Aileen: ¡Bienvenidas sean todas a este espacio de MPLGDD, Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz estamos muy agradecidas al Señor por su sintonía! (saludo espontaneo Mayra).
MPLGDD es una iniciativa del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría.
Hoy continuamos con esta serie “Escondidas en Cristo”. Y este programa de hoy lo hemos titulado “La prevalencia de la manera de Dios”
Mayra: ¡Gracias por compartir con nosotras y enviarnos mensajes de apoyo, nos estimulan a seguir adelante!
Esta serie que estamos desarrollando nos está ayudando a reevaluar nuestras vidas, confrontándonos y haciéndonos pausar y evaluar nuestras prioridades. Damos gracias al Señor por la iluminación del ES que nos da la habilidad de estudiar Su Palabra y mejorar nuestro testimonio.
A lo largo de este programa, esperamos que podamos reflexionar sobre esta pregunta ¿Mi anhelo es el ser reconocida por el mundo, o es el vivir en intimidad con Dios?
Y para iniciar el programa de hoy, pedimos al Señor hacer Su presencia evidente oremos…
Cathy: La semana pasada hablamos sobre la vida de Pablo y como este tuvo que enfrentar muchas dificultades. Y como en medio de estas Pablo persistió en su fe e intimó aún más con Cristo.
Hoy queremos ver como el carácter de Moisés fue formado durante el silencio y el tiempo de invisibilidad que le tocó vivir. Moisés es un personaje bien conocido para todos. Aun así, vamos a introducirlo brevemente porque hoy queremos estudiar cómo Dios usó a Moisés, haciéndole útil en Sus manos.
Y a propósito, creo que es importante recordar que todos somos productos de cómo reaccionamos a nuestras circunstancias. ¡Si respondemos a nuestra manera, o a la manera de Dios!
Aileen: Nuestro carácter es formado dependiendo de cómo respondemos a nuestras circunstancias.
En cuanto a Moisés, sabemos que nació en un tiempo cuando los judíos eran esclavos, y justamente cuando el Faraón había emitido un edicto para matar a todos los niños judíos. Por esto su madre Jocabed lo escondió hasta que tuvo 3 meses de edad, y luego lo colocó en una cestilla poniéndola en el rio Nilo donde la hija del faraón solía bañarse. Su hermana Miriam que observaba todo a distancia, en el momento preciso se le acercó y le preguntó si quería que ella buscara una nodriza.
Mayra: Una vez Moisés se fue a vivir con la hija de faraón, este recibió todo lo que el mundo pudiera ofrecer, entre educación, placeres, fama, poder etc. Según Josefo, un historiador judío, al llegar a la edad adulta, Moisés fue nombrado jefe del ejército y dirigió las tropas egipcias en una guerra contra sus enemigos etíopes. Y aunque aquella fue una batalla difícil, Moisés la ganó.
Moisés fue un hombre poderoso en palabras y en hechos, según Hechos 7:22. Incluso llegó a ser el siguiente en línea para ser faraón. Sin embargo, sabemos que nada de esto sirvió para desarrollar su carácter como un hombre de bien. Y ¿cómo sabemos?
Cathy: Por lo que leemos en Éxodo 2. Dado su orgullo, auto confianza, y su incapacidad para controlar su ira, Moisés mató a un egipcio cuando lo vio maltratando a un hebreo. Y este acto tuvo muy malas consecuencias. Por su falta de discernimiento, en menos de 24 horas la vida de Moisés se derrumbó: huyó a Madián para que el faraón no le matara.
Ahora es cuando Dios comienza la redención de Moisés, a través de una educación divina para formar su carácter. Por 40 años Moisés tuvo que servir como pastor de ovejas a su suegro gentil Jetro. ¡Según la economía del mundo, toda su educación se perdió!
Aileen: Sin embargo, según la economía de Dios, su educación estaba comenzando ahora.
Y hay una lección para nosotras aquí. ¿Al matar al soldado egipcio, Moisés no estaba promoviendo la libertad del pueblo judío? ¿no era este el rol que Dios había planeado para él?
Mayra: ¡Claro que si!
¡Pero Moisés estaba llamado a ser el libertador del pueblo judío, a la manera de Dios y no a la manera del hombre!
Aileen: ¡Precisamente, el rol de Moisés como libertador tenía que comenzar en el tiempo de Dios! Por eso, antes de dar cualquier paso, era necesario la oración.
¡El talento y la voluntad no son suficientes, sino que todo debe ser en el tiempo de Dios y en la forma de Dios!
¡A partir de aquí, Moisés comenzó su educación a la manera de Dios, la cual duró 40 años!
Cathy: Y el resultado fue impresionante. Leímos que Moisés llegó a ser un hombre muy poderoso y auto confiado, a tal punto que mató a un soldado egipcio. Sin embargo, este no es el mismo hombre que fue interceptado por Dios a través de una zarza ardiendo.
Dios le dijo a Moisés que le usaría para ir donde Faraón para liberar a su pueblo.
Y ¿cuál fue la respuesta de Moisés?
Aileen: Déjenme leerlo en Éxodo 3:11 “¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto?” Y luego en 4:10 “Por favor, Señor, nunca he sido hombre elocuente… porque soy tardo en el habla y torpe de lengua”.
Mayra: ¡Ni sombra del Moisés que llego a matar a un hombre!
Aileen: ¡Exacto! Porque esto fue después de 40 años intimando con Dios. Antes de entrar en el desierto, Moisés era un hombre de gran ambición, pero poco conocimiento de los caminos de Dios, y sabiduría. ¡Lo que Moisés aprendió en el desierto moldeo su carácter!
