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Cambiando la ansiedad por paciencia

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“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos! Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres.  El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.”
(Filipenses 4:4–7).

Pocas cosas me ponen más ansiosa que salirme del itinerario. Tengo un reloj interno fuerte, lo cual es una bendición cuando se trata de llegar a tiempo a los lugares. Pero cuando estoy en una reunión o en un evento que se retrasa cada vez más, mi reloj interno es una maldición. Es una alarma que suena dentro de mí, elevando mi presión arterial y ansiedad. Pierdo la capacidad de concentrarme en lo que otras personas están diciendo porque todo lo que puedo pensar es en cómo podríamos volver a lo programado.

Incluso si no eres alguien que se pone tan tensa con los horarios como yo, es posible que hayas sentido en algún momento que tu vida está fuera de calendario. Tal vez hayas terminado una relación de citas de varios años que no culminó en matrimonio. Tal vez te enfrentas a dificultades financieras cuando esperabas entrar en la jubilación. La mayoría de nosotras tenemos una idea aproximada en nuestras mentes de un horario para nuestra vida. Si nos descarrilamos de ese horario, la ansiedad golpea. Sentimos que debemos hacer algo para volver a encarrilar nuestras vidas.

El apóstol Pablo debe haber sabido cómo se sentía esta ansiedad. Tenía una misión de parte de Dios para llevar el evangelio a los gentiles, y trabajó incansablemente para cumplirlo, viajando por todo el mundo romano. Sin embargo, más de una vez, los viajes evangélicos de Pablo tuvieron que ser puestos en espera porque fue arrojado a prisión. De hecho, Pablo estaba en prisión cuando escribió a la iglesia en Filipos y les ordenó que no estuvieran ansiosos por nada.

El creador del universo no está muy lejos, está cerca…  Darse cuenta de esto es un gran primer paso para cambiar la ansiedad por la paciencia.

¿Qué fundamentos dio Pablo para este mandamiento integral? «El Señor está cerca». El creador del universo no está muy lejos, está cerca. No te ha olvidado y no ha abandonado su plan. Darse cuenta de esto es un gran primer paso para cambiar la ansiedad por la paciencia.

El segundo paso es hablar con Dios acerca de lo que te pone ansioso. Pídele que haga algo al respecto. ¡Agradécele de que Él puede! Ora para que no importe lo que suceda, confíes en él y quieras que se haga Su voluntad.

Nuestras vidas pueden sentirse estancadas. Puede parecer que nada está cambiando y que nunca va a salir nada de nuestras esperanzas. Pero eso pasa por alto lo que Dios está haciendo debajo de la superficie. Si un agricultor mira su campo una semana, o incluso un mes, después de haber sembrado su semilla y no ve nada, no concluye que nunca va a recoger una cosecha. No, él sabe que, bajo la superficie, en los lugares invisibles, la vida está brotando. La creencia de que el crecimiento no siempre es visible le da al agricultor una gran paciencia. El Señor está cerca, obrando su voluntad, incluso cuando no vemos progreso.

Usando ejemplos de la Biblia, este libro nos enseña a entender el propósito de Dios en nuestra espera por un cónyuge, un hijo, un hogar o sanidad, y a anhelar cuando el regreso de Cristo termine toda espera.

Dios tiene un horario. No lo comparte con nosotros, pero nos ha dicho que tiene un final feliz para sus hijos: la venida del Señor. Podemos pasar nuestros días y noches llenos de ansiedad por el tiempo que se nos escapa. O podemos cambiar esa ansiedad por la paciencia que espera a que Dios despliegue Su plan, en Su tiempo.

Preguntas de reflexión

  • ¿Hay algún área de tu vida en la que te sientas retrasado?
  • ¿Puedes pensar en un momento en que te sentiste impaciente por algo, pero luego viste la bondad del tiempo de Dios?
  • ¿Cómo podría el saber que «la venida del Señor está cerca» (Santiago 5:7) afectar nuestra ansiedad?

Oración

Padre Celestial,

Gracias porque cumplirás perfectamente todos tus planes para mi vida, incluso si no incluyen algunos de los puntos de referencia que he planeado y esperado. Dame paciencia mientras espero que respondas a mis oraciones y ayúdame a preferir tu plan al mío.

Amén.

*Este artículo está adaptado de Rooted in God’s Love, un devocional gratuito de 9 días para mujeres disponible a través de ESV.org.
*Traducción por el equipo de Ezer con autorización de crossway.org