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Los planes perfectos del Señor: La Navidad

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“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas”

Efesios 2:10

Conocemos bien la historia de la Navidad, pero hoy quiero tomar una perspectiva un poco diferente. ¿Cuál es la razón por la cual Dios eligió a María para ser la persona que traería al Mesías al mundo? ¿Ella era una persona mas santa que aquellos a su alrededor? ¿Ella era sin pecado? Aunque era una persona piadosa y obediente, ella misma dijo en Lucas 1:46-47 “Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.” Ella reconocía que necesitaba un Salvador, entonces no podía ser sin pecado sino humildemente reconocía su posición como criatura en las manos de Dios.  Su obediencia incondicional es lo que siempre me resaltaba, cuando leía su respuesta, sin embargo, cuando uno evalúa la historia con la perspectiva de Efesios 2:10, de repente se nota que hay mucha mas información escondida en el relato. 

Dios tuvo que orquestar todos los detalles incluyendo a las personas, lugares y tiempos en lo que ocurrieron por generaciones antes de que aconteciera. Mientras leemos Apocalipsis, vemos que María tuvo que ser del linaje de Judá (Ap 5:5) y leemos su herencia desde su padre, Elí, en Lucas 3 donde ella cumplía con este requisito.  En esta genealogía, su esposo José esta mencionado como hijo de Elí y sabemos que es porque estaba desposado con María porque el nombre de su padre era Jacob no Elí. También notamos en Lucas 3 que el rey David también esta en su linaje para que Jesús calificara para tener el titulo “hijo de David” y el retoño del tronco de Isaí de que Isaías 11:1 habla. María nació en Nazaret de una familia humilde que invitaba desdén del pueblo para llenar la profecía de Isaías 53:3 donde el Mesías será “despreciado y desechado de los hombres, varón de dolores y experimentado en aflicción.”  Aun el discípulo Natanael preguntó a Felipe “¿Puede algo bueno salir de Nazaret?” (Juan 1:46).

Aunque José no era padre biológico de Jesús, su rol era instrumental en llenar las profecías del Mesías. Miquea escribió 700 años antes de que el Mesías llegaría en 5:2 “Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.” María y José vivían en Nazaret, pero para que Cristo naciera en Belén, tendrían que llegar allá y vimos que César Augusto hizo un edicto para realizar un censo y cada persona tendrían que ir a su cuidad natal. Como José era oriundo de Belén, los dos salieron en los últimos días de su embarazo para registrarse. 

Otra profecía escrita 800 años antes que ocurriera y que se puede leer en Isaías 7:14 “el Señor mismo os dará una señal: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel”. María todavía era virgen porque no se había casado pero el hecho de que estaba deposada con José lo hizo posible para que llegara a Belén. 

Como el linaje de María fue a través de David, el anuncio que el ángel Gabriel le dio confirmó que su hijo completaría el pacto davídico que fue dado a través de Natán en ( 2 Samuel 7:16 ) cuando le dijo “el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.”

La respuesta de María demostró su obediencia valiente aceptando la soberanía del Señor. Porque a pesar de que ella probablemente no entendía como saldría embarazada, ella sabia que la penalidad por una mujer soltera salir embarazada era morir apedreada.  Y si no ocurría, la vergüenza que ella, José y su familia pasarían en un pueblo pequeño sería muy difícil. Su amor por Dios sobrepasaba todas estas dificultades, ella siguió en los pasos de Dios.  

Las casas en este tiempo tenían un aposento alto para visitas y en el primer piso, un área para guardar los animales durante la noche. La costumbre de la época era quedarse en la casa de parientes, pero por el mismo censo, al llegar a Belén, las casas estaban llenas por todas las visitas presentes y entonces solamente había espacio en el área de los animales. Esto es donde María dio a luz y puso a su hijo en un pesebre. El cordero de Dios nació con los otros corderos que posiblemente serían utilizados como sacrificios en el templo y como Jesús es el pan de vida, fue colocado donde los animales normalmente comían. Atípico para un niño común pero lleno del significado para aquel que se sacrificará a sí mismo por el mundo entero. 

Al estudiar este evento, vemos que nuestro Dios es un Dios de propósito que tiene todo bajo control y orquesta todo por que ha declarado el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido hecho. Su propósito ha sido establecido y realizará todo lo que Él quiere. (Isaías 46:10).

Nuestras mentes finitas son incapaces de entender un Dios infinito, un Dios capaz de ver el fin desde el principio, un Dios que puede ver la historia entera aun antes de que los acontecimientos ocurran y pacientemente está salvando al mundo una persona a la vez. Espero que en esta Navidad podamos apreciar aún más la sabiduría de nuestro Creador y Salvador y el poder que tiene de llevar a cabo todo lo que Él ha planeado.