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El Dios Proveedor II – Pastor Miguel Núñez

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El pastor Miguel Núñez continúa hoy con su serie El Poder En La Debilidad basada en la segunda carta del apóstol Pablo a los Corintios. En esta ocasión completa el capitulo 9 con los versículos del 9 al 15, siendo la segunda parte del mensaje de la semana pasada, ahora con el titulo El Dios Proveedor II.

La semana pasada, en los versículos del 1 al 8, vimos que el apóstol estimula a los Corintios para la ofrenda recordándoles que ya les había escrito sobre este tema. Les recuerda que una ofrenda es un ministerio, es un servicio a los santos. Se hace para llenar necesidades de los santos que glorifican a Dios. Los anima diciéndoles que se gloria con la buena disposición de ellos en la recolección de la ofrenda. También les recuerda que envía a Tito y a dos hermanos de confianza de Corintos para recoger la ofrenda, se asegura de que se haga la recolección y a la vez guarda su testimonio. Se observa que al recoger las ofrendas como un ministerio demuestran que esta gente conoce a Dios de una manera que la mayoría de los hijos de Dios no lo conoce. Mientras más conoces a Dios más quieres imitarlo. Cristo es el ejemplo por excelencia, ha sido el que más ha dado, dio su vida, y ha sido el que más ha conocido a Dios.

Pablo explica que la gracia de Dios es capaz de suplir para que todo abunde para la buena obra. Dios tiene el deseo de suplirte para que completes la buena obra que te asigne. Por eso es el gran proveedor.

En estos versículos del 9 al 15 vemos que las donaciones y ofrendas serán para mérito de nuestra confesión y para la alabanza y la gloria de Dios. Por eso debemos hacer el esfuerzo de imitar el ejemplo de Cristo, sin cansarnos de hacer el bien, y considerando que más bienaventurado es dar que recibir. Bendito sea Dios por el don inefable de su gracia, por la cual capacita e inclina algunos de su pueblo a dar a los demás, y a otros a estar agradecidos por ello; y bendito sea para toda la eternidad su glorioso nombre por Jesucristo, el don de valor inapreciable de su amor, por medio del cual estas y todas las otras cosas que pertenecen a la vida y la piedad, nos son dadas gratuitamente, más allá de toda expresión, medida o límite.

Podemos ver dos temas de enseñanzas importantes en estos versículos:
1.- El carácter dadivoso de Dios me invita a ser dadivoso también. Nuestro dar debe iniciar pensando en glorificar a Dios que ha sido dadivoso para conmigo. Mi generosidad debe estar anclada en la generosidad de Dios.
2.- Las bendiciones que resultan de mi obediencia a su invitación. Nuestro dar enseña a otros a tener gratitud, cultiva la gratitud en otros. También estas bendiciones sirven para glorificar a Dios. Tanto el que da como el que recibe están mostrando el carácter dadivoso de Dios, glorifican a Dios. Para ambos representa una prueba, en unos Dios forma un corazón dadivoso, mientras que en otros crea un corazón de gratitud. Es un trabajo de Dios en ambos sentidos.

El tema de este mensaje es el dar a hermanos que están en necesidad, pero detrás está el carácter dadivoso de Dios, el cumplimiento de Su fidelidad.

Pablo termina con una doxología dando gracias a Dios por su abundante gracia. Agradece a Dios por su don inefable, por los beneficios recibidos a través de Cristo, haciendo cosas por nosotros y en nosotros.

Padre celestial, aumenta nuestra fe, y damos gracias por todo lo recibido por Cristo. Pon en nuestro corazón el deseo de ser dadivosos, a reconocer las bendiciones espirituales recibidas antes de las materiales. Bendiciones.

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