“Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace” (Santiago 1:25)
Aileen: Bienvenidas a Mujer para la gloria de Dios, quien les habla Aileen Pagan de Salcedo y Cathy Scheraldi de Núñez.
MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría.
La intención de este espacio es poder estudiar las verdades Bíblicas, el carácter de Dios y la historia del evangelio centrado en Cristo, en pos de transformar nuestras vidas como mujeres cristianas!
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El programa de hoy lo hemos titulado “Limites para libertad”.
Cathy: Gracias a Dios por todas aquellas que nos apoyan con su sintonía y mensajes. En verdad es una bendición poder compartir con ustedes.
Recuerden que tenemos una forma más para compartir con ustedes: a través de algunas preguntas que posteamos en Instagram, para que puedan sacar mayor provecho personal al contenido de MPLGDD. ¡No dejen de responderlas!
Y como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a presentarnos a nuestro Señor, oremos.
Aileen: En el programa anterior comenzamos con una nueva serie sobre el descanso. Iniciamos reflexionando sobre el significado del día de reposo o Sabbat y cómo este fue una creación de Dios. En parte como una forma de limite necesario para nosotros descansar, y también para acercarnos más a Dios. Nuestro Dios creador sabía que el vivir en un mundo caído, nos traería muchas tribulaciones, haciendo que el trabajo nos fuera más difícil al tomarnos más tiempo y esfuerzo para cumplir con nuestras tareas. Además de que, dada nuestra naturaleza pecaminosa, tendríamos la tendencia de ser esclavizados por el trabajo.
Dios instituyó un día para que en este pausemos y evaluemos si nos hemos desviados de nuestra razón de vivir… glorificar a Cristo.
Hoy vamos a continuar abundando en el principio del concepto del Sabbat (sábado), según el diseño de Dios.
Cathy: Recordemos que los judíos fueron esclavos por 400 años, y por ende por mucho tiempo no pudieron disfrutar de tiempo libre. Él Señor les sacó de la esclavitud, y ahora los judíos tenían que aprender a cómo vivir en libertad. Durante 5 generaciones, a los judíos no se les había permitido obedecer el cuarto mandamiento: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo.” (Éxodo 20:8-10)
Y por 40 años en el desierto Yahweh les demostró que Él era capaz de proveerles todo lo que necesitaban en el día de reposo. De hecho, al principio de su caminar por el desierto, cuando el pueblo se quejó de hambre, Dios les informo a Moisés y Aarón que haría esto.
Aileen: Déjenme leerlo Éxodo 16:4-5: “He aquí, haré llover pan del cielo para vosotros; y el pueblo saldrá y recogerá diariamente la porción de cada día, para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley. Y sucederá que, en el sexto día, cuando preparen lo que traigan, la porción será el doble de lo que recogen diariamente.” Y no solamente que Dios les informo que haría esto, sino que también les dijo el por qué lo haría: “para ponerlos a prueba si andan o no en mi ley.”
Y al andar deambulando por un desierto, sin tener cultivos de alimentos cerca, era necesario tener fe para creer que Dios sería capaz de proveerles alimentos. En esta prueba, Dios no solamente les estaba mostrando Su bondad para con ellos, sino que también les estaba proveyendo comida sin la necesidad de trabajar por ella. ¡Promoviendo así la fe que estos necesitarían para vivir una vida que glorificará a Dios!
Cathy: Hay otras lecciones que Dios también nos está enseñando aquí. Su poder y dominio sobre la naturaleza, Su amor por Su pueblo a pesar de las quejas y murmuraciones, y otras lecciones más. Leamos en Éxodo 16:19: “Que nadie deje nada para la mañana siguiente.” Y no se tu Aileen, pero yo trato de aplicar esta lección siempre, al hacer las cosas de antemano por si acaso.
Aileen: La tendencia natural suele ser dejar las cosas para último momento, lo cual no necesariamente está mal, sin embargo, pudiéramos caer en la desobediencia, con respecto a lo que Dios ordenó.
Cathy: Precisamente, y cuando los judíos lo desobedecieron ¿qué ocurrió?
Aileen: Leamos en 16:20: “crio gusanos y se pudrió” Y uno pudiera preguntarse ¿por qué? Si Dios podía crear el maná a partir de la nada, Él era capaz de preservarlo hasta el otro día.
Cathy: ¡¡Claro que sí podía!! Sin embargo, con estas instrucciones Dios estaba enseñándoles tanto a los judíos, como a las futuras generaciones, que todo funciona mejor cuando le obedecemos. Y si su meta era aumentar su fe para que estos pudieran vivir la vida plena que Él quería para ellos, tendrían entonces que vivir otro milagro. Al sexto día, Dios les mandó a recoger y cocinar una doble porción de mana, para que les alcanzara para el día de reposo, “y no se pudrió ni hubo en él gusano alguno” (16:24).
Aileen: Y aquellos que salieron en el séptimo día para recoger no encontraron nada (16:27). Dios estaba enseñándoles que el día de reposo era necesario, y no una pérdida de tiempo. ¡El descansar no era algo que ellos entendían porque por cientos de años habían vivido bajo las órdenes de capataces que los evaluaban a partir de su nivel de productividad diaria. Dios no nos mide de esta manera, sino a partir de quienes somos: ¡Sus hijos e hijas!
Necesitamos establecer límites en nuestras vidas. Si no dormimos, si no comemos, si persistimos en trabajar a pesar del cansancio, nuestra productividad disminuye. Tenemos capacidades finitas, solamente Dios no tiene que descansar.
Sin embargo, queremos ser como Eva, e igualarnos a Dios, porque nuestro mayor ídolo es nuestro propio yo. Dependemos más de nuestras propias habilidades, que del Todopoderoso.
Cathy: Es interesante resaltar que, al final de su travesía por el desierto, Dios le repitió de nuevo a los judíos este mandato acerca del día descanso, leamos: “Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, mas el séptimo día es día de reposo para el SEÑOR tu Dios;” (Deuteronomio 5:13-14) De nuevo vemos lo que Yahweh les había dicho al principio de su deambulación, este es el día para… el SEÑOR tu Dios.
Si bien es cierto que el descanso promueve en nosotros un aumento en la productividad, en la salud, y en un mayo disfrute de la vida en general, estas son bendiciones y beneficios que vienen como resultado de la obediencia. El propósito primario con todo es obedecer a Dios, honrarle y buscarle para tener una relación más cercana con Él.
La palabra hebrea para el sábado es “Sabbat” o“shabbat”, y significa terminar, cesar, pausar o tomar una pausa.
Aileen: Es el Dios del shabbat que trae paz a nuestras almas. Esto me trae a la mente Efesios 6:15 que nos dice que debemos vivir “calzados LOS PIES CON EL APRESTO DEL EVANGELIO DE LA PAZ;” Los calzados de los romanos tenían clavos en la suela, para que estos caminaran con mayor firmeza sin resbalar.
La paz viene a ser en nuestras vidas como los clavos en la suela de los zapatos romanos, porque la paz nos mantiene firmes, dándonos el poder y dominio propio para negarnos a nosotras mismas y a otros, en pos de Cristo. Muchas veces como mujeres, nos equivocamos pensando que no podemos negarnos a las peticiones de nuestros familiares y amigos, y que debemos vivir 24/7 totalmente entregadas a servirles. Cuando la realidad es que solamente debemos intervenir y ayudar a otros cuando el Señor así nos lo indique. Y para discernir esto necesitamos tener esta relación cercana para saber cuándo y cómo poner límites.
Cathy: Cuando somos incapaces de poner límites en nuestras vidas, estamos de nuevo adorando a otros ídolos aparte de Dios, y peor aún, estamos viviendo en esclavitud a estos. Y esto me trae a la mente el ultimo fruto del Espíritu, dominio propio, a parte de la paz que también es otro fruto. Y si estos son los frutos del Espíritu, ¿cómo lo obtendremos?
Aileen: Del Espíritu Santo.
Cathy: y la única forma de cultivar este fruto en nuestras vidas es a través de una relación íntima con Dios. Y para tener este tipo de relación, necesitamos pausar en nuestras vidas para buscar Su rostro. Y el hacer esto no es nuestra tendencia natural, sino que es un hábito que debemos desarrollar. Pablo nos recuerda en Romanos 6:16: “¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?”
Aileen: ¡Yo prefiero ser una esclava de Cristo, quien me da propósito y una vida en abundancia! Juan 10:10 nos dice el por qué Satanás no quiere que nos sometamos a Cristo, y es porque “El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo (hablando de Cristo) he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Satanás ha segado al mundo (2 Corintios 4:4), promoviendo la mentira de que es necesario trabajar 24/7 para progresar y sobresalir. Y entonces en el día a día no sacamos el tiempo para buscar a Dios, y dado el mismo ajetreo de vida, ni si quiera caemos en cuenta de lo mucho que necesitamos a Dios.
Dada nuestra condición innata de esclavitud al pecado, se nos hace muy difícil darnos cuenta de que tenemos ideas erradas que necesitamos cambiar. Por eso Romanos 12:2 nos enseña que “no os adaptéis a este mundo, sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente, para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno, aceptable y perfecto.”
Cathy: Al igual que los judíos, quienes al salir de Egipto no conocían las verdades de Dios, ni tampoco sabían cómo poner límites para disfrutar de la libertad recién adquirida, nosotras también tenemos que aprender a discernir sobre esto. Si no nos entrenamos, en negarnos a nosotras mismas, nuestros impulsos naturales de la carne, alimentados por la cultura en que vivimos, nos inclinaremos siempre hacia satisfacer nuestra carne. Y en consecuencia permaneceremos inmaduras en la fe, como blancos fáciles para el enemigo.
Y la realidad es que nuestra mente esta tan entenebrecida que nos creemos vivir en libertad, cuando en realidad vivimos en esclavitud. ¡La realidad es que los pensamientos y los caminos de Dios no son los nuestros (Isaías 55:8), y es al estudiar la palabra y aplicarla a nuestras vidas, cuando podemos reconocer la realidad del evangelio y de nuestra condición!
Antes de venir a Cristo yo también pensé que era libre, y que estaba “en control” de mi vida. Sin embargo al iniciar el proceso de regeneración de mi vida, es cuando me di cuenta de la esclavitud en la que realmente vivía. Tuve que luchar contra mí misma, morir a mis deseos y someter mi voluntad, para que entonces el Señor me mostrara que hasta el momento en que entregue mi vida a Cristo, ¡¡mis deseos y pecados eran quienes me controlaban a mí!!
Aileen: Y como mencionamos ya, para dominar nuestros deseos carnales tenemos que aprender a decir “no”. Porque cuando no podemos decir no, nos controla el ídolo del YO, y terminamos siendo esclavas de este. Y no solamente son los no creyentes quienes están en esclavitud, sino que los cristianos cuando no obedecen a Dios pierden tal libertad. Pablo nos avisa en Gálatas 5:1: “Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.” Siempre tendremos muchas tentaciones, y por esto necesitamos disciplinar nuestra carne y negarnos a nosotros mismos. No todas las oportunidades que llegan a nuestras vidas vienen de Dios, y por eso debemos discernir a cuáles cosas debemos negarnos. Y el no experimentar Su paz debiera ser una luz roja para pausar y evaluarnos.
Cathy: Desde el principio fuimos creados con la capacidad y la obligación de decir que no a ciertas cosas. A Adán y a Eva les fue dada esta capacidad de decir que no. Dios les mandó a no comer de la fruta del árbol del conocimiento del bien y del mal, y estos debieron de abstenerse. Pero para hacer esto, debieron de negarse a sí mismos y poner límites a sus deseos carnales, en pos de obedecer a Dios. Pero al no hacerlo, entonces la rebelión ahora era parte de la naturaleza humana, y en consecuencia el negarse a sí mismos seria aún más difícil.
Ahora bien, para los creyentes hoy día el tener dominio propio no es imposible porque tenemos al Espíritu Santo quien nos da el poder de controlarnos y negarnos, sin experimentar sentimientos de culpa, vergüenza o preocupación.
¡Al no desarrollar el dominio propio, no damos a Dios el trono de nuestro corazón y vida!
Aileen: Y con respecto al día de reposo, si pensamos bien, el “sabbath” es un estado de rendición porque debo anteponer lo que Dios quiere que haga, antes que hacer lo que yo quiera. Así como los judíos cuando eran esclavos, y tenían que ganar la aprobación de los egipcios, así mismo pensamos nosotras hoy. Malinterpretamos el amor de Dios y pensamos que tenemos que ganarnos su aprobación una y otra vez. Cuando en realidad el hecho mismo de que Yahweh les diera un día de descanso demostraba que ellos no tenían que ganar su aprobación. Los judíos fueron elegidos por Dios porque fueron hechos suyos, y no por algo que estos hayan hecho. Así mismo hemos sido elegidos nosotros para salvación, ¡por gracia!
Esto me recuerda una historia sobre Abraham Lincoln, y una joven esclava que este compró. Cuando iban de camino a su casa, Lincoln le notificó a la esclava que quedaba en libertad. Ella le preguntó ¿esto quiere decir que yo puedo ir donde quiera? A lo que Lincoln le respondió que sí. Entonces ella le pregunto, ¿esto quiere decir que puedo hacer lo que quiera? Y de nuevo él le respondió que sí.
