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Enfoquémonos en Cristo

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Aileen: Les externamos un caluroso saludo desde MPLGDD.  Somos Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz (saludos espontáneos de ambas).

El programa de hoy es el 1ero de una nueva serie, con la que buscamos desarrollar un tema que esta presente en todo ser humano.  Se podría decir que es una necesidad intrínseca de todos: la de sentirse aprobado!  De ahí el tema de esta nueva serie “El espejo de la comparación”.

Mayra: Ay si Aileen!  Quien no quiere sentirse afirmado y aprobado como bueno?

¡Gracias por compartir con nosotras una vez mas mientras desarrollamos esta nueva serie, con este 1er programa que titulamos “Enfoquémonos en Cristo”. 

Cathy: Y antes de comenzar, queremos pedir la ayuda a Aquel que es el Único capaz de utilizar nuestras palabras, y penetrar en lo profundo de nuestras mentes y corazones, para formarnos a Su imagen. Oremos…

Aileen: Gracias por acompañarnos en el encuentro que hicimos para cerrar la serie sobre “El espejo de la comparación”. Esta es una buena oportunidad para conectar las caras con sus nombres.

Cathy: ¡Y ya hay personas que reconocemos y es una bendición para nosotras! ¡Hoy queremos comenzar por entender un poco mejor, el por qué el ser aprobado se ha vuelto un patrón de conducta que impulsa a muchas mujeres a actuar hasta pecaminosamente! 

¡De hecho, muchas son las mujeres que experimentan un real sufrimiento, cuando no cuentan con la aprobación de los que le rodean! Porque basan la búsqueda de su estima propia en la aprobación de los otros.

Mayra: Como cristianas, sabemos que la única aprobación que realmente necesitamos es la de Dios…pero, la realidad es que por las mismas inseguridades que todas tenemos desde que nacemos, continuamente buscamos la aprobación en personas falibles. 

En la otra serie que compartimos sobre la comparación, conversamos sobre cómo todas tenemos temor, vergüenza e inseguridad, dado lo que ocurrió en el jardín de Edén.

¡El aceptar y reconocer nuestras debilidades es relativamente fácil, lo que más difícil se nos hace es bajar este entendimiento intelectual al corazón!

¡Sin embargo, de no hacer los cambios de lugar, siempre seguiremos insatisfechas!

Cathy: ¡Así mismo es! De hecho, cuántas veces a lo largo de MPLGDD hemos repetido Jeremías 17:9 (Aileen, Mayra y Cathy al mismo tiempo) “Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio;”

Cathy: Desde nuestra niñez, la falta de aprobación se ve estimulada de muchas formas diferentes. Desde tener unos padres ausentes, o que mostraran preferencia por nuestros hermanos, o simplemente fueran muy poco cariñosos.

Aileen: O quizás fueran padres muy autoritarios, y en su forma de corrección nos hicieran sentir despreciados. En la etapa de la niñez, estamos más expuestos a experimentar la falta de aprobación, la cual puede afectarnos para siempre.  ¡Porque en esta etapa es cuando el sentirnos amados y afirmados es más importante, al marcar las bases de nuestro carácter! 

Mayra: Al escucharte Aileen, pregunto ¿no les hace más sentido el por qué Satanás ha sido tan diligente en descomponer a la familia? ¿Sacar a las mamas del hogar? 

¿Qué prioricemos el trabajo sobre la familia? ¿Y muchas artimañas más?

Aileen: ¡!La verdad que Satanás ha logrado engañar a la humanidad de una forma apabullante!!

¡Porque hasta muchos cristianos hemos caído en sus mentiras!  

Mayra: ¡Ay si!  ¡Muy desalentador en verdad!

¡Si no fuera por la esperanza dada en Jesús, humanamente pensaría que es una batalla perdida!

A propósito de este tema de la aprobación, leí un estudio realizado hace muchos años, por una organización cristiana que tenía 2 partes. La primera era 1 encuesta a miles de personas para averiguar cuantas se sentían inseguras. A mi sorpresa, 90% admitieron que eran inseguras. La segunda parte del estudio consistió en entrevistar a las personas que se definieron como seguras. ¿Saben cuál fue la conclusión? ¡Que su grado de inseguridad era tal que ni podían reconocerlo! 

