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Pecados que engendran pecados

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Aileen: Bienvenidas a MPLGDD.  Somos Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y

Mayra Beltrán de Ortiz (saludos espontaneos)

El programa de hoy tiene un título muy interesante: “Pecados que engendran pecados”.

Mayra: Continuamos compartiendo esta serie sobre “El espejo de la comparación” ¡Gracias por compartir con nosotras!

Cathy: Y para el final de

este programa tenemos

por objetivo poder responder

la siguiente pregunta:

¿cuál es mi punto de

referencia de vida: Jesús o

el mundo?

Aileen: La semana pasada vimos como la cosmovisión del mundo en que vivimos siempre es opuesta a la de Dios.

Hoy queremos revisar las diferencias que existen entre la sabiduría que viene de lo alto y la que es terrenal.

¿Cómo se diferencian? Cómo luce la sabiduría terrenal y la sabiduría que viene de Dios? Santiago nos demuestra cómo cada una luce, y de dónde viene. 

Mayra: En Santiago 3:17-18 leemos “la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía. Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.”

No sé si a ustedes les pasa igual, pero caigo en hacer comparaciones sin pensarlo.  ¡O sea, no es que planeo con premeditación el estar comparándome con otros!

Cathy: Y escucharte Mayra, me trae a la mente lo que Pablo dijo en Romanos 7:15 y 20 “Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que aborrezco, eso hago… Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.” Cada una de nosotras hemos nacido con una naturaleza pecaminosa, y por eso necesitamos transformar nuestra mente (Romanos 12:2).  ¡Solo así podremos entender que tan perverso podemos ser, lo malo que vive en mí!

Aileen: ¿Alguna de nosotras nace siendo cristiana? ¡La respuesta es un rotundo NO!

¡Por eso, al momento de recibir a Cristo como Salvador, ya tenemos años viviendo de acuerdo con esta naturaleza pecaminosa!

Hasta que El Señor nos llama, y abre nuestro entendimiento, es que entonces podemos identificar el pecado que hay en nuestro corazón.  Con la ayuda del Espíritu Santo es que podemos redimir nuestra vieja manera de pensar, y reemplazarla con la verdad de Dios.

Mayra: Hay pecados muy arraigados en nosotros, pero que no son tan evidentes y pudieran pasar desapercibidos.  ¡Sin embargo, aun estos pecados, como por ejemplo el de la comparación, deben de ser desarraigados como parte de nuestro proceso de santificación!

¡Una forma de identificar si estamos cayendo en pecado al compararnos, son las emociones que estos despiertan en nosotros!Cathy: Y retomando los tipos de sabiduría, luego que Mayra ya nos citó lo que dice la Biblia sobre como luce la sabiduría de lo alto ¿qué nos dice Santiago sobre la sabiduría que no es de lo alto? En el capítulo 3:14-16, Santiago nos dice “si tenéis celos amargos y ambición personal en vuestro corazón, no seáis arrogantes y así mintáis contra la verdad. Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala.”  ¡Y esto es lo que en inglés decimos “esas son palabras de pelea.”

Aileen: Si pero de otro tipo de pelea. ¡No con la otra persona sino que se refiere a una pelea con uno mismo!

Santiago fue tajante, sin pelos en la lengua, al decir que esta sabiduría es diabólica.   ¡Alguien con quien estoy segura de que ninguna de nosotras queremos asociarnos!

¿Qué hago cuando me percato que estoy actuando guiada por la sabiduría terrenal?  Necesito pausar y evaluar qué dice la Biblia sobre lo que me está ocurriendo.

Un ejemplo muy claro de cómo actuamos cuando somos guiados por la sabiduría terrenal, es cuando Jesús anuncia su muerte y resurrección, que Pedro quiso proteger a Jesús de las autoridades religiosas en Getsemaní.