tinieblas, el pan de vida para los hambrientos, el León de Judá que aplastaría a Satanás debajo de nuestros pies, el Rey de Reyes que gobernaría con vara de hierro, y aquel que completaría su creación trayendo un nuevo cielo y una nueva tierra donde Él sería nuestra luz para que así el dolor, el sufrimiento y la muerte desaparecerían porque La Vida reinaría.

Ella fue la persona que recibió el mensaje del ángel que cada joven judía anhelaba, que ella traería el Mesías al mundo, la persona que traería salvación para los judíos.  En el momento que recibió el mensaje, especulo que ella no tenía idea de cómo cambiaría su vida, aunque reconocía que cambiaria. Los judíos esperaban a alguien que los salvaría políticamente pero el fruto de su vientre cambiaria mucho más, más allá de lo que una mente finita pudiera imaginar, sin embargo, a pesar de no entender, esto no fue un obstáculo por ser obediente. Ella era sierva del Señor y decidió que no importaba lo que El Señor le pedía, ella lo seguiría y cada una de nosotras debemos caminar en estos pasos. 

Entonces lo que pretendo hacer ahora es analizar lo que ella pudiera pensar si estuviera caminando en el mundo ahora. Cuando hemos perdido a un ser querido, nos ponemos nostálgicos en el día de su cumpleaños; recordamos diferentes cosas en relación con la persona, quizás cosas que hizo o que dijo mientras estaba con nosotras. No creo que con María sería diferente. ¿En cuales cosas pensaría ella? 

Sabemos que María era una persona que atesoraba cosas reflexionando sobre ellas en su corazón, entonces me imagino que desde que el ángel Gabriel se le apareció, ella comenzó a archivar los eventos para entender lo que El Señor quería de ella.  El ángel le dijo que Él sería grande, sería llamado Hijo del Altísimo, tendría el trono de su padre David; y reinaría sobre la casa de Jacob para siempre.  

“Yo me imagino que los judíos nunca más serían dominados por otro país, pero ¿qué significa sin fin? Luego fui humillada por los chismes de las personas del pueblo y luego tuvimos que viajar 90 millas, durante 5 días, mi pobre José caminaba a pie y yo sentada en un asno durante mi noveno mes del embarazo.  Y luego no había espacio en el mesón y tuve que dar a luz con los animales. Y pensé ¿esto es como se trata un rey?  Luego los pastores, hombres sencillos, lo reconocieron y vinieron a visitarnos y lo adoraron.  Y cuando presentamos a Jesús en el Templo y Simeón me dijo que una espada traspasará mi propia alma. ¿qué quería decir con esto? Parece que mi vida no será fácil como la madre de un rey mundano sino es como si fuera en medio de una guerra espiritual feroz que seguirá aumentando con el tiempo”. 

“Luego los magos nos visitaron y también lo adoraban sin embargo justo después un ángel nos advirtió huir a Egipto para que Herodes no matará a Jesús. ¿Volver al país donde estábamos mal tratados y esclavizados por generaciones? ¿El mismo país que Yahveh nos sacó con mano dura? Mi hijo es El Mesías de los judíos ¿por qué salir de nuestro país? Y luego Herodes mató todos los varones hasta 2 años. Los hijos de mis primos, hijos de mis amigas, ¿por qué Dios está permitiendo que esto pase? Pero después, todo se tranquilizó y pudimos regresar a Nazaret.  Jesús fue un hijo ejemplar, nunca nos dio problemas, aun con sus hermanos, sus primos, los vecinos, él siempre fue sensible a las necesidades de otros, amable, cariñoso y obediente y cuando creció fue de mucha ayuda para José en el taller de carpintería. Todo el mundo lo amaba. Él estudiaba las Escrituras, y es como si hubiese tenido un conocimiento más profundo porque no solamente las recitaba sino que las vivía». 

“Recuerdo cuando se quedó en el templo en una Pascua y como se sintió tan cómodo que lo llamaba la casa de su padre.  Recuerdo también como él ayudó a la familia en la boda de Caná para que no pasaran vergüenza, ¡Increíble cambió el agua por vino! Cuando ya era adulto comenzó a separase de nosotros y cuando tenía 30 años comenzó a viajar con sus amigos, los apóstoles y en principio las personas lo amaban y lo seguían, pero con el tiempo los lideres comenzaron a sentir envidia y la envidia cambió a odio e hicieron todo para matarlo y eventualmente lo lograron. Mi hijo que amaba a todo el mundo sin excepción, como si fuera el amor encarnado, fue tratado como un criminal, torturado y luego crucificado. Ya entendí lo que Simeón me dijo de la espada. Y cuando estábamos en el aposento alto orando y El Espíritu Santo abrió nuestros ojos espirituales, ya vimos claramente lo que Jesús nos había dicho.  Él, la segunda persona de la Trinidad, el Rey de reyes y Señor de señores se despojó de toda su gloria y vino a la tierra, no para salvarnos de los romanos sino de la ira de Dios y de nosotras mismas.  Todos los años de sacrificar corderos fue apuntando al Cordero de Dios, Jesucristo que se sacrificó por nosotros. Él pagó la deuda que teníamos, la que éramos incapaces de pagar para que pudiéramos pasar la eternidad con Él. Por eso dijo que nos convenía que Él se fuera porque estaba preparando un lugar para nosotras». 

“Lo que no entiendo es lo que veo está ocurriendo, mucha comida, glotonería, regalos, borracheras, fiestas, bailes; después de todo lo que Él hizo por nosotros, ¿dónde está nuestra gratitud?  Veo letreros que dicen Felices Fiestas, es como si Él no fuera parte de la fiesta. El Creador de todo vino y vivió una vida sacrificial por nosotras y vivimos como si la razón de la época es llenar todos nuestros deseos carnales. ¿Dónde está el amor el uno por el otro? Es que no hemos invitado el cumpleañero a su fiesta. Estamos compartiendo regalos, pero ¿dónde está el regalo para Jesús?  ¿Dónde está nuestro amor para Él? Él nos dijo “Si me amáis, guardaréis mis mandamientos». (Juan 14:15) Y ¿cuál fue su mandamiento “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28:19-20)

La Navidad es un tiempo para compartir a Jesús con otros, y Él está caminando con nosotras orquestando todo y nos ha dicho que un día Él regresara. Nadie sabe el día ni la hora y por eso no debemos perder tiempo. Si Cristo regresara esta noche, ¿qué encontraría Él en tu vida? 

Espero que esta Navidad y todos los años que siguen, Jesús nos encontraría compartiendo Su vida con otros.  ¡Feliz Navidad y Bendiciones!