Inicio Sermones Ocasiones Especiales Procura la verdadera sabiduría

Procura la verdadera sabiduría

6549
0

Este domingo, el pastor Luis Méndez predicó el sermón “Procura la verdadera sabiduría” basado en Santiago 3:17.

Alguien decía que la vida es difícil pero siempre es más fácil cuando tenemos la sabiduría de Dios. Nuestro problema es que no sabemos cómo encontrar esa sabiduría que necesitamos. Ahí es donde este pequeño

libro de Santiago viene a ser de una ayuda tan especial. Al inicio de su carta, Santiago nos da una promesa maravillosa: “Pero si alguno de vosotros se ve falto de sabiduría, que la pida a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.” (Santiago 1:5) Esa es una buena noticia para todos nosotros; si necesitas sabiduría, ¡pídela!

Es importante destacar que el conocimiento y la sabiduría no son lo mismo. El conocimiento se refiere a la acumulación de hechos mientras que la sabiduría te da entendimiento de lo que significan los hechos. Cualquiera puede obtener conocimiento, pero sólo Dios puede darte sabiduría. La pregunta es, ¿Cómo es la sabiduría de Dios y cómo poder entenderla en la práctica? Santiago 3:17 nos da siete marcas de la sabiduría de Dios que nos demuestra que lo que necesitamos no es sabiduría humana sino sabiduría de Dios o “sabiduría de lo alto”.

Es pura

Dios es puro y todo lo que viene de él es puro. Santiago enumera la pureza primero porque ahí es donde comienza la sabiduría. La pureza implica un carácter sincero, moral y espiritual.

Alguien decía, “muéstrame un creyente y te mostraré una persona cuyo corazón tiene deseos puros.” En la parte más profunda de su ser, cada creyente anhela hacer la voluntad de Dios, quiere servir a Dios, quiere amar a Dios (Salmos 51:6-7). El verdadero creyente odia su pecado y, desde lo más íntimo de su ser, el Espíritu Santo genera un anhelo de perseguir lo que es claro, limpio, puro, santo, bueno y honesto.

Es pacífica

La palabra “pacífica” en el idioma original significa amante o promotor de la paz (Mateo 5:9). Algunas personas se caracterizan por generar problemas porque prefieren pelear mas que hablar y gritan cuando deberían escuchar. Estas personas nunca dan un paso de reconciliación porque siempre piensan que tienen la razón; son los agitadores que rompen la paz, no son quienes la promueven.

El término “pacífica” aplica sobretodo a nuestra actitud en tiempos de conflicto. Santiago ya nos ha advertido de esto en Santiago 3:14-16 donde nos habla acerca de una especie de “sabiduría» que es terrenal y no espiritual. Ese tipo de «sabiduría» trae caos donde quiera que va. Pero la sabiduría de Dios es diferente; cuando la sabiduría de arriba llena tu vida, serás un agente de reconciliación. Una persona «amante de la paz» la trae cuando entra a cualquier lugar ya que, debido a que está en paz con Dios, está en paz dentro de sí mismo y trae una atmósfera de paz con él (Proverbios 14:30).

Es amable

En el idioma original, “amable” es una palabra muy hermosa que ha presentado mucha dificultad para ser traducida. Un escritor la llamó “dulce razonabilidad.” Es el atributo encantador del carácter redimido y la sabiduría piadosa. Significa ser una persona no agresiva, no pendenciera, y que no se molesta fácilmente. Significa ser una persona razonable e incluye ser humildemente paciente y constantemente gentil. Una persona amable se somete a la deshonra, el maltrato, y la persecución con una actitud de humildad (Mateo 5:11-12).

Los ciudadanos del reino son pacíficos y gentiles; son el tipo de personas que no conocen venganza; aprenden a confiar en Dios cuando son ofendidos. Esta actitud se muestra sobre todo cuando la persona esta bajo presión porque el sabe hablar la verdad en amor. Es un fruto del Espíritu Santo de dominio propio que mantiene todo el resto de Su ser en moderación.

Es benigna

La palabra “benigna” en el original puede ser traducida para referirse a aquellos que están dispuestos a ceder. Describe una persona que e condescendiente, una persona fácil de tratar, alguien quien es enseñable. El término se usa para una persona que se somete voluntariamente a la disciplina militar y para una persona que observa los estándares legales y morales en la vida y se somete voluntariamente. Nuevamente, es un reflejo de una actitud similar al de las bienaventuranzas en Mateo (Mateo 5:3-5).

