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El significado de Semana Santa para los cristianos

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En los tiempos en los que no habían aplicaciones para comprar en línea, yo estaba con mi madre en el supermercado, ahorrábamos tiempo dividiéndonos la lista por comprar, ella me mandaba a buscar un producto a un pasillo, mientras iba por otro en un lugar diferente. De repente vi a un señor con una especie de cruz en la frente y me pareció raro pero seguí a mi destino, seguido vi una señora un poco más joven con lo mismo y ahora si me llamó la atención, de hecho me fijé que era una especie de polvo negro. Mientras caminaba hacia mi madre, vi a un joven, a otro par de señoras y un señor con el mismo símbolo.

Ya todo esto me estaba asustando, y comencé a apresurarme para poder salir del lugar y preguntar qué estaba pasando, pues seguía viendo más y más personas entrando así. Terminando de pagar, mi mamá me explicó susurrando, que era miércoles de ceniza y en la tradición católica se pone una cruz de ceniza en la frente anunciando el inicio de la cuaresma seis semanas y media antes de la Pascua en Semana Santa. Aunque en el momento no entendía nada, al menos me tranquilizó saber que algo tenía que ver con Dios. Ahora de adulta, entiendo que esta cruz en la frente no es algo que esté en la Biblia ni tampoco la cuaresma como tal, sin embargo, recordar la muerte y resurrección de Jesús, así como celebrar su gran obra de redención es parte de lo que Dios mismo instituyó para los cristianos. 
 
Pésaj 
¿Recuerdan las 10 plagas de Egipto que Dios envió? Cuando Faraón era de duro corazón a pesar de las ranas, langostas, el agua convertida en sangre, granizo, mosquitos, pestes, ulceras, la décima plaga en especial terminó en el asombroso milagro de liberar al pueblo de Israel de la cruel esclavitud en Egipto. Por supuesto, Dios deseaba que celebraran esto, ahí surge la fiesta de Pésaj, Éxodo12:12-14 lo explica bien: 
 
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. Y la sangre (del cordero) os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré (pésaj) de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis. (Énfasis añadido) 
 
Pésaj es el hebreo de la palabra Pascua y significa «pasar por encima» o “saltar», de manera figurada “mostrar misericordia” o “preservar”. En múltiples pasajes del Antiguo Testamento podemos ver detalles de cómo y cuando celebrarla, del gozo que era llevarla a cabo, en definitiva, un medio de gracia para llevar las mentes y corazón de Su Pueblo de vuelta a Su Liberador y Señor. El libro de Deuteronomio reiteradamente amonesta sobre olvidar a Dios, también la idolatría y orgullo humano que podría producirse cuando sucede. 
 
Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy;no suceda que comas y te sacies, y edifiques buenas casas en que habites,y tus vacas y tus ovejas se aumenten, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente;y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios, que te sacó de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. Dt 8:11-14 

En memoria de Él 

 Este recordatorio cada 14 de Nisán que realizaban con un cordero sin defecto, esta fiesta instituida perpetuamente en el pueblo de Dios era profética, apuntaba hacia Su cumplimiento en Cristo el cordero perfecto que derramó su sangre para pasar por encima nuestro pecado, Él nos libertó de la esclavitud y mostró misericordia para darnos libertad. 
En la última fiesta de Pascua que Jesús celebró con sus discípulos el sentó un nuevo giró para el resto de Su pueblo escogido: 
 
Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles.Y les dijo: ¡Cuánto he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca!Porque os digo que no la comeré más, hasta que se cumpla en el reino de Dios.Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad esto, y repartidlo entre vosotros;porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el reino de Dios venga.Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.De igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. Lucas 22:14-20 
 
Se acaba de instaurar la primera santa cena en medio de la pascua, recordaban la fidelidad de Dios hasta ese momento para los suyos y la obra de redención que Cristo estaba a punto de ejecutar. Un nuevo pacto acababa de establecerse. 

¡Celebra! 
 Como cristianos si conocemos lo transcendental del sacrificio de Jesús para nuestras almas, cada semana santa debemos estar: 
-Agradecidos del cordero que se entregó una vez y para siempre. 
-Gozosos por la tumba vacía. -Anhelando el futuro porque ¡Ha resucitado y vendrá otra vez! 
-Buscando comunión con El, porque hemos obtenido una nueva vida por medio de Cristo