Debido a que el pastor Miguel Núñez está en Ecuador predicando en la Conferencia Para Su Gloria 2016, hoy en la IBI predicó el pastor Zoilo Núñez con el título: El Perdón Absoluto, tomando como base el versículo 34 del capítulo 23 del Evangelio de Lucas, el cual narra el momento cuando Jesús estaba siendo crucificado, y dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.
Otros pasajes utilizados en el mensaje son: Mateo 6:9-15, que muestra la oración con la cual Jesús nos enseña a orar, El Padre Nuestro; Efesios 4:31-32, los cuales nos manda a eliminar toda amargura, enojo, ira, etc., así como toda malicia, y que más bien debemos ser amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros de la misma manera como Dios nos perdonó en Cristo; y, Colosenses 3:12-13, que nos dice que como escogidos de Dios debemos revestirnos de compasión, bondad, humildad y paciencia, perdonándoos unos a otros como Cristo nos perdonó.
Lucas, compañero del apóstol Pablo, como médico e historiador tuvo mucho cuidado en la recolección y redacción de los relatos de sermones y milagros hechos por Jesús, y tomándolos directamente de personas que participaron y estuvieron presentes, con la finalidad de presentar un relato genuino.
Este versículo 34 nos relata el gran amor de Cristo por la humanidad, su gran misericordia, que murió para comprarnos y conseguirnos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna. Por eso oró pidiéndole al Padre que perdonara a sus agresores, que ellos no sabían lo que hacían.
De igual manera, y mucho antes de su crucifixión, Jesús muestra a sus discