Basada en Isaías 43:7
La Reforma nos ayudó a ver a Dios en el centro del universo y no al hombre. Recuperó la autoridad de la Biblia y nos hizo ver la gloria del evangelio.
Muchas veces pensamos que las verdades teológicas no son prácticas pero ¿de qué serviría ente ser teoria sin que esto cambie nuestra vida?
Piensa que Dios te creó y te llamó para Su gloria. Luego te dio un nombre nuevo para exaltar Su nombre. Todos nosotros somos personas insatisfechas y en todos los casos buscamos a quien culpar de nuestra insatisfacción.
Hábitos de personas insatisfechas:
No confían en las personas
Se enfocan en las cosas que no están bien
Se comparan con los demas
Se esfuerza por controlar su vida y la de los demás
Mira al futuro con preocupación
Llena sus conversaciones con chismes y quejas.
Dios hizo a Adán y Eva perfectos y los colocó en un mundo perfecto y lo arruinaron. ¿Cuando? Cuando comenzaron a desear vivir un propósito para el cual Dios no los creó. Dios te creó para volar a grandes alturas pero no en base a tus logros sino en base a su gloria. Ten pendiente que propósito no es lo mismo que actividad, así como ruido no es lo mismo que poder. Un carro viejo hace mucho ruido pero no tiene poder. El hombre no fue creado para encontrar satisfacción en lo que hace sino en Dios. El propósito es la razón de la existencia. Unos lentes están hechos para mejorar la vista. Puedes comer con ellos, pero no va a funcionar. La razón para tú comprar, estudiar, hacer ejercicio o comer es la gloria de Dios.
Pero qué es la gloria de Dios? No es sólo el conjunto de que Dios posee sino también la propulsión de estos hacia afuera. Sí queremos vivir para Su gloria debemos reflejarlo a través de nosotros. Es como la luna, que no tiene luz, pero refleja la luz del sol en la noche. En la medida en que reflejo más y más definida esa imagen más estoy viviendo para Su gloria.
Al vivir para la gloria de Dios, Dios no cambia, ni está más gozoso ni más completo: tú lo estás! Adán quiso cambiar el propósito de Dios y lo arruinó todo.
El universo proclama la gloria de Dios. El hombre tiene en sí mismo la imagen de Dios, pero no la proclama comonlo hace el universo. Adán perdió el sentido de lo trascendente. Adán perdió el sentido de pertenencia. Su hogar era Edén. Por eso los emigrantes quieren volver a casa: no pertenecen allá. Por eso los gangueros se unen allá para sentir que pertenecen a algo. El hombre sin significado se envuelve en sí mismo y en un paquete muy pequeño. Salomón intentó vivir para su propia gloria y siendo el el más glorioso, tenía una gloria demasiado pequeña.
Dios puede darnos todas las cosas, aún a Su propio Hijo, pero hay algo que no puede darme: Su propia gloria.
Daniel vivió de tal manera que el rey pudo ver al Dios de Daniel y emitir un decreto de que se debía adorar «al Dios de Daniel», ni siquiera «a Dios» o «a mi Dios».
Las personas son cada vez más narcisistas en cada generación, pero entre 2005 y 06 hubo un poco histórico: Facebook y YouTube dispararon el narcisismo de la humanidad.
Dios no se beneficia cuando nosotros le damos gloria sino que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.
Todo es por Él. Él fue el agente de la creación y no solo lo creo sino que también lo mantiene. Nada puede existir sin Él. Todo es de Él. Todo lo que tenemos y disfrutamos. Todo es para El. Jesucristo es la razón de crear todo esto.
Por eso Soli Deo Gloria es algo tan práctico. La gloria de Dios me cambia, me transforma. 2Co3:18 estamos siendo transformados como por el Señor de gloria en gloria (de un estado en otro). Yo necesito leer su Palabra pero más que eso necesito detenerme y rumiarla. No puedo ver a Sarah como una mujer de 90 años que quedó embarazada sino a un Dios que puede hacer lo imposible.
Medita en su ser, en su amor, en su misericordia, en su gracia, en su generosidad, en su bondad, en su gloria.