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Nombre sobre todo Nombre

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Cuando pensamos en nombres, éstos son importantes. Aún antes de nacer ya somos nombrados. Los nombres nos distinguen y en muchos casos nos ayudan en el proceso de conocer mejor algo o alguien.

Esto no es muy diferente con nuestro Señor. ¿Sabías que en las Escrituras podemos encontrar más de 350 nombres y títulos relacionados a Jesús? ¿Y que, profundizando en sus nombres y los significados de estos, podríamos conocer aún más lo profundo de su carácter y obra en nuestro favor?

Mi intención es que, a través de esta serie de dos artículos, tengas la oportunidad de conocer algunos de los nombres de Jesús, que su significado tenga un impacto en tu caminar, y que en la medida en que los estudies, tu corazón pueda ser lleno de un mayor conocimiento de Él.

Aquí te comparto algunos nombres de nuestro Señor:

Jesús 

«En ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos” (Hechos 4:12)

Jesús era un nombre común en sus días, pero este nombre llegaría a convertirse en extraordinario y único con el paso del tiempo. Nunca ha habido ni existirá otro Jesús como Él. Su nombre mismo revela su misión, la de Salvador.

En el griego el nombre de Jesús es equivalente al nombre judío del Antiguo Testamento «Josué», que significa «el Señor salva», Él es quien pelea por nosotros y eso es justamente lo que este extraordinario Jesús vino a hacer: A salvarnos, perdonarnos y liberarnos de nuestros pecados y de la muerte espiritual y sigue a nuestro favor cada día y en medio de cada circunstancia trayéndonos libertad.

Jesús es el nombre que es sobre todo nombre, delante del cuál se doblará toda rodilla y toda lengua confesará que Él es Señor (Fil. 2:9-10).

¿De cuáles maneras has podido experimentar en tu vida las promesas liberadoras del nombre de Jesús?

El Verbo

«En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios… El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Juan 1:1-2,14)

Juan es el único autor del Nuevo Testamento que llama a Jesús como el Verbo (la Palabra) y nos dice que siempre ha existido y que Jesús, el Verbo, estaba con Dios y era Dios. Jesús es la manifestación física de Dios el Padre. A través de Jesús el Dios trascendente se acercó a nosotros.

Juan también nos muestra que Jesús, la Palabra, estaba activo en la creación y que Él es quien sostiene el universo que Él mismo ha creado.

Jesús es la imagen de Dios, la Palabra de Dios. Cuando Dios habla, lo hace a través de Jesús por medio de su Palabra.

El Verbo es el que sostiene el universo y nos sostiene a nosotras en medio de cada situación. El Verbo es el que nos habla y nos apunta a Él a través de las Escrituras para que podamos conocer al Dios revelado a través de Él.

Emmanuel

“He aquí, la virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y Le pondrán por nombre Emmanuel,” que traducido significa: “Dios con nosotros'».

Otro de los nombres de Jesús es Emmanuel. Su significado, Dios con nosotros, es una gran verdad para cada creyente. «Yo estaré contigo» es una de las promesas que encontramos a lo largo de las Escrituras y que tiene su mayor cumplimiento en la persona de Jesús. Por su obra Dios habita en cada creyente a través del Espíritu Santo.

Que Dios esté con nosotros es nuestra mayor necesidad en medio de cada circunstancia. Que Jesús sea nuestro Emmanuel transforma cada situación de nuestra vida. En medio de nuestro sufrimiento, Él está con nosotros. Cuando estamos en escasez, Él está con nosotros. En medio de nuestro pecado, Él está con nosotros.

Su presencia continua nos trae gozo en el valle más oscuro y guianza cuando necesitamos dirección. Él es nuestro Emmanuel por toda la eternidad.

Que el Señor nos ayude a recordar que Él es el Jesús que nos salva y que está por nosotros cada día. Que Él mismo es la Palabra encarnada y que Él está con nosotros.

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Patricia Namnún es coordinadora de iniciativas femeninas de Coalición por el Evangelio, desde donde escribe, contacta autoras, y adquiere contenidos específicos para la mujer. Sirve en el ministerio matrimonios y de mujeres y es diaconisa en la Iglesia Bautista Internacional, República Dominicana. Patricia es graduada del Instituto Integridad & Sabiduría y tiene un certificado en ministerio del Southern Baptist Theological Seminary, a través del programa Seminary Wives Institute. Ama enseñar la Palabra a otras mujeres y está felizmente casada con Jairo desde el 2008 y juntos tienen tres hermosos hijos, Ezequiel, Isaac, y María Ester. Puedes encontrarla en Twitter.