Este domingo, el pastor Luis Méndez predicó el sermón “La puerta hacia una vida abundante” basado en Juan 10:10.
Lo que encontramos en el texto de hoy es una de las imágenes de palabras más hermosas de todo el Nuevo Testamento: una alegoría para ilustrar el rol de Jesús como Buen Pastor. El capítulo 9 es acerca de un hombre que había nacido ciego a quien Jesús, mediante un milagro extraordinario, le regaló la vista. Tanto Jesús como el mendigo fueron duramente confrontados por los lideres religiosos de aquel entonces quienes echaron al mendigo fuera de la sinagoga e intentaron matar a Jesús. En un sentido, los principales personajes eran lideres de Israel; falsos profetas que devoran su gente. En el capitulo 10, están los mismos personajes junto al resto de los judíos que se habían reunido allí́. Jesús hace un contraste impactante entre Su ministerio y el de los falsos profetas; El está interesado en demostrar la falsedad y crueldad de los fariseos y la manera como lo hace es declarando quien El es (Juan 10:11).
Este pasaje, en Juan 10, es una preciosa imagen de lo que Jesús es para cada creyente: un pastor que ama, guía y cuida a sus ovejas. Jesús usa la imagen de un pastor con ovejas porque era algo muy común en aquellos días. Y en el clímax de esta exposición, en Juan 10:10, como resumen del contraste entre El y los falsos lideres, Jesús hace una de las declaraciones mas impactantes que jamás hayamos podido escuchar: “El ladrón solo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” La pregunta es, ¿Como luce en la práctica esa vida abundante prometida? Vamos a examinar el texto con el propósito de ser estimulados al conocer mas de Jesús como pastor y, al mismo tiempo, ser desafiados a procurar esta maravillosa promesa de una vida abundante. Observemos versículo por versículo.
Juan 10:1 dice, “En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador”. Esta es la anticipación de una declaración sobria y solemne de Jesús. Cada villa tenia un lugar llamado el redil donde todos los pastores llevaban a sus ovejas para pasar la noche para protegerlas. El problema era que había ladrones que venían durante la noche y saltaban la pared para hacerle daño a las ovejas. “Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas” (Juan 10:2). El pastor de las ovejas tenía la autoridad y el derecho de entrar por la única puerta que había; el portero no iba a permitir que nadie mas entrara allí́. Ese es Cristo Jesús para nosotros hoy; ¡El es el gran pastor! El tiene la autoridad, el privilegio y el derecho de entrar y llamar sus ovejas y tomarlas consigo; ¡El es el Mesías prometido! Los ladrones y salteadores son los falsos profetas; En este caso, eran los Fariseos y Escribas. Estos promovían el legalismo y la hipocresía, desviaban los sedientos de la verdadera fuente de agua que es Jesús. El aparece ahora como el legitimo y verdadero pastor quien entra de manera adecuada por el redil para buscar y dirigir sus ovejas.
Juan 10:3-6 Es una hermosa descripción de la vida cristiana. El Pastor tenia acceso legítimo a sus ovejas; aunque en el redil había varios rebaños, las ovejas identificaban su pastor cuando el llamaba. Al igual, el pastor conocía cada oveja muy bien; así́ es Cristo con nosotros (Juan 10:3). Nuestros nombres han sido escritos, desde la fundación del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado (Apocalipsis 13:8). Juan 10:4 demuestra la dinámica de nuestra relación con Jesús; El desea guiarnos; el va delante. Nosotros debemos seguirle, como ovejas que conocen a su pastor. Esta es una de las verdades teológicas mas profundas. Dios aún hoy continúa llamado los suyos y en algún momento ellos le responderán. El los conoce y ellos reconocen Su voz; esta es una de las verdades mas consoladoras para predicar el evangelio: ningún verdadero elegido se perderá́.
El Señor enseñó́ claramente todas estas verdades, pero ellos no entendieron (Juan 10:6). Aunque el concepto era conocido y familiar, ellos no fueron capaces de asimilarlo. Eso pasa con nosotros: conocemos los términos, pero nos perdemos en aplicar las verdades al corazón. Pero Jesús mostró que es un pastor paciente para enseñar en Juan 10:7-10. Jesús declara una preciosa imagen de palabra con uno de los siete “Yo soy” en el evangelio de Juan: “Yo soy la Puerta de las Ovejas” (Juan 10:9). Jesús trae aquí una gran metáfora: El no solamente es el pastor que entra a buscar a sus ovejas, El es también la Puerta la única manera de entrar. El versículo 9 es una repetición del versículo 7 para enfatizar la verdad; “Si alguno entra por mi será salvo será salvo”. Jesús es la única puerta para una real transformación. En El hallarás protección, dirección y provisión.
Jesús concluye con unas de las descripciones mas reales de la vida cristiana: el contraste entre el ladrón y el buen pastor. “El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir” (Juan 10:10). El ladrón roba, mata y destruye. Hoy, eso puede suceder espiritual, emocional y físicamente a través de falsas enseñanzas y engaños. Ese es el rol del enemigo de nuestras almas, pero Jesús ahora proclama una de las verdades mas gloriosas del evangelio “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.” Es un contraste entre lo que el enemigo ofrece y lo que Jesús ofrece. Mientras el enemigo quiere robar, matar y destruir, Jesús en cambio viene a dar vida abundante. El énfasis no es abundancia en cosas temporales y materiales; es una vida tan abundante que puede perdurar hasta la vida eterna. El nos promete darse a si mismo porque El es la vida (Juan 5:39).