El pastor Paul Tripp nos lleva a meditar en la declaración teológica que David hizo en Salmos 27 mientras pasaba por momentos de adversidad. En este sermón se destaca el hecho de que la paz de corazón en tiempos de tribulación empieza con una sana teología y está enraizada en la adoración a Dios. El pastor Tripp nos invita a quitar nuestra atención de nuestros “feos” problemas y a contemplar en adoración la realidad de la hermosura de nuestro Dios quien es majestuoso, todopoderoso y grande. Solo entonces estaremos plenamente confiados en su carácter y en quienes somos en Él.
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