La esclava le pregunto entonces ¿esto quiere decir que yo puedo comer lo que quiera? Lincoln dijo que sí. Por último, la esclava le pregunto ¿esto quiere decir que yo puedo decir lo que quiero hacer? Él le respondió que si, y entonces la esclava que ahora era libre le dijo “entonces yo quiero quedarme contigo”.
Cathy: Nosotras no tenemos que vivir bajo la insaciable crueldad de la esclavitud. Tenemos a un Dios amoroso, quien quiere lo mejor para nosotras Sus hijas. Por lo que, al discernirlo bien, el negarse a sí misma y someternos a la voluntad de Dios tiene un costo mucho menor, que el vivir en rebeldía a Dios. Nuestros corazones pueden ser una fábrica de ídolos que nos esclavizan, sumado a un mundo que también nos oprime con sus mentiras, empezando porque nunca es suficiente. Y Aileen, ¿cómo podemos saber cuándo hemos sobrepasado los limites?
Aileen: Esto va a depender mucho de nuestros temperamentos, pero en general se suele sentir agobio, mal humor, estrés, ansiedad e insomnio. Y aun cuando cumpliese con sus responsabilidades, no sería con amor sino por obligación. Y en el tiempo esto generará resentimiento, quejas y murmuraciones.
Noten lo que Pablo nos dice en Filipenses 2:12-15: “ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito. Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo.” ¿Quién es que hace la obra?
Cathy: “Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer” y “para su beneplácito.” Por esto es tan importante que establezcamos limites en pos de una relación íntima con Dios, sin caer en el legalismo, ni tampoco en la indulgencia. Cuando desarrollamos un corazón de “sabbath”, un corazón rendido a Cristo, un corazón con el anhelo de agradar al Señor, disfrutaremos de una relación sana y libre en nuestros trabajos, tareas, y en general en nuestras vidas. Tendremos una relación de mayor intimidad con Cristo!! Mark Buchanon, un pastor canadiense dice “las buenas prácticas son tanto catalizadores como incubadoras de nuevos pensamientos. Ellos los inician y los nutren. Y hacen más: hacen realidad nuestro cambio de mentalidad.” ¿Y saben por qué?
Aileen: Claro, por lo que nos enseña Juan 14:21: “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él.”
Aunque al principio es difícil establecer límites, mientras caminemos en obediencia, Dios nos ira transformando a Su imagen, y progresivamente nuestros deseos e intereses se alinearan con los de Dios. Y quiero leer Éxodo 31:16 para que veamos como Dios puede cambiar nuestros corazones: «Los hijos de Israel guardarán, pues, el día de reposo, celebrándolo por todas sus generaciones como pacto perpetuo.» ¿Notan que dice celebrar el shabbath? No es por obligación sino para que disfrutemos.
Cathy: ¡El mismo reposo, y el establecer límites, nos ayuda a cultivar un corazón y una actitud de reverencia hacia Dios! Como el día de reposo es un regalo ordenado por Dios, para apartarnos de las tareas y enfocarnos en Él, nuestra obediencia al hacerlo nos traerá gozo y paz. Celebraremos su presencia, y Él llenara nuestros corazones con esa misma presencia, lo que aumentara nuestro anhelo de conocerle más, obedecerle más y glorificarle más.
Cada vez que entramos en Su palabra encontramos más principios de vida, y aprendemos de su amor y bondad con nosotras. Y, sin darnos cuenta, ¡el tiempo nos queda corto y tenemos que terminar!
Aileen: Y al terminar les exhortamos que evaluemos si estamos poniendo limites bíblicos en nuestras vidas, mientras seguimos estudiando Su Palabra esta semana. Al hacerlo, creceremos en discernimiento y fe para que Dios sea glorificado. No dejen de sintonizarnos en nuestro próximo programa donde continuaremos con esta serie del día de reposo.
Cathy: Queridas hermanas, queremos recordarles la necesidad que tenemos de sus oraciones para seguir llevando el mensaje del evangelio, no es un dicho sino una necesidad real. Oremos por el programa Mujer Para la Gloria de Dios, y toda iniciativa en compartir el evangelio.
¡Necesitamos la protección de nuestro Señor!
Aileen: Ya saben que pueden seguirnos en Twitter e Instagram escribiendo a @MPLGDD y en Facebook Mujer para la gloria de Dios. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios delante, ¡en MPLGGD!