Este domingo, el pastor Miguel Núñez predicó el sermón El Misterio de la Voluntad de Dios basado en Hechos 21:1-16. Este sermón es una continuación de la serie Hasta los confines de la tierra.
La voluntad de Dios es un misterio o una especia de enigma, no porque Dios no tenga interés en revelar como Él piensa, como siente y lo que quiere. Mas bien, Su voluntad es inescrutable debido a que Su sabiduría es infinita y por tanto la manera como Él lleva a cabo Sus propósitos son incomprensibles para la mente humana (Isaías 55:8). Pero hay una parte de Su voluntad que Él ha revelado en la Biblia. Sin embargo, la misma Biblia declara en Deuteronomio 29:29 “que las cosas secretas pertenecen al Señor nuestro Dios, más las cosas reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, a fin de que guardemos todas las palabras de esta ley.” Ese solo versículo nos deja ver que hay una parte de la voluntad de Dios que ha sido revelada y una parte que permanece oculta.
La voluntad de Dios pudiera definirse como aquel atributo por medio del cual Dios aprueba y determina cada evento que ha de acontecer. Todos los eventos por los cuales has atravesado han formado parte de la voluntad de Dios. Él orquesta lo que orquesta y permite lo que permite porque entiende que esa es la mejor forma de llevar a cabo los propósitos que tiene para ti y para mí. Es por eso que Él dice que todas las cosas cooperan para bien (Romanos 11:33-35). El texto de hoy, en su segunda parte, claramente revela lo difícil que se hace muchas veces determinar la voluntad de Dios. Lo único que nos toca hacer es confiar que Dios está en control y que Él está orquestando las piezas del rompecabezas.
