Inicio Sermones Ocasiones Especiales Respondiendo a la disciplina de Dios – Pastor Hershael York

Respondiendo a la disciplina de Dios – Pastor Hershael York

1904
0

El pastor Miguel Núñez suspende hoy su serie Poder En la Debilidad basada en la segunda carta del apóstol Pablo a los Corintios, para dar paso a la prédica del Dr. Hershael York, del Seminario Teológico Bautista del Sur, de Louisville, Kentucky, quien vino invitado por IBI a impartir una serie de conferencias para matrimonios junto a su esposa Tanya. El Dr. York predicó sobre Hebreos 12:3-17, concentrando el mensaje en los versículos del 12 al 17, por lo que ha titulado su mensaje Respondiendo A La Disciplina De Dios.

La carta a los Hebreos muestra a Cristo como fin, fundamento, cuerpo y verdad de las figuras de la ley, las que por si mismas no eran de virtud para el alma. La gran verdad expresada en esta carta es que Jesús es el Dios verdadero. Se muestra la superioridad del Hijo de Dios, y los beneficios de sus sufrimientos y muerte como sacrificio por el pecado.  El objetivo principal de esta carta es procurar que los cristianos progresen en el conocimiento del evangelio, y así establecerlos en la fe; así como también descubrir como concuerdan y se unen ambos Testamentos en torno a Jesucristo.  Esta carta es una exhortación para que el creyente continúe en la gracia de Jesucristo, ya que es rica en fundamentos de doctrina cristiana.

Los versículos del 3 al 17 del capitulo 12 que vemos hoy, hacen una exhortación a ser constante y perseverar, por lo que se presenta el ejemplo de Cristo, y el designio de la gracia de Dios en todos los sufrimientos que soportan los creyentes a través de las disciplinas que recibimos, y también se recomiendan la paz y la santidad con advertencia contra el desprecio de las bendiciones espirituales.

Las mejores disciplinas son las que se usan para mejorar la dirección de tus pasos, aunque las disciplinas correctivas por alguna mala práctica ayudan también a mejorar nuestros caminos, nuestra conducta. Pero es importante escuchar con atención los consejos y correcciones que nos hacen, y tener en nuestro corazón la actitud de hacer las correcciones necesarias.

Todo creyente debe responder de manera correcta a la disciplina de Dios, porque nos acerca más a la santidad, y sin santidad no veremos la cara de Dios, no tendremos vida eterna.

Tenemos tres aspectos que debemos tener en cuenta respecto a la disciplina, las cuales son:

1.- Debo responder a la disciplina de Dios de manera personal. Nadie aceptará por mi la disciplina del Señor, es algo completamente personal. Nos ayuda a enfrentar la fatiga de la lucha contra el poder del pecado, nos renueva las fuerzas para que podamos perseverar, ser persistente en esta carrera para lograr la paz. La paz es el objetivo de la disciplina del Padre, obtenemos el fruto de la paz. 

2.- La vida cristiana no es solitaria. Dios nos ha puesto en una congregación, con hermanos que tienen las mismas luchas que nosotros, por lo que debemos ayudarlos a terminar bien sus propias carreras. Dirigirlos a la gracia de Dios. En el versículo 15 nos exhorta a ayudar a los demás, y nos advierte al mismo tiempo para que no surjan raíces de amargura. Eliminemos las amarguras que al final es contra Dios, quien nos ha puesto en medio de esas circunstancias.

Por lo tanto, si vamos a responder a las disciplinas del Señor de manera individual y como congregación, el tercer aspecto es importante.

3.- Debemos atesorar nuestra herencia de Cristo. No cambies lo importante por lo trivial. No cambies tu herencia en Cristo por un apetito o un deseo pasajero. No cambies la eternidad por un momento. Las mayores decisiones de tu vida estarán influenciadas por tus mayores deseos. Por lo tanto, si tus deseos están basados en Cristo, tus decisiones serán para la gloria de Dios.

Cristo, durante su tiempo en este mundo, no cambio la gloria de Dios en su vida por las tentaciones que se le presentaron. Por lo tanto, Imitemos a Cristo, y exhortemos a los demás también a imitar a Cristo, a fortalecer sus manos y sus rodillas.

Padre celestial, fortalece nuestra fe y condúcenos a una vida en santidad en Ti. Ayúdanos a aferrarnos a Tu gracia para tener una mejor vida. Bendiciones.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.