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Tu conversión maravilla aún a ángeles

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Este domingo, el pastor invitado, C.J. Mahaney—el pastor principal de la Iglesia Gracias Soberana en Louisville, Kentucky—predicó el sermón Tu conversión maravilla aún a ángeles basado en 1 Pedro 1:10-12.

Mi amigo cristiano, ¿Cómo llegó la salvación a ti? Muchos dirían que no tienen una historia inusual; y quizás desearían tener una historia así. Quizás sientes envidia por aquellas personas que tienen una historia dramática de conversión. Pero ¿y si te digo que no tienes que sentir envidia? Si eres un cristiano, tu historia de cómo la salvación vino a ti es evidentemente, extremadamente inusual con raíces históricas de siglos atrás. Una historia que, al día de hoy, genera interés cósmico; debería recordarnos del afecto personal que Dios siente por nosotros. Y una historia que debería dejarte asombrado por tu estatus privilegiado de ser parte del pueblo de Dios. Esa historia debería imprimir en ti la gracia de Dios que no deberías merecer e intensificar tu gratitud hacia Dios como resultado.

En 1 Pedro 1:10-12, Pedro toma cuidado de los lectores originales de esa carta en medio de la persecución que estaban sufriendo por su fe, recordándoles como la salvación llegó a ellos. Pedro les cuenta sus historias y al hacerlo, si eres cristiano, también cuenta nuestra historia. 1 Pedro 1:10 hace referencia a la salvación y procede a describir como esta llegó a ellos y como ellos han sido servidos por otros, comenzando con los profetas. Fundamentalmente, los profetas del antiguo testamento no estaban sirviendo a personas contemporáneas a ellos cuando hacían las profecías sobre el salvador que vendría; estaban realmente sirviendo a los lectores originales de la carta de Pedro y a nosotros también. Si eres cristiano, los profetas del Antiguo Testamento—Isaías, Jeremías, Ezequiel, puedes nombrarlo uno a una—te estaban sirviendo a ti. Salvación llegó a ti gracias y a través de ellos. Por ejemplo, alrededor de 700 años antes del nacimiento de Jesús, el profeta Isaías escribió en Isaías 53:5 Mas El fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo, por nuestra paz, cayó sobre El, y por sus heridas hemos sido sanados.” Esa profecía no fue inspirada por la imaginación de Isaías, pero por el Espíritu de Dios dentro de Isaías. Y como todos los profetas, Isaías indagó y preguntó sobre el Mesías y sobre el tiempo de Su llegada. Los profetas tenían un deseo de saber esto hasta que el Señor les reveló que no se servían a sí mismos, pero a las generaciones por venir—a nosotros. Esto es algo que debería darles humildad a los lectores originales; como Cristo dijo en Mateo 13:16-17, “Pero dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen.Porque en verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron.Hemos experimentado, por la gracia de Dios, algo que Isaías siempre quiso ver, pero nunca pudo; somos extremadamente bendecidos. Los profetas vivían en un tiempo de esperanza profética y nosotros vivimos en un tiempo de profecías cumplidas. Tenemos el privilegio inigualable de vivir en el día de cumplimiento y no expectativa.

Luego Pedro les recuerda de otra forma de que ha sido servidos en su historia de salvación: por evangelistas (v.12b). Lo que los profetas profetizaron ha sido cumplido en Cristo y este mensaje de salvación ha llegado a los lectores a través de los que le predicaron las buenas nuevas por el Espíritu Santo enviado del cielo. Ese mismo Espíritu que inspiro a los profetas en sus roles de predecir empoderó a aquellos que les predicaron el evangelio a ellos. Si eres cristiano, tu experiencia y tu historia no es diferente. Todos aquí tenemos una historia de cómo la salvación llegó a tu vida y vino a través de alguien que te presentó el evangelio. Nunca debemos olvidar ese aspecto de nuestra historia. Esto nos debe llevarnos a humildad y agradecimiento al Señor.

Más importante, los lectores aprendieron que han sido servidos por Dios mismo. Detrás de los profetas que prepararon el camino y los evangelistas que proclamaron el evangelio está Dios mismo revelando Su amor por Su gente sirviéndoles activamente. El verso 11 muestra la labor del Espíritu de testificar sobre Cristo, una referencia de la labor del Espíritu a través de los profetas, siglos antes de la venida de Cristo, revelando Su amor por pecadores como nosotros. El Espíritu de Cristo testificó a los sufrimientos de Cristo y la gloria que seguiría, siglos antes de esos sufrimientos. No fuiste amado solamente por un momento de derrame de sangre en la historia—la crucifixión de Jesús. Has sido amado por siempre en el plan eterno de Dios desde el inicio de tiempo. Debemos eliminar cualquier pensamiento o duda que cuestiona Su amor por nosotros.

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