Aileen: A partir de lo que ocurrió en el jardín del Edén, todos sufrimos los efectos de la caída…y por tanto sentimos miedo, vergüenza e inseguridad.

Cathy: ¡A primera impresión esto resulta ser muy lógico pero…nuestro corazón no es lógico, es engañoso! ¡Por tanto buscamos formas ilegitimas de manejar estas emociones, y empeoramos nuestra inseguridad! 

Nuestra necesidad de aprobación solamente puede ser llenada por Dios y no por ningún otro ser humano. De ahí resulta ser tan atinado el refrán que dice que trabajamos por una audiencia de uno. 

Mayra, muchas veces has mencionado que nuestro corazón tiene ídolos, y la aprobación es uno de ellos. 

Aileen: Y la búsqueda de la aprobación en lugares equivocados nos lleva a pecar. ¡Como amo más a mi Yo, que es mi ídolo, que a Dios, en algún momento cederé! Pero como necesito proteger a mi ídolo, que es mi yo, escondo mis fallas para no pasar vergüenza, ni perder la aprobación de los demás.  ¡¿Notan cómo el mismo pecado engendra más pecado?!  

Mayra: ¡Así es! Dado lo engañoso de nuestro corazón, todo se vuelve más complejo. Y con respecto a esto, hay otro lado de la moneda. Y es que hay personas que cuando identifican la importancia que damos a la aprobación, estos nos manipulan dándonos o restringiéndonos su aprobación. ¡Y cuando esto ocurre nos llena de heridas al sentirnos ignoradas o hasta abusadas!

La realidad es que a lo largo de nuestras vidas seremos decepcionadas por las personas que nos rodean porque nos fallarán. Lo que tenemos que decidir de antemano es ¿cómo reaccionaremos? ¡Aislarnos al sentirnos heridas, o responder con gracia para con quienes nos hacen daño, y con discernimiento para identificar nuestro anhelo pecaminoso!

¡Aquellas de Uds. que han escuchado la serie sobre ¡“El espejo de la comparación”, recordaran que hablamos sobre cómo al aislarnos de los demás nos volvemos presas fáciles del león rugiente, Satanás! 

Cathy: Esto explica porque El Señor nos recuerda en Proverbios 29:25 “El temor al hombre es un lazo, pero el que confía en el SEÑOR estará seguro.” La única forma de manejarnos sabiamente cuando somos heridas o defraudadas, o cuando no nos sentimos apreciadas por los demás es como nos muestra el ejemplo de David en Salmo 34:4 “Busqué al SEÑOR, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores.” Y recordemos que David escribió este Salmo después de una caída, cuando se fingió estar loco delante del rey Abimelec. ¡Aunque Su confianza en Yahweh falló, aun así cuando cayo en cuenta de su pecado, David supo a donde ir, a donde su socorro venia!

Aileen: Con su accionar David reconocía que él no era perfecto. Al contrario, con cada caída David recapacitaba y regresaba al Señor.  

¡David fue sumiso a Dios, a diferencia de su predecesor Saúl quien sí se envanecía en sus propios caminos!   Los resultados de sus vidas nos muestras bien la diferencia. 

¡Podemos leer en detalle sobre estos dos reyes en el libro de Samuel, cómo terminaron ambos!

Mayra: Ahora regresemos a Éxodo 17 donde leemos sobre Amalec, la 1era nación que peleó contra los judíos al salir de Egipto, en Refidim. El Señor declaró a Moisés que borrará por completo la memoria del pueblo de Amalec de debajo del cielo. (17:14). En 1 Samuel 15, leemos también que El Señor mandó a Saúl a atacar a Amalec y a destruirlos por completo “todo lo que tiene, y no te apiades de él; antes bien, da muerte tanto a hombres como a mujeres, a niños como a niños de pecho, a bueyes como a ovejas, a camellos como a asnos”.

