El tema del peligro más grande de la sociedad moderna es uno que puede ser abordado de diferentes ángulos. La respuesta tal vez más lógica y general es que hoy en día, la moralidad–o falta de–es abundante y continúa tomando poder en las culturas mayormente occidentales. Cada sociedad, cada imperio que existió en el pasado pudo mantenerse por un periodo de tiempo gracias a ciertas verdades que consideraban trascendentes y absolutas y gracias a sus principios morales. Hoy en día, todo eso ha venido a ser cuestionado por la revolución moral que está tomando lugar. En el postmodernismo de nuestros días, se piensa que no hay verdades absolutas y que todo es relativo. Por primera vez en toda la historia, el hombre ha llegado a pensar que nadie tiene la verdad: ni Dios, ni la ciencia. Esta realidad es ciertamente una amenaza a nuestra sociedad, y más porque nos lleva a otros peligros que derivan de esta o están conectadas de alguna forma.
Un peligro que quizás no está en la mente de la mayoría es la destrucción de la familia, una amenaza que quizás se pueda considerar como la peor o mayor para la sociedad. La familia es la primera sociedad, si pudiéramos decir; la unidad más pequeña que existe. El concepto de la familia, de un padre y una madre con hijos que ellos crían y a los cuales le pasan un legado, está siendo deshecho hoy en día, por este nuevo concepto de moralidad relativa. Mary Eberstadt, una mujer muy intelectual que ha podido estudiar nuestra sociedad contemporánea tiene un libro que se llama “Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios”. Eberstadt concluye que el occidente perdió a Dios cuando perdió a la familia porque es esta la que transmite la idea de un Dios a la próxima generación. Entonces, con el hecho de que no hay diferencia entre los géneros y roles y que ahora es permisible no solo tener una familia con padres del mismo sexo pero que también es legal en países como Canadá tener una familia compuesta de cuatro padres, ¿Con qué código de valores nacen los niños? ¿A quienes le van a responder? ¿Cuál serían las primeras o segundas autoridades a las cuales responderían?
Pudiéramos ver, también, otras amenazas para la sociedad moderna que están conectadas al deterioro de moralidad como el individualismo y autonomía con el cual el hombre quiere vivir. No se puede tener una sociedad donde cada cual es autónomo; habría una rebelión en contra de la autoridad. No se puede construir una sociedad donde los individuos no quieren someterse a la autoridad civil; sería imposible. De hecho, cuando los fundadores de los Estados Unidos escribieron su constitución, algunos de ellos llegaron a la conclusión de que esta sólo podría funcionar para personas religiosas que creían que existe un Dios que es el dador de la ley moral y es revelador de principios y valores absolutos e inherentes a la vida humana.
Es por esto que una de las más grandes amenazas a la sociedad hoy en día es justamente la falta de un código moral que le dé estabilidad a dicha sociedad y núcleos ya que lleva a la destrucción del concepto de la familia y al movimiento individualista radical.
“No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (Juan 2:15-17 LBLA)
Tomado del podcast “No Es Tan Simple Como Parece”, episodio “Podcast 6 – “¿Cuál es el mayor peligro de la sociedad hoy en día?”