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Los Ídolos del corazón de una madre 

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Como madre este tema toca una fibra neurálgica de mi ser porque si aun antes de casarme y tener una familia mi corazón pecador luchaba con el hecho de edificar ídolos, ahora es que definitivamente tengo que ser intencional en poder identificarlos y no dejar que estos tomen el lugar de Dios. Los ídolos en el corazón de una madre referencian a las cosas o personas que una madre ama y venera con todo su ser. Pueden ser sus hijos, su familia, sus creencias o cualquier otra cosa que ocupe un lugar especial en su corazón. Es una expresión que resalta la devoción y amor incondicional que una madre siente hacia aquello que considera más importante en su vida. ¡Y esto amada lectora es una señal de ALERTA! 

Como decía Juan Calvino: “El corazón es una fábrica de ídolos”. Lo interesante de esta cita de Calvino es que apunta al corazón como la fuente del pecado. Los ídolos no siempre son inherentemente pecaminosos, sino que es el corazón humano que los estima o valora más que Dios. Toda mujer, en mayor o menor medida, tiende a adorar algo o a alguien en lugar de Dios. Estos «ídolos del corazón» pueden tomar formas diversas, como relaciones personales, logros profesionales, posesiones materiales, entre otros. Pero en el caso de una madre me gustaría que veamos estos tres puntos importantes al hablar de los ídolos del corazón: 

LOS HIJOS PUEDEN SER NUESTRO MAYOR IDOLO 

Los posibles «ídolos del corazón» de una madre podrían incluir la sobreprotección hacia tus hijos. Estos ídolos podrían influir en la forma en que tomas decisiones relacionadas con la crianza de tus hijos, tu autoestima y tu sensación de valía como madre, afectando tu gozo y tu capacidad de confiar en Dios en medio de las dificultades. 

La imagen de ser una madre perfecta ante los demás, o la preocupación excesiva por el éxito académico o profesional de tu familia, aunque no lo percibas va edificando escalones hasta llevar a nuestros hijos al pedestal que solo le pertenece a Dios. “Queridos hijos, apártense de los ídolos.” 1 Juan 5:21 

LAS TAREAS TOMAN EL LUGAR DE LO IMPORTANTE Y SE CONVIERTEN EN UN IDOLO 

Si eres madre de hijos pequeños como yo, tus días están colmados de infinitas tareas por hacer (ropa que lavar, trastes que fregar, casa que limpiar y muchos juegos que recoger). Por momento dejamos que todo esto arrope nuestro corazón y nos olvidamos de lo IMPORTANTE-DIOS. Hacemos a un lado al que merece nuestra mayor adoración, nuestro CREADOR. Como madres podríamos reflexionar sobre nuestras motivaciones más profundas, buscar un equilibrio saludable en nuestras prioridades y relaciones, y cultivar una relación íntima con Dios que nos ayude a encontrar nuestra identidad y satisfacción en Él. 

EL QUE EDUQUE A MIS HIJOS EN CASA NO ME HACE MEJOR QUE OTRA MADRE 

Los que me conocen saben que soy madre a tiempo completo en el hogar, y desde que nació nuestra hija mayor renuncie a mi trabajo fuera de casa para dedicarme a criar a los que hoy son nuestros tesoros prestados. Cuando tomé esa decisión prometí entrégame 100% para hacerlo con excelencia para Dios. Así que desde hace casi 4 años educo a nuestros 3 hijos en casa, esto es un trabajo hermoso, pero a la vez retador. La demanda de tener estas vidas en nuestras manos para guiarles hacia el Señor e instruirle no solo a nivel espiritual sino también académicamente es TODA UNA RESPONSABILIDAD. 

Pero muchas veces tengo que predicarle a mi corazón que el que yo haga esto no me hace mejor que otra madre que no lo hace o también que los guie académicamente no me garantiza que ellos serán los mejores profesionales. Mi corazón pecaminoso puede llegar a querer pensar esto. NO se trata de mí, se trata de Dios y lo que Él pueda hacer en la vida de nuestros hijos, la salvación es del Señor, no obra mía en la vida de mis hijos. La salvación es del Señor. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición!” Salmos 3:8 

REDIRIJE TU ADORACION HACIA DIOS 

Para redirigir nuestra adoración hacia Dios, podemos comenzar examinando nuestros corazones e identificando cualquier ídolo que pueda tener prioridad sobre Él. Es importante reflexionar sobre nuestras motivaciones, reevaluar nuestras prioridades, y cultivar una relación más profunda con Dios a través de la oración, el estudio de Su Palabra, y desarrollar un estilo de vida de adoración y gratitud. Al poner nuestra confianza e identidad en Dios, podemos encontrar una verdadera plenitud y paz que sobrepasa todo entendimiento. 

Demos gracias a Dios por la familia en El que nos ha dado, por los hijos que ha puesto como flecha en nuestras manos para direccionarlos hacia Él y por el inmenso privilegio de poder ser intencionales en estar presentes en sus vidas. 

Recuerda que nuestra adoración debe estar dirigida hacia Dios y nuestra satisfacción debe ser genuina en Él, en lugar de buscarla en ídolos temporales y finitos, como la casa, el esposo o nuestros hijos. “Un don del Señor son los hijos, Y recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, Así son los hijos tenidos en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; No será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.” Salmos 127:3-5 

Oremos a Dios por gracia y perdón en el proceso de confrontar y trascender los ídolos de nuestro corazón, para así experimentar una transformación profunda y una nueva forma de vivir en libertad y plenitud en Cristo. 

¡Dios les guarde sin caída!