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El remedio para la ansiedad: Refugio en Dios

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Aileen: Les externamos un caluroso saludo desde MPLGDD.  Somos Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz.

El programa de hoy tiene un título muy interesante: “Remedio para la ansiedad: refugio en Dios”.

Mayra: Seguimos compartiendo esta serie sobre “la esclavitud de la ansiedad” ¡Gracias por compartir con nosotras! 

Cathy: Y para el final de este programa tenemos por objetivo poder responder esta pregunta: ¿Cuál es la lección que el Señor está enseñándome a través de mi ansiedad?

Aileen: La semana pasada vimos como Jonás, un profeta de Dios no solamente tuvo temor de obedecer, cuando Dios le ordeno ir a Nínive. ¡Sino que Jonás también tuvo mucho prejuicio en contra los malvados ninivitas porque a su entender estos no debían ser perdonados por Dios porque no eran parte del pueblo judío! 

Hoy queremos continuar revisando el tema de la ansiedad a través de la vida de Moisés, quien se sintió débil e incapaz de hacer lo que el Señor le estaba pidiendo.  

Mayra: ¡¿Como todos conocemos el final de la historia de Moisés y lo que ocurrió en detalle, quienes no han juzgado a Moisés duramente por dejarse amedrentar por sus miedos?! 

Cathy: Sin embargo, es verdad que humanamente Moisés era incapaz de hacer lo que el Señor le estaba pidiendo. Por eso Moisés le argumento al Señor, pidiéndole que mandara a otra persona, porque él era tardo para hablar y torpe de lengua.  Pero el Señor le dijo “ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar” (Éxodo 4:12).

Sin importar lo que el Señor nos pida hacer, no somos nosotras, sino que es Dios quien lo hará. Dios solo nos pide confiar y obedecer.  ¡Y entonces veremos la gloria de Dios manifiesta en nuestras vidas! 

Aileen: Todos conocemos sobre la vida de Moisés. Que nació en un tiempo cuando el Faraón emitió un decreto de matar a todos los varones judíos al nacer, pero las parteras no lo obedecieron y la madre de Moisés lo escondió hasta que con la ayuda de su hermana Mirian, esta lo dejo en una cesta en el rio Nilo para que la hija del mismo Faraón lo encontrara.  La hija del Faraón lo crio como a un príncipe en el palacio.

Moisés creció y cuando tuvo 40 años mató a escondidas a un egipcio por maltratar a un judío. Pero cuando se divulgo su secreto, Moisés huyo a Madian y se convirtió en un fugitivo del Imperio Egipcio.

En Madian se casó con Séfora, la hija del sacerdote Jetro, y por muchos años vivió como pastor de ovejas en el anonimato. Hasta que un día, mientras apacentaba el rebaño de su suegro, vio una zarza ardiendo que no se consumía.

Mayra: Notemos que en ese momento Moisés estaba haciendo lo que normalmente le tocaba hacer como pastor, apacentando a las ovejas. ¡No estaba en medio de una experiencia espiritual ni nada extraordinario! 

Y Dios se manifestó de una forma muy diferente, porque él es Dios Roi.  El Dios que nos ve y se nos revela, porque es Omnipresente, según nos enseña la Biblia.  ¡Sin importar donde estemos, o lo que estemos haciendo!

Aileen: Como se le apareció a Moisés: en un desierto remoto y haciendo un trabajo considerado en su cultura como un trabajo inferior. ¡Mas Dios se le apareció a través de un arbusto y cambió toda tu vida! 

La zarza ardiente que no se consumía fue una atracción magnética para Moisés.  

Cathy: Por eso Moisés se acercó a la zarza, porque era diferente de todas las otras zarzas que había visto arder en fuego, en todos sus años en el desierto. Y entonces se le apareció el ángel del SEÑOR en medio de la llama de fuego, en medio de la zarza (Éxodo 3:2). 

Y antes de seguir ¿quién es el ángel del SEÑOR? 

Mayra: ¡Una representación de Dios, a través de la persona de Cristo pre-encarnado!

Cathy: Precisamente, Jesucristo se le presentó. El Yahweh, el Dios que es auto-existente, creador de todo y siempre presente.

Mayra: Moisés no sabía quién era que le hablaba.  Hasta que al acercarse Dios le dijo “No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa. Y añadió: Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob”. (Éxodo 3:5-6ª) Y ¿cuál fue la respuesta de Moisés?

Aileen: Leamos en el versículo 6b “Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tenía temor de mirar a Dios”

Mayra: Cuando inicialmente nos acercamos a Dios, la reacción natural es… de temor. Dios no es como nosotras. Él es santo, santo, santo, 3 veces santo, totalmente santo.  Y aunque dada nuestra pecaminosidad, no entendamos del todo lo que esto significa, nuestras almas si lo perciben. 

