El Valor De Nuestra Reconciliación es el título del sermón de hoy del pastor Miguel Núñez, basado en 2 Corintios 6:1-2, el cual forma parte de la serie Poder En La Debilidad, sobre la segunda carta del apóstol Pablo a la iglesia de Corinto.
La pasada semana el sermón fue titulado Dios, El Gran Reconciliador, y estuvo basado en los versículos del 18 al 21 del capítulo 5 de esta segunda carta de Pablo a los Corintios. En dicho sermón se estableció que el texto revela 4 aspectos importantes, los cuales son:
1.- La procedencia de la reconciliación. Que todo esto procede de Dios y que el propio Dios nos reconcilio consigo mismo. El mismo Dios fue quien tomo la iniciativa, no fue el hombre.
2.- El agente de la reconciliación, el autor de la reconciliación. Dios es el autor intelectual, pero lo hizo a través de Cristo. Cristo es el agente a través de quien se ejecutó la reconciliación. Cristo construyó un puente entre Dios y los hombres.
3.- La manera como Dios llevó a cabo la reconciliación. El texto dice que Dios no tomó en cuenta nuestras transgresiones, porque Cristo las asumió. Y,
4.- La responsabilidad que tenemos los que hemos sido reconciliados por Dios. A los nacidos de nuevo, a los que creen en Cristo, Dios nos ha encomendado el ministerio de la reconciliación, llevar el mensaje del Evangelio, el poder de Dios. Debemos ir hasta los confines de la tierra para predicar el evangelio. Hemos sido nombrados embajadores de Cristo.
En el texto que vemos hoy el apóstol nos exhorta a que si somos embajadores de Cristo, si somos sus colaboradores, no debemos recibir esta reconciliación en vano, y nos muestra que el día del Evangelio es un día de salvación, el medio de gracia es el medio de salvación. El ofrecimiento del evangelio es la oferta de la salvación, y la época presente es el tiempo apropiado para aceptar tales ofrecimientos. Porque no sabemos del mañana, no nos pertenece, pero ahora disfrutamos de un día de gracia; entonces, debemos aprovecharlo y no rechazarlo.
De estos versículos podemos observar 3 aspectos importantes, los cuales son:
1.- El cristiano como colaborador de Cristo. Pablo se ve como un colaborador de Dios, porque aunque sea Dios el que hace la obra, después de la reconciliación nos nombra embajadores, colaboradores de Él. Todas las cosas que Dios ha diseñado para este mundo, es para ser hecha a través de los hombres. Fuimos ordenados a sojuzgar la tierra, ponerle nombre a toda la naturaleza y administrarla.
2.- La exhortación a no menospreciar la gracia de Dios recibida en la salvación. Por ser sus colaboradores debemos expandir Su obra, contribuir al ensanchamiento de Su obra, y no recibir la gracia de la reconciliación en vano, que valoremos esta gracia dispensada. Debemos cuidar y proteger esta reconciliación y salvación con nuestro testimonio de vida, esforzarnos para que nuestra actuación diaria glorifique a Dios.
3.- El llamado de Dios al incrédulo a prestar atención a la voz de Dios mientras hay una ventana de oportunidad. Pablo hace un llamado al incrédulo para que acepte ahora, hoy, la reconciliación con Dios que es el mensaje de salvación. Dice que con la llegada de Cristo, es ahora el tiempo de la reconciliación y de salvación. Dios en su benevolencia retiene el juicio de los hombres, otorga un plazo, una oportunidad de reconciliación. Abre una ventana de oportunidad para aceptar este llamado y no desperdiciar el mensaje de la salvación. Eran cosas que los profetas habían anunciado y que los ángeles habían dicho que querían ver, y la llegada de Cristo marcó el tiempo de la reconciliación y trajo el mensaje de la salvación.
Padre, ayúdanos a reconocer y valorar la reconciliación contigo y el mensaje de la salvación que nos has ofrecido a través del evangelio de Cristo. Perdónanos si no hemos valorado de la manera precisa esta reconciliación y el mensaje de salvación, cambia nuestro corazón para recibir esta gracia. Amen. Bendiciones.