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Jezabel; mujer controladora, vil manipuladora, baldón de infamia

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Ciertamente no hubo nadie como Acab que se vendiera para hacer lo malo ante los ojos del Señor, porque Jezabel su mujer lo había convencido” (1 Reyes 21: 25).

Jezabel, nombre de mujer del Antiguo Testamento.  Fue la esposa controladora y manipuladora de Acab, rey de Israel.  Acab le sucedió a su Padre Omri, reinó en Samaria 22 años.  La Biblia dice que Acab hizo lo malo a los ojos del Señor, y que fue el peor de todos los reyes que reinaron antes que él; la santa Palabra añade: “Y como si fuera poco haber seguido el ejemplo pecaminoso de Jeroboam, se casó con Jezabel, hija del rey Et-baal, de los sidonio, y comenzó a inclinarse y a rendir culto a Baal». (1 Reyes 16:31).

Jezabel, como mencionamos en el párrafo anterior, era hija del rey de los sidonios, y sacerdotisa antes de casarse con Acab, dotada de un enérgico carácter; hacia lo que quería de su marido y atemorizaba a los de su entorno.  Era, además, una ferviente adoradora de Baal, por lo que su esposo construyó para ella en Samaria un templo y un altar consagrados a Baal, y  Asera, estatua que representaba a la Astarté fenicia (1 Reyes 16:32-33).  Aunque solo era la esposa del rey Acab, Jezabel hizo dar muerte a todos los profetas de Jehová que logró apresar (1 ReyesN18:4-13).  Así mismo se propuso dar muerte al profeta Elías (1 Reyes.19:1-2).  Promovió el asesinato de Nabot para conseguir su viña para su marido (1 Reyes 21:16-22). 

 Para satisfacer la codicia de su marido, Jezabel trama la muerte de Nabot. Nunca rey alguno había dado órdenes tan perversas como las que Jezabel dio a los magistrados de Jezreel (1Reyes 21:8-10); tomó el sello privado del rey e hizo uso de su nombre.  La sentencia de muerte de Nabot tenía que hacerse bajo pretexto religioso: “Proclamad ayuno”- había que hacer creer que alguien había ofendido a Dios y Él estaba enojado. También, se debía hacer bajo pretexto de justicia y con todas las formalidades de un proceso legal (1 Reyes: 21:11-12).  El crimen del que acusarían a Nabot era “Ha maldecido a Dios y al rey”.  Esto era una doble blasfemia.  Los magistrados hicieron exactamente lo que decían las cartas enviadas por la perversa controladora, sin hacer ninguna objeción; así que, después de recibir el testimonio de los dos testigos falsos, lo sacaron fuera de la ciudad y lo apedrearon (1 Reyes 21:13).  Por lo que leemos en 2. Reyes. 9:26, también los hijos de Nabot fueron asesinados – para no dejar herederos que reclamasen la tierra.

La acción de Jezabel, por querer introducir el culto idolátrico a Baal y dar muerte a los siervos del Señor, ha hecho recordar su nombre como “baldón de infamia” y como tipo de sistema seductor dentro de la iglesia profesante que atrae a otros a la idolatría (Apocalipsis 2:20).

El método de control utilizado por Jezabel era la seducción a través del sexo; usaba una astucia manipuladora para salirse siempre con la suya; de esa forma su necio marido hacía todo lo que ella quería.  La reacción infantil de Acab, ante la negativa de Nabot de venderle su terreno, hizo que ella le dijera: ¿Eres tú ahora rey sobre Israel? (1 Reyes 21:7), traducido a un lenguaje actual ¿“Eres el rey o qué? 

Esto tiene el mismo efecto cuando las esposas y/o madres controladoras dicen al marido o al hijo: ¿Eres un hombre o qué? O bien, “¡deja de actuar como un niño!”

Muchos hombres e hijos, debido a este tipo de observación, han sido llevados a hacer cosas que ellos sabían que no debían hacer.  Y otros tantos se han metido en grandes problemas por sucumbir a la presión manipuladora de mujeres controladoras. 

 La Biblia relata que después de la muerte de Acab, Jezabel continúo ejerciendo su perversa manipulación sobre los asuntos de Israel durante los reinados de sus dos hijos. Por ejemplo, Ocozias, quien reino por algo mas de un año, caminó en los caminos de su padre y de su madre (ver 1 Reyes 22:52). En el caso de Joram, su hermano, este fue un poco mejor: Hizo lo malo ante los ojos del Señor, aunque no como su padre y su madre, pues quitó el pilar sagrado de Baal que su padre había hecho.” (2 Reyes 3:2)

Esto me recuerda la historia que me contó una amiga-hermana, hace un buen tiempo, sobre una madre que incitó a su hijo a que le diera una paliza a un humilde chofer, solo porque a ella le molestaba que parqueara su vehículo cerca del suyo. Cuando a su hijo lo estaban apresando por lo que hizo, éste le dijo a su madre: ¿“No era esto lo que querías que hiciera? ¡Pues ya lo hice!, lo que tú querías!  Bien se notaba que este hombre estaba consciente de que lo que había hecho estaba mal, pero por incitación de su madre lo hizo. 

Preguntémonos: ¿Qué necesitamos hacer para conformarnos con la voluntad de Dios y no buscar el control?

-Como cristianas, debemos reconocer nuestras limitaciones. Si tenemos alguna posición de poder y autoridad, no abusar de nuestro prójimo.  Humillarnos bajo la poderosa mano de Dios y, a su debido tiempo, Él nos levantará con honor (paráfrasis 1P.5:6). Debemos dejar todas las cargas al Señor, reconocerlo en todos nuestros caminos: reconocer que el verdadero gobierno está en los cielos, y que Dios tiene el control de todo lo que hay en este universo que ha creado y que Jesús lo sostiene con el poder de Su Palabra.  

¡Bendiciones!

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Marisol para su familia y amigos, es miembro de la IBI hace más de 17 años. Graduada del Instituto Integridad y Sabiduría y actualmente terminando la especialidad en Consejería Bíblica. Ha servido como maestra de Escuela Dominical en la IBI y actualmente escribe para los ministerios MPLGDG y Lifeway Mujeres. Sirvo en los grupos pequeños del Ministerio de mujeres Ezer.