¡Gracias a Dios por lo que nos ha dado!
¡Es tan valioso que no hay palabras para describirlo!
2 Corintios 9:15 (TLA)
En este mes algunos países estarán celebrando el tradicional “Día de Acción de Gracias”. Considero que es una fiesta popular que debería extenderse todo el año (sin el menú obviamente) principalmente por el ejercicio beneficioso e intencional de ser conscientes al expresar gratitud. Un festín sin reflexión es un desperdicio de comida, dinero y tiempo. Más agradable a Dios es un corazón agradecido con lo que Él ha provisto, sea mucho o poco, Él es la porción que más necesitamos. (Salmos 136, Salmos 30:1-12)
En estos tiempos difíciles que vivimos necesitamos con más urgencia recordar a menudo la gracia y provisión que Dios nos ha dado.
Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 2Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, 3sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, 4traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios…
2 Timoteo 3: 1-5
John Piper comentó que los seres humanos somos ingratos y obstinados por naturaleza. ¡Sí, gran verdad! incluidos los cristianos, si fuéramos juzgadas en base a la intensidad de nuestros afectos y acciones de gracias hacia Dios, todas hemos reprobado. Somos ingratas ante la cosecha no perecedera que Dios nos ha regalado. No mostramos gratitud por lo que no merecemos, sino que damos gracias por lo que «tenemos» bendiciones terrenales mientras olvidamos las bendiciones en lugares celestiales.
La gratitud es fruto de la llenura del Espíritu, pero también necesita ser cultivada, por ejemplo; así como el fruto de un árbol… un corazón agradecido es reconocido por medio de sus manifestaciones externas (acciones).
16 Estad siempre gozosos.
17 Orad sin cesar.
18 Dad gracias en todo;
porque esta es la voluntad de Dios
para con vosotros en Cristo Jesús.
1 Tesalonicenses 5:16-18
Gracias a Cristo, ya nuestras acciones de gracias no deben representarse como sacrificios sino como cánticos de alabanza por la gracia repartida para cada una de nosotras. ¡Que Dios nos conceda hallarnos agradecidas por Su bondad, no en un día, sino como un estilo de vida, en TODO tiempo!
- ¿Qué encabeza mis oraciones?
- ¿Sobreabunda en mí las acciones de gracias? ¿O soy una gruñona?
- ¿Cómo mediría mi escala de generosidad?
- ¿Estoy complacida en lo que ya tengo en y por Cristo o busco autosatisfacción fuera de Él?