Mayra: Cuando vive siendo en el centro de atención, se le dificulta ver las áreas vulnerables de su carácter. Porque es a los pies del Señor que nuestro carácter es moldeado y enseñado, y a donde adquirimos sabiduría. Los corazones humildes son los que adquieren sabiduría, porque son capaces de reconocer sus pecados. La santificación requiere tiempo, esfuerzo, aflicción, decepciones, fracasos y éxitos. Es un proceso que toma tiempo, y se desarrolla cuando caminamos con El Señor a través de ellos. Porque la santificación solo se da cuando tenemos un corazón enseñable y permitimos que El Señor nos sane, nos transforme.
Cathy: El Salmo 119 nos enseña lo que tu acabas de decir y lo que la vida de Moisés nos demuestra. Leamos el versículo 67, “Antes que fuera afligido, yo me descarrié, más ahora guardo tu palabra”. Y en los versículos 71-72 “Bueno es para mí ser afligido,
para que aprenda tus estatutos. Mejor es para mí la ley de tu boca que millares de piezas de oro y de plata.” Y luego en el versículo 50 “Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.”
Como vemos, no se trata solamente de conocer Su palabra, sino también de obedecerla. Y cuando no le obedezco, entonces llegan las aflicciones.
Aileen: ¡Y aunque parezca una paradoja, como vimos en los versículos 71-72, la misma aflicción es lo que nos ayuda a aprender Sus leyes y a valorar mejor la salvación y todo lo que Dios es!
Mayra: Y muy importante lo que nos dice el versículo 50, que al traer nuestras aflicciones donde Dios, Él nos sana. ¡¡¡En El hay esperanza!!!
Aileen: La sensación de fracaso que viene implícita en el arrepentimiento, produce crecimiento y santificación. Y nos ayuda a cultivar un espíritu enseñable. Es lo que Pablo nos enseña en 2 Corintios 7:10 “Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar; pero la tristeza del mundo produce muerte”. Se ve claramente aquí que hay 2 caminos y nosotras somos quienes decidimos cual tomar. Es decir que siempre podemos elegir el camino hacia la destrucción, o el camino hacia la sabiduría.
Mayra: Moisés aprendió a esperar en El Señor. Y la sabiduría que obtuvo le demostró que la paciencia no era debilidad sino poder. Y con respecto a nosotras, nos ha tocado vivir en el tiempo de los “influencers.” Todas quieren el prestigio, la popularidad y los “likes”..
Cathy: … ¡Mientras que lo que El Señor nos enseña es que lo que necesitamos es la quietud con Él!
Solemos priorizar nuestra imagen, nuestra reputación y lo que le importa a Dios es nuestro carácter. ¿Cuántos cristianos influyentes han caído en los últimos años? ¿personas que estaban en el centro de atención con sus predicas y sus podcasts? ¿Por qué nuestra reacción es que esto nunca me pasará a mí? Hay un hilo común en todas estas caídas: su carácter no es lo suficientemente fuerte como para lidiar bien con los elogios.
Aileen: En gran medida su desvío fue debido a su envanecimiento, en vez de humillarse y recordar que era Dios usándolos, porque “separados de Él nada podemos hacer. (Juan 15:5) La sabiduría comienza por reconocer que el liderazgo espiritual es designado por Dios, no por nosotras. Y si no pasamos tiempo creciendo en Él, intimando con Él, y priorizando Su agenda, será una cuestión de tiempo antes de la caída.
Mayra: ¡Al estudiar a los profetas del AT y a los apóstoles en el NT, ninguno de ellos salió a trabajar para El Señor, con manipulaciones, ni maquinaciones! ¡Sino que fue el Señor quien los llamó, incluso muchas veces en contra de su voluntad, como vimos con Moisés!
¡¡La vida de Pablo nos enseña que las personas que Dios usa son personas humildes, que tienen una vida escondida en Dios, porque confían en lo que Dios les presenta porque Él sabe mejor!!
Cathy: Cuando Moisés pensó que iba a liberar a su pueblo y no esperó en el Señor, este cayó. Sin embargo, cuando el Señor lo llamó, lo que Moisés logró fue mucho mayor de lo que humanamente era posible. Claro está, porque era en el poder del Señor y no en su propio poder. 40 años caminando con El Señor le mostraron a Moisés sus incapacidades, y el poder de Dios. ¡¡Ya él tenía un espíritu de servicio, dispuesta hacer lo que sea por el Señor!!
Aileen: También en los 40 años en el desierto, Moisés aprendió a depender de Dios en todo. Y muy seguramente le tocó descansar en Dios para defenderse él y su rebano de los ataques propios del desierto. Cuando Dios es todo lo que tienes, tu aprendes que Él es todo lo que necesitas. ¡Moisés lo aprendió y es lo que cada una de nosotras necesitamos aprender!
Mayra: Cultivar una vida de fruto espiritual no es un proceso que se da de la noche a la mañana. Se necesita tiempo. Y por eso Dios nos dice en la Biblia que “Él ha hecho todo apropiado a su tiempo” (Eclesiastés 3:11).
¿No es este un buen punto para terminar el programa de hoy? oremos y meditemos esta semana sobre qué tan moldeados están nuestros corazones para vivir según el consejo del Señor, ¿estamos anhelando el prestigio, la fama, ser reconocidas? ¿O, así como el salmista, queremos más del Señor y menos de nosotras?
Cathy: Seamos pacientes. Puede que el crecimiento espiritual no suceda tan rápido como nos gustaría. Pero persistamos, recordando que el tiempo de Dios no es igual al nuestro.
Lo importante es comprometernos a persistir en amar a Dios a través de nuestra obediencia. ¡El fruto del Espíritu vendrá como consecuencia!
¡Nos vemos en nuestro próximo encuentro!
Aileen: ¡No dejen de sintonizarnos, para juntas seguir aprendiendo sobre la importancia de estar Escondidas en Cristo!