Aileen: Les externamos un caluroso saludo desde MPLGDD. Somos Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz. Seguiremos hoy con la serie “Escondida en Cristo” y el programa de hoy tiene un título muy interesante: “Escondidas a plena vista”.
Mayra: ¡Gracias por compartir con nosotras! Sus mensajes nos llenan de gozo y nos estimulan a seguir adelante. El preparar estos podcasts resulta ser muy educativo y confrontador para nosotras.
¡Damos gracias al Señor por la iluminación del ES, que nos equipa para estudiar Su Palabra y crecer espiritualmente para tener un mejor testimonio!
Cathy: Y para el final de este programa tenemos por objetivo el responder esta pregunta: ¿Estoy escondiéndome del mundo o estoy escondida En Cristo?
Y antes de comenzar, queremos pedir la ayuda a aquel que es el Único capaz de utilizar nuestras palabras para penetrar a lo profundo de nuestras mentes y corazones para formarnos a Su imagen. Oremos
Aileen: La semana pasada tuvimos la bendición de estudiar a Hagar, la sierva de Sara y vimos cómo la bondad de Dios no es limitada por nuestra capacidad para sentirla, verla o comprenderla. ¡El siempre esta atento a Sus hijos!
Hoy queremos estudiar a Gedeón. Quien al igual que Moisés y David, tuvo que esconderse por un tiempo, antes de que Dios lo usara en maneras grandiosas.
Y para entender mejor el proceder de Gedeón, antes vamos a revisar la historia de Israel en ese tiempo y qué lo llevó a esconderse en las cuevas.
Mayra: Leamos en Jueces 6:1 “Los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos del SEÑOR, y el Señor los entregó en manos de Madian por siete años”. Este fue un tiempo de humillación para el pueblo israelita. Por 7 años tuvieron que vivir escondidos en las montañas, las cavernas y en los lugares fortificados, huyendo del maltrato de los madianitas. ¡Este no fue un tiempo en que los israelitas se escondieron en su Dios, sino que literalmente se escondieron de los madianitas!
Cathy: Los hombres del pueblo no fueron capaces de proteger ni proveer para sus familias, a pesar de que lo intentaron con todas sus fuerzas. ¡El maltrato y la opresión los superaba!
Y es bueno evaluar cómo Dios puede usar un tiempo difícil, cuando estamos huyendo de nuestros enemigos, y convertirlo en un tiempo para buscarle a Él, y ver Su mano de protección.
Aileen: Cuando los judíos sembraban la tierra, los madianitas y los amalecitas venían y destruían el producto de la tierra incluyendo las ovejas, los bueyes, y los asnos. Arrasaban con todo, dejándolos sin sustento y debilitados. Imagínense la impotencia que estos debieron experimentar. La Palabra dice que fueron empobrecido en gran manera. Sin embargo, Dios transformó estas difíciles circunstancias en una oportunidad de aprendizaje y ¿saben por qué?
Mayra: ¡Porque clamaron al SEÑOR! ¡A pesar de su desobediencia, el pueblo judío sabía de dónde venía su socorro!
Y esto me lleva a preguntar ¿con que frecuencia mis dificultades son la consecuencia de mi pecado? Sabemos que nuestro corazón no es confiable, por eso es bueno evaluar nuestras acciones a la luz de lo que Dios determina que es pecaminoso. Y aunque no siempre mi pecado sea la razón detrás de las pruebas, debo aprender de Sus caminos y desarrollar mayor discernimiento.
Y con respecto al clamor de Su pueblo ¿Qué Uds. creen que El Señor hizo?
Cathy: ¡Como siempre, el Señor les respondió! Porque Dios, nunca desprecia un corazón contrito y humillado (Salmo 51:17).
Este pueblo conocía bien el poder de Dios, porque sus ancestros fueron rescatados por Dios de Egipto, y fueron preservados de las 10 plagas que Dios mandó a los egipcios. Fueron sustentados por la provisión que Dios les proveyó a todos ellos en el desierto por 40 años. Y también entraron en la tierra prometida, bajo el liderazgo de Josué, tal como Dios les había prometido. ¡¡Más a pesar de todo esto, fueron desobedientes!!