Isaías nos ayuda a hacernos una imagen bastante clara de cómo luce la santidad y grandeza de Dios, con la descripción que hace en su libro, en el capítulo 6. Isaías vio al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de su manto llenaba el templo. 

Aileen: ¿Están captando el tamaño de lo que Isaías está viendo? El Templo que Isaías conocía, tenía, en su pico más alto, 20 pisos de altura y la orla, ¡¡la costura de su manto llenaba el Templo!! 

Y al igual que Moisés, la reacción de Isaías fue de asombro: “¡Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos”. (Isaías 6:5) Aun los serafines, seres no pecaminosos, tenían que cubrir sus ojos con sus alas por la brillantez de Su santidad. 

Mayra: Aunque la Biblia refiere que al aceptar el sacrificio de Jesús somos amigos e hijos de Dios (Juan 15:14/ Santiago 2:23), definitivamente no somos como Dios!

Cathy: Algo más que posiblemente no estemos captando, porque no desconocemos la cultura hebrea, es que cuando Moisés se acercó a a la zarza, el Señor repitió su nombre 2 veces. ¡Y en la antigua cultura hebrea esta era una forma de mostrar amistad, afecto y cariño! 

Mayra: De nuevo, aunque no somos como Dios, ¡Su deseo es amarnos y tener una relación de cercanía con nosotras! 

Cathy: De hecho, lo próximo que Dios le dice a Moisés es que É no ha ignorado la aflicción de su pueblo en Egipto, y hará algo para librarlos.  Y hasta ese momento, Moisés había escuchado en silencio.

¡Pero cuando el Señor le informó a Moisés que lo enviaría ante el Faraón para confrontarlo, Moisés protestó!

Recordemos que esta era la familia adoptiva de Moisés, de quienes había huido para salvar a su vida. ¡Moisés no era bienvenido en esta casa!

¡¿Y ahora el Señor quería mandarlo de vuelta para pedirle a Faraón que liberara al pueblo que sostenía su economía?!

 Y la resistencia de Moisés a ir era fundada. El conocía bien la forma de pensar de los egipcios y sabía que tan pronto se acercara le matarían. 

Aileen: Además Moisés titubeo porque se sintió débil e incapaz de cumplir con esta encomienda. Y humanamente Moisés tenía razón, él no era capaz. ¡Moisés estaba desenfocado de quien era que le respaldaría para cumplir con esta encomienda! 

Y el Señor le recuerda: “Ciertamente yo estaré contigo” (3:12). En otras palabras, Dios le estaba diciendo a Moisés “soy Yo quien lo hará, no tu”. Es como si le dijera “Estate tranquilo, que yo resuelvo”.

Cathy: ¿Todos los héroes de la fe que nos menciona la Biblia en el libro de hebreos también tuvieron pies de barro?

Aileen: ¡Claro que sí! Fueron personas que vacilaron y cuestionaron a Dios. Y al pararse en frente al gran Yo Soy, en vez de sentir asombro y confianza, sintieron temor. 

¡La única razón por la que hoy estos son considerados héroes, es en realidad por lo que Dios hizo a través de ellos! 

Mayra: Y nosotras, estamos dispuestas a dejarnos usar por Dios, ¿a pesar de sentir miedo? ¿qué haremos con nuestros temores?, Seguiremos alimentando nuestros miedos o lo reemplazaremos con la verdad de Dios?

Cathy: No sé si nos damos cuenta, pero cuando cuestionamos el proceder de Dios, estamos diciendo: ¡Dios yo se mejor que tú! Por esto es por lo que leemos en el capítulo 4 de Éxodo, que la ira de Dios se incendió contra Moisés.

Sin embargo, Dios, en su misericordia, trajo a su hermano Aarón para ayudarle. 

Y es que este nombre de Dios “Yo Soy”, “Yahweh” o “Jehová” apunta a un Dios que quiere tener una relación cercana con nosotras. ¿Acaso fue Moisés quien buscó a Dios?  

Mayra: ¡No! fue Dios quien buscó a Moisés.

Aileen: Y ¿cuándo Adán y Eva pecaron, ellos buscaron a Dios?

Cathy: No, al contrario. ¡Se escondieron de Dios!

Aileen: Y la mejor evidencia de que Dios es quien inicialmente se acerca a nosotros, es que, por su propia voluntad, ¡Él envió a Jesús para rescatarnos! 

Juan 15:16 nos dice “Vosotros no me escogisteis a mí, sino que yo os escogí a vosotros”. Aun la salvación no es de nosotras sino de un gran Dios, el “Yo Soy” quien nos escogió desde antes de la fundación del mundo (Efesios 1:4).

