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Cuando la comparación edifica

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Aileen: Que bueno es compartir nueva vez en este espacio de Mujer para la gloria de Dios, quien les habla Aileen Pagan de Salcedo, Cathy Scheraldi de Núñez y Mayra Beltrán de Ortiz

MPLGDD es una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría. 

¡Les invitamos a suscribirse al canal de YouTube de Integridad y Sabiduría, para continuar compartiendo esta serie sobre “El espejo de la comparación”

Cathy: Gracias a Dios por todas aquellas que nos 

apoyan con su sintonía y mensajes!

El programa de hoy lo hemos titulado  “Cuando la comparación edifica”  

Dios permita que para el cierre de este programa hayamos encontrado la respuesta a la pregunta 

que nos planteamos hoy:

¿Justifico mi pecado mientras condeno el pecado de otros?

Mayra: Y recuerden también contestar las preguntas que estamos posteando en Instagram, para que puedan sacar mayor 

provecho personal al contenido de MPLGDD.  

Y como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a orar.

Aileen: En el programa anterior vimos como la comparación puede promover el orgullo, producir en nosotros mayor inseguridad, y aíslarnos.  Y todo esto nos hace más vulnerable a las artimañas de Satanás! 

Hoy queremos hablar sobre otro tipo de comparación que tambien promueve el orgullo.  Y esta vez combinado con cierto sentido de superioridad y aversión. Para explicar esto, queremos hablar del fariseo Simón y su actitud parar con la mujer pecadora que entró en su casa. 

Cathy: Sabemos que en la cultura judía, cuando alguien famoso visitaba una casa, era costumbre que los vecinos entraran y se sentaran cerca para oír la conversación. Y aunque no lo especifica, sospecho que usualmente los que asistían eran hombres, porque las mujeres no solian formar parte de este tipo de reuniones. 

En este caso, fue diferente porque además de que esta mujer participara de la reunión, esta no se quedó en la periferia, sino que se acercó a Jesús, se sentó a sus pies llorando, y lavó sus pies con sus lágrimas.  Y luego soltó su cabello para usarlo para secar los pies de Jesus. Y no quiero que pasemos por alto que en aquel tiempo, en la cultura judía, las mujeres no dejaban su pelo suelto porque era algo muy intimo.

Mayra: ¡Y recordemos que esta mujer muy probablemente era una prostituta. Y esta era la casa de un fariseo, alguien que se mantenía alejado de las personas pecadoras.  

Era algo inconcebible que una prostituta estuviera en la casa de un fariseo! Los fariseos se auto percibían como superiores, e incluso el pueblo tambien los consideraba como superiores que el resto de las personas. Ahora imaginemos esta escena, en donde una prostituta deja su cabello suelto, limpia con sus lagrimas y besa los pies de Jesús, y todo esto en público! Realmente esto fue un espectáculo, que honestamente cualquiera interpretaria mal!

Aileen: Claro! Sobre todo al evaluar la situación desde una perspectiva humana, y no divina. Y hay otra pieza de la historia, que no hemos mencionado aun y que atiza aun mas aquella escena escandalosa. Esta mujer trajo un frasco de alabastro con perfume del mas caro, y con este ella ungió los pies de Jesus. 

La Biblia solamente dice que ella era pecadora, sin embargo, los eruditos la calificaban como a una prostituta.  Y esta calificacion se infiere porque siendo todos pecadores, el mismo texto enfatiza que esta mujer era una mujer pecadora!

Cathy: Y en este caso, el frasco de alabastro lleno de perfume podía tener dos usos . El primero es que como era algo muy caro, usualmente era reservado por las mujeres para usar como dote al casarse (y más tarde hablaremos mas sobre esto). El otro uso, era que las prostitutas usaban el perfume para agradar a sus clientes.  El uso que entendemos tenia en este caso, si esta mujer era realmente una prostituta.  

Mayra: Y no tenemos que imaginar lo que Simón pensaba porque esta escrito en Lucas 7:39 “Si este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora.” Sabemos que la evaluación de Dios muestra que él estaba equivocado porque conocemos la historia.  Sin embargo, creo que cualquiera probablemente pensaría igual que Simon, y esto nos demuestra como todos tenemos una naturaleza pecadora.

Aileen: Y hay algo mas que es claramente visible aquí y es que “Sus caminos y pensamientos no son los nuestros” (Isaías 55:8). Este acontecimiento nos enseña muy bien que no debemos juzgar las intenciones de la gente, por esta misma razón: nuestra naturaleza pecaminosa! 

Vemos ahora cómo Simón está dudando de que Jesús sea verdaderamente el profeta! y ¿qué hace Jesús?  Jesus comienza cuestionando a Simón, con una historia retorica.

Cathy: Pero antes, Jesús le dice “tengo algo que decirte,” (7:40) no dijo que quería preguntarle algo sino quiero decirte algo y le pregunta “Cierto prestamista tenía dos deudores; uno le debía quinientos denarios y el otro cincuenta; y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, le amará más?” (7:41-42) Y Simón responde correctamente, “supongo, aquel a quien le perdonó más”

Mayra: Y escuchemos ahora la respuesta de Jesús “Has juzgado correctamente.” ¿No te llama la atención que Jesús no le dijo que había contestado bien, sino que había juzgado bien?

Aileen: Claro, Jesús está demostrándole no solo que Él sabia lo que estaba pensando, sino también que Simon le estaba juzgando.

Mayra: Y Jesús continuo diciéndole a Simon cómo el mismo no habia seguido las costumbres comunes de hospitalidad, no le besó al entrar, no ungió su cabeza con aceite, ni le dio agua para lavar sus pies.  Sin embargo Jesús le muestra que esta mujer, una prostituta, había hecho mucho mas alla de lo que él había hecho. ¡¡Ouch!! 