Aileen: ¡Cualquiera pensaría que este fue el más ingrato y peor de los pueblos! ¡Sin embargo, me atrevo a asegurar que nosotras hoy somos peores! ¡¡¡Hemos recibido más de lo que ellos tenían, tenemos toda la revelación en la Biblia, la morada del ES, y aun así todavía desobedecemos!!!
Y volviendo a Gedeón, en Jueces 6:12 leemos como escondido de los madianitas, mientras preparaba el trigo, El ángel del Señor se le presenta y le dijo: El SEÑOR está contigo, valiente guerrero, (Jueces 6:12).
Mayra: ¡Esta afirmación de que “El SEÑOR está contigo!” hacía toda la diferencia! Es muy reconfortante, especialmente cuando Dios nos está pidiendo hacer algo difícil, el saber que Él está caminando con nosotras. ¡Nos llena de confianza a seguir adelante porque descansamos en Su Omnipotencia!
Las circunstancias de Gedeón eran desesperantes pues ya venían padeciendo por largo tiempo, él estaba confundido y pregunta ¿por qué todo lo que ha ocurrido está ocurriendo?
Cathy: Su pregunta es lógica, escuchemos: “¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado? Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado,” (6:13) Él todavía no se había dado cuenta de que era el mismo Señor hablándole. Por eso el ángel repite “¿No te he enviado yo?” Gedeón reconoce apropiadamente que él no era capaz, y le da algunas razones. Y el ángel le recuerda de nuevo: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a Madián como a un solo hombre.” ¿Uds. creen que Gedeón era capaz?
Aileen: ¡Claro que no! Gedeón no era un soldado entrenado, él no sabía nada de guerra. Además, probablemente estaba débil y malnutrido. Sin embargo, ¿de quién es la batalla?
Mayra: Del Señor (1 Sam. 14:47)
Aileen: ¡Y la realidad es que aun si Gedeón hubiera sido el soldado más fuerte y mejor entrenado, la realidad es que no dependía de él, sino del Señor!
Quiero leer este versículo que mencionaste Mayra, 1 de Samuel 17:47 “para que sepa toda esta asamblea que el SEÑOR no libra ni con espada ni con lanza; porque la batalla es del SEÑOR y Él os entregará en nuestras manos.” Obviamente Gedeón todavía tenía miedo y estaba incrédulo. Por eso le rogó que se quedara hasta que pudiera traerle una ofrenda, el Señor accedió y con paciencia lo esperó.
Mayra: Y antes de seguir quiero volver al versículo 14 “Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. Y aquí hay 2 cosas que debemos notar 1- El Señor lo miró y 2- le dijo “ve con esta tu fuerza”.
¿La Biblia nos refiere que El Señor mirase frecuentemente a las personas? ¡No! Más frecuentemente leemos que el Señor escondiera Su rostro, y usualmente dado el pecado. Por ejemplo, Deut. 32:20 «Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál será su fin; porque son una generación perversa, hijos en los cuales no hay fidelidad”.
Cathy: Pero en esta ocasión fue diferente, dada el miedo de Gedeon, y la paciencia del Señor. Esto me trae a la mente otro ejemplo, cuando Cristo tuvo misericordia al mirar a Pedro después de su negación. En Lucas 22:61 cuando al cantar por 3ra vez el gallo, que Pedro negó a Jesús, este se volvió y lo miró. Pedro salió y lloró amargamente porque se dio cuenta de su pecado.
¡Dios siempre evalúa la intención del corazón, Él nos conoce, ¡y tiene misericordia con sus hijos!
Aileen: ¡Amen!
Esto es así por Cristo, quien no conoció pecado, pero se hizo pecado por nosotros, y transfirió su justica a nosotros como 2 Cor. 5:21 nos dice. Ya no es necesario que Dios Padre esconda Su rostro de Sus hijos porque la deuda fue pagada por Cristo y somos aceptos delante del Padre, a través de la sangre de Jesús.
Cuando sintamos miedo, inseguridad, dolor podemos entregarlo todo a Cristo porque Él nos mira y segue adelante junto con nosotras en la batalla. ¡No hay razón para escondernos!
Mayra: Y otro punto importante es que el Ángel mandó a Gedeón a librar a Israel de los madianitas. Y al igual que Moisés, Gedeón cuestionó al Señor porque también se sentía incapaz de cumplir con esta encomienda. Gedeón era de una familia muy pobre, y era el menor de su casa. Su inseguridad y miedo eran fundados. ¡Pero la respuesta del Señor fue de afirmación, con paciencia y misericordia!
Cathy: ¡Gedeón preparó su ofrenda, la presentó y El ángel tocó la ofrenda con su vara y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura, hasta desaparecerla!
Y el SEÑOR tranquilizó a Gedeón diciendo que la paz estaría con él, que no temiera porque no moriría. Entonces Gedeón reconoció que el ángel era Dios mismo, y que él estaba listo para salir de la cueva. Esta fue una lección personal para Gedeón, de que era Dios enviándole y proveyendo. Su responsabilidad era responder en obediencia.
Aileen: Hasta ese momento, dada la opresión de los madianitas, Gedeón sentía que Dios los había abandonado. Pero el ángel proveyó la evidencia de que Dios estaba con ellos, precisamente lo que Gedeón necesitaba saber. Esto es precisamente lo que el Salmo 145:18-20 nos dice “El SEÑOR está cerca de todos los que le invocan, de todos los que le invocan en verdad.
Cumplirá el deseo de los que le temen, también escuchará su clamor y los salvará. El SEÑOR guarda a todos los que le aman, pero a todos los impíos destruirá”. Y sabemos que al final, Dios ganó esta batalla a los madianitas, con 300 judíos con trompetas y cántaros.
Mayra: Cuando Gedeón decidió confiar en Dios y esconderse en Él, fue cuando este recibió el valor de salir de su escondite e ir a donde El Señor le mandaba, junto con 300 hombres más para enfrentar al enemigo, el cual era tan numerosos como langostas; y sus camellos eran innumerables.
¿Notan la diferencia? Después de salir de la cueva, estando a plena vista de todos, Gedeón se envalentonó porque estaba escondido y afirmado en Dios. Y todos a su alrededor quedaron asombrados.
Cathy: El ángel le indicó a Gedeón salir, aun con la poca fuerza que tenía, porque sabía que el poder de Dios se perfecciona en la debilidad humana (2 Cor. 12:9). Porque, aunque a nadie le gusta sentirse débil, es nuestra debilidad que atrae la fuerza de Dios, y nosotros vemos a primera mano Su poder. Se hace real lo que nos dice Filipenses 4:13 que “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.
Aileen: Regresamos de nuevo a la verdad de que la economía de Dios no es igual a la economía terrenal. ¡Dios no le estaba pidiendo ganar la batalla, sino que diera el 1er paso en obediencia. ¡Ya luego Dios le respaldaría en los próximos pasos, como sucedió!
Sé que tenemos miedo, porque no creemos que podamos hacer lo que el Señor nos está pidiendo. ¡Y necesito decirles que esto es verdad: en nuestras fuerzas no podemos!
Pero qué maravilloso es saber que es Dios quien obrara y nos equipara. Y les puedo asegurar que siempre es en maneras que superan nuestra capacidad. ¡Nuestro Dios no cambia, Él es el mismo ayer, ¡hoy y por siempre! (Heb. 13:8)
Mayra: ¿Quiénes de ustedes se siente estimulada al escuchar esta historia? ¡Todo esto me recuerda que debo quitar la vista de mi problema y mantener mi enfoque en mi fiel Señor, especialmente cuando estoy en medio de dificultades!
Cathy: Recuerden revisar las preguntas que posteamos en Instagram para sacar mayor provecho a lo que estamos estudiando. Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios delante.
Aileen: ¡Hasta la próxima…Bendiciones!