Hoy en día nosotras tenemos mucha más información que la que tuvo Moisés sobre Dios, sin embargo, me pregunto ¿por qué titubeamos?

Mayra: ¡Porque somos débiles, miedosas y tenemos una naturaleza pecaminosa!

Nuestra esperanza está en que tenemos a un gran Dios que está formándonos a la imagen de Cristo. ¡Y mientras más caminemos con Cristo y mientras mejor le conozcamos, más nos pareceremos a Él! 

Y hasta aquí, hemos hablado del llamado tan retador de Moisés. Sin embargo, y a pesar de sus protestas iniciales, Moisés obedeció y caminó por 40 años guiando al pueblo judío. 

Cathy: ¿Acaso Moisés pudo disfrutar de la libertad que obtuvo de los egipcios? Ojalá que pudiera decir que si, sin embargo, guiar al pueblo judío fue una gran carga, ¡porque su comportamiento llego a ser terrible!

¿Se les olvida lo que estos hicieron?

Aileen: Moisés tuvo que lidiar por 40 años, con las quejas y acusaciones contra Dios, contra Aarón, ¡y contra él mismo!

Mayra: Y eso que, para este momento, ¡ya el pueblo judío había sido testigo del poder de Dios en pos de liberarles y protegerles! 

Ya habían visto las 10 plagas que afectaron gravemente solo a los egipcios, y ni un judío se vio amenazado.  

Fueron testigos de cómo Dios les sacó de Egipto con mano dura. Cuando el Señor abrió el mar Rojo para ellos poder cruzar por tierra seca, y luego el mar cerrarse de nuevo y ahogar a todo el ejercito egipcio que les perseguía.  

¡Y una vez en el desierto, el pueblo judío pudo ver la columna de nube y de fuego que les protegieron de las inclemencias del tiempo!

Cathy: Y sabemos que todo el pueblo judío reconoció que Dios era quien les había salvado de los egipcios, porque Éxodo 15:1-5 nos habla del cantico de Moisés. ¡Un cantico triunfal que surgió de manera espontánea en donde todos exaltaron a Jehová y celebraron Sus obras! 

Y todo esto para que tan solo 3 días después, caminando en el desierto, ¡al no encontrar agua reaccionaran murmurando contra Moisés!

Mayra: O sea no había pasado un mes, ni una semana, ¡solo 3 días! ¡¿Y así fue como reaccionaron?!

¿Ustedes no creen que ya el Señor les había mostrado que Él tenía control sobre el agua? Sin embargo, Dios permitió esta lucha para mostrarles lo que había en sus corazones, como Deuteronomio 8:2 nos dice.

Aileen: Déjenme leerlo “Y te acordarás de todo el camino por donde el SEÑOR tu Dios te ha traído por el desierto durante estos cuarenta años, para humillarte, probándote, a fin de saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos”.

Cathy: ¡¡En el desierto y con la incesante demanda del pueblo judío, Dios desarticulo a Moisés de todas sus fortalezas para hacerle ver cuanto él necesitaba de la fortaleza de Dios!!  

Mayra: Así mismo Dios quiere hacer con nosotras. ¡Que postremos a Sus pies todas nuestras ansiedades!

Cathy: ¿Y nosotras? ¿Cuáles circunstancias estamos viviendo donde Dios está mostrándonos cuales son los gatillos que disparan nuestra ansiedad?

Aileen: Ouch! Dios quiere que, así como aprendió a hacer Moisés a lo largo de 40 años, que también nosotras antes de reaccionar con miedo, ¡alcemos nuestra vista en fe y en obediencia a El!

Vivimos en un mundo caído y, por ende, cosas malas ocurrirán, sin embargo, “sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a su propósito”. (Romanos 8:28) 

Servimos a un Dios de propósito, un Dios que controla todo (Efesios 1:11), un Dios a quien nada ni nadie puede frustrarle sus planes. (Isaías 14:27) Y aun todas las cosas que nos suceden y de las cuales nos quejamos…Dios está utilizándolas para formarnos a la imagen de Cristo (Romanos 8:29).

Mayra: Creo que este es un buen punto para terminar hoy. ¡El ejemplo de Moisés nos debe llevar a pensar esta semana, para estimularnos a confiar más en Dios durante estos momentos de ansiedad! ¡Para aprender a buscar primeramente la dirección de Dios en nuestras tribulaciones y aplicar Su verdad a nuestras vidas!

Aileen: Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios delante.
Cathy: Nos vemos la próxima semana cuando estudiaremos cómo Ester manejo la ansiedad en su vida. ¡Hasta la próxima…Bendiciones!

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