Cathy: La Biblia nos dice que el ejército de Saúl atacó y los venció, a pesar de que ellos eran solamente 10,000 hombres contra 200,000 amalecitas. Y leemos en 15:9 “Pero Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas, de los bueyes, de los animales engordados, de los corderos y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir por completo; pero todo lo despreciable y sin valor lo destruyeron totalmente.” Cuando Samuel lo cuestiono, Saul mintió al afirmar que obedeció al Señor.  Pero cuando este fue confrontado con la evidencia, Saul le echó la culpa sobre al pueblo. (15:21) ¿Notan cómo Saul mintió con tal de obtener la aprobación de Samuel? 

Aileen: En consecuencia, el profeta Samuel le informó a Saul que El Señor le quitaría su reino para dárselo a otro.  Escuchemos lo que “Saúl dijo a Samuel: He pecado; en verdad he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz.” Saúl no solamente reconoció su pecado de desobediencia a Dios, sino de sobreponer la aprobación del pueblo antes que someterse a Dios. 

Y aunque dada la reacción de Saul, pareciera que este estaba arrepentido, sin embargo, cuando Samuel le afirmó que perdió su reinado, escuchemos la petición que le hizo Saúl a Samuel “He pecado, pero te ruego que me honres ahora delante de los ancianos de mi pueblo y delante de Israel y que regreses conmigo para que yo adore al SEÑOR tu Dios”. (15:30)

Mayra: Hay varias cosas aquí que me indican que más que arrepentido, Saul estaba avergonzado.  Veamos: 

1º Saul quería que Samuel volviera con él para que no supieran que había perdido el reino. 

2º Saul pidió que él volviera con él para adorar al Dios de Samuel.  Fíjense que dijo “tu Dios”, no nuestro Dios. 

Y 3º sus mismas acciones ponen en evidencia su incredulidad, por ende su genuina falta de arrepentimiento de pecar contra Dios.  Porque su ídolo era su yo.  Notemos bien cómo fue su necesidad de la aprobación del pueblo fue lo que le llevó a pecar. 

Cathy: ¡Y así mismo nos sucede a nosotras cuando nuestro ego es quien rige nuestras vidas!  ¡¡¡¡Le damos una importancia superlativa a nuestra apariencia ante los hombres, y menospreciamos el hecho de que delante de Dios no hay apariencias que guardar porque El lo sabe todo!!!!

Mayra: Y en este sentido una buena pregunta que debemos hacernos para reflexionar sobre nuestro accionar al pecar es ¿lo que nos motiva al arrepentimiento es la culpa por fallarle a Dios o la vergüenza en frente del hombre? 

Cathy: Por eso es tan apropiado lo que Pablo dijo en Santiago 4:4 “¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios”.

Aileen: Escuchemos también lo que El Señor nos dice en Salmos 103-13-14 “Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen. Porque Él sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos solo polvo”.

¡David quien escribió este Salmo 103 supo reconocer cada vez que cayo, siempre admitió su pecado, se arrepintió de su pecado y luego buscaba la aprobación segura de su Dios! 

Solemos resistirnos a reconocer que somos polvo, y que de nuestro corazón es que salen los malos pensamientos y acciones (Mateo 15:19).  Por eso se nos hace tan difícil entender lo mucho que necesitamos lo que El Señor quiere darnos. 

Mayra: La realidad es que dada nuestra naturaleza pecaminosa, y la debilidad de nuestra carne, pecamos y porque pecamos queremos y necesitamos recibir aprobación.  La pregunta es ¿a dónde buscamos la aprobación? ¿En la fuente eterna que nunca cambia?, o ¿en cisternas agrietadas que no puede darnos lo que necesitamos?

¡Creo que este es un buen punto para terminar hoy, con muchas ideas para seguir reflexionando esta semana!

Cathy: ¡Recuerden orar por MPLGDD, necesitamos de sus oraciones!

Aileen: ¡Nos vemos la próxima semana para seguir profundizando en el tema de esta serie “La aprobación, un anhelo de todo corazón!

¡Hasta la próxima, Bendiciones!