Una persona benigna no es una persona débil que a todo dice que si por temor, sino una persona segura de si misma que sabe poner la gentileza por encima de la pasión. Es motivada por lo que ama y no por lo que teme. Es rápido para reconocer sus errores con humildad, y no para justificar sus errores por orgullo. Escucha a otros con quienes no está de acuerdo porque cree que todos tienen algo que enseñarle.

Está llena de misericordia y buenos frutos.

Las dos cosas están conectadas: su compasión de corazón le mueve a la acción. La primera parte del término significa “lleno de compasión” e implica una preocupación por las personas que sufren, manifestada no solo en perdonar a los que te han perjudicado, sino también en llegar a ayudar a los que están sufriendo (Mateo 5:7). Esa es la sabiduría de Dios; esa es evidencia de fe salvadora y de una vida transformada. Se manifiesta en una sincera preocupación por los demás, una compasión por los demás, un deseo de dar, para satisfacer las necesidades de los demás. (1 Juan 3:16-18).

La segunda parte del término significa “una amplia variedad de obras espirituales.” Es muy parecido a las “bienaventuranzas.” (Mateo 5:6) Esta es la persona cuya vida se demuestra en servicio y ve una necesidad y hace todo lo posible por suplirla (Santiago 2:14-20; Filipenses 1:10-11).

No tiene incertidumbre

Es interesante que este es el único lugar en el Nuevo Testamento donde se usa este término de “incertidumbre”. Significa que es inquebrantable, no está dividido en su compromiso. Significa mantenerse firme al mismo nivel en todo momento. Tal persona está libre de prejuicios y favoritismos porque no hay vacilación y cambio; es consistente, sin parcialidad (Mateo 5:16).

Aplicado a la vida espiritual, significa que dices la verdad la primera vez. No cambias tu historia dependiendo de la audiencia ni tratas a un grupo mejor que a otro grupo. Eres igual en público y en privado.

No es hipócrita

No ser hipócrita significa ser totalmente sincero y genuino e implica una actitud donde no hay falsedad donde la verdadera sabiduría nunca podrá estar divorciada de la integridad; se refiere a un hombre sin máscara. Aquí se habla de una persona sin engaño, que no tienes dos caras, que cuando habla, la gente no tiene que cuestionar la veracidad de lo que dijo.

Ese es el clímax de la verdadera sabiduría.

Resultado 

El Santiago 3:18 explica lo que sucede cuando vivimos de acuerdo con la sabiduría de Dios: “Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz.” Los pacificadores que siembran en paz producen una cosecha de justicia. Tanto la ira como la paz produce una cosecha, pero son totalmente diferentes. La ira produce una cosecha de violencia y odio; la paz produce una cosecha abundante de justicia, misericordia, amor, amabilidad, perdón, sanidad y reconciliación. Si sembramos discordia, cosecharemos odio pero si sembramos paz, cosecharemos justicia.

Artículo anteriorPara vivir plenamente tienes que morir completamente
Artículo siguienteUn hombre común en un tiempo difícil
Luis nació en Santiago, República Dominicana. El conoció al Señor Jesucristo mientras cursaba sus estudios universitarios en 1985. Desde ese momento empezó a asistir a la Iglesia Bautista de la Gracia en la ciudad de Santiago donde Dios le concedió crecer en el conocimiento de su gracia, y allí más tarde sirvió como diácono desde 1987. En agosto del 1997, cinco años más tarde, en esa misma iglesia, recibió su llamado al ministerio pastoral y allí sirvió como pastor desde el 1997 hasta el 2006. En Julio del 2006, después de un largo tiempo de oración y consideración, Luis decide mudarse junto a toda su familia a Minneapolis, MN para recibir un entrenamiento teológico formal en el Instituto Teológico de Bethlehem Baptist Church, bajo la guía del pastor John Piper. Luego de completar sus estudios, allí se desempeñó como pastor y anciano hasta Agosto del 2016. En Septiembre del 2016 Luis ha iniciado un proceso de transición para integrarse al liderato de la IBI enfocado principalmente en el área de Consejería. Luis es miembro de la Asociación de Consejeros Bíblicos Certificados en Estados Unidos (ACBC) y también un Life Coaching Certificado con la American Association of Christian Counselors y ejerce parcialmente esa labor con varias organizaciones y personas particulares, incluyendo entre otros los jugadores hispanos de diferentes organizaciones de baseball profesional en los Estados Unidos. Luis está casado con Vilma desde 1988, junto a quien ha procreado tres hijos: Raquel, Eva y Luis Jr y su residencia esta compartida en Arizona, USA y Santo Domingo, R. D.