Aileen: ¡Qué vergüenza! Simon estaba juzgando a esta mujer con una actitud de orgullo y aversión, cuando en realidad su pecado era peor! ¡En su mente ella era la pecadora y él era el mas santo. 

Mas Jesús, delante de todos, acababa de demostrarle que la maldad de su corazón era peor! Y en la manera en que Jesús hizo esto, Él demostró que Él era El Profeta porque pudo hasta leer su mente.   Y especulo que las otras personas que estaban allí presentes pensaban igual, o muy parecido a Simón, por lo que muy probablemente también sintieron convicción al escuchar cuando Jesús le confrontó. 

Cathy: Y Jesús confrontó a estos hombres, y liberó a la mujer, entrelazando su historia ahora porque les dijo “sus pecados, (hablando sobre la mujer) que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama.” (7:47) 

Hay varias lecciones que aprendemos aquí. Primero, la falta de amor que hay en aquellos que juzgan.  Y  esta misma falta de amor al prójimo, que es hacia a Dios mismo es un pecado grave, hasta peor que la prostitución! 

Y una segunda lección, es que no debemos juzgar, de hecho Mateo 7:1 nos enseña “No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá.”

Mayra: Esta historia es un ejemplo perfecto de este principio. Mientras Simón estaba juzgando a la mujer, él fue juzgado tambien, y en su caso con una medida justa.  Porque la verdad era opuesta a lo que Simon pensaba. 

No sabemos por qué esta mujer se prostituyó, ni que condiciones de vida la llevaron a este punto. Lo que si sabemos es que el pecado de superioridad en la vida de Simón, confirma la realidad de que todos somos pecadores. Aun cuando parezcamos tener vidas muy piadosas, el pecado reside en nosotros!

Otra enseñanza que hay aquí es que El único que puede juzgar justamente es Dios, y El no necesita de nuestras ayuda.  Por tanto no debemos sentarnos en Su trono queriendo juzgar a los demás. Mas bien descansemos en que Sus juicios son perfectos.  Dejemos que Dios haga su trabajo!

 Simón no tenía ni idea que el estaba pecando al juzgar a esta mujer.  Sin embargo, aun cuando esta mujer tenia un conocimiento mas limitado de la ley, ella si hizo una mejor evaluación de su vida y pecado.  Hasta mejor que el mismo fariseo. 

Aileen: ¡Y él, un experto en la ley! La persona que enseñaba al pueblo sobre Dios y sobre el pecado.  En su orgullo, Simon se creía mejor de lo que era, y por tanto merecía que Dios lo destacara. Mientras que esta mujer, con una actitud humilde reconocía su culpa y por esto Jesús la perdonó. Simón tenía un sentido de auto justicia, que le hacían pensar que él merecía ser perdonado por sus buenas obras.  Cuando la evaluación que Dios nos ensena en la Biblia es que “todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús,” (Rom. 3:23-24) 

Cathy: Y ¿por qué? “porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.” (Rom 3:20) Dios odia el pecado y Él quiere lo mismo de nosotras, que tambien odiemos el pecado.

¡Llegamos a creer que estamos bien, porque ignoramos el verdadero alcance de nuestro pecado! 

Por eso imagino que Simón fue avergonzado al Jesús comparado con aquella prostituta!  Sin embargo, dado su arrepentimiento ella fue quien fue perdonada! 

Mayra: Simon necesitaba aprender “Delante de la destrucción va el orgullo,

y delante de la caída, la altivez de espíritu.” (Prov. 16:18) y todos aprendieron:

“Humillaos en la presencia del Señor y Él os exaltará” (Sant.4:10). 

¡El estándar del mundo no es el de Dios! Y esto no hay forma de reconocerlo, hasta tanto no se tiene un encuentro con Dios, que transformamos nuestra mente con Su Palabra (Rom. 12:2)!

Aileen: Vemos que el problema no es la comparación en si. Dios mismo nos enseña a tener sabiduría y discernimiento, y esto requiere el hacer comparaciones. ¿Acaso Jesús en esta historia Jesús no uso la comparacion?

Cathy: Claro que si

Aileen: ¡La clave es el punto de referencia al hacer la comparación! Dios nos mandó a permanecer en la fe, esperanza y amor, ¿y cual fue lo más importante? 

Cathy: el amor (1 Cor.13:13) 

Aileen: Juan fue bien claro en 1 Juan 4:7-8 “Amados, amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor” 

Cathy: ¡Nuestra medida de apreciación de la realidad es diferente a la de Dios dado el trastorno que produjo la caída.  Y no solemente que es diferente, sino que es al revés!

No hay mejor forma de terminar el programa de hoy que instándole a seguir reflexionando en las acciones de esta mujer. Quien rompió su frasco de alabastro, en señal de arrepentimiento de su pecado, para ofrecérselo a Cristo. Jesucristo era su respuesta a la vida, Él era su garantía para el futuro.  Y ella estaba dispuesta a dejar todo atrás para seguirle! Evaluemos esta semana si en nuestras vidas, ¿estamos dispuestas a dejar todo por Cristo?, si ¿Estamos amando en humildad a nuestros prójimos?, o vemos el pecado de otros como peor que los nuestros?  

Cuando amamos a nuestro prójimo, glorificamos a Dios en nuestras vidas, nos acercamos mas a Él y promovemos el interés en otros, de acercarse a Él! 

Mayra: Oren por nosotras en MPLGDD y por toda iniciativa para seguir compartiendo el evangelio, necesitamos de Su unción para continuar!

Aileen:Hasta la próxima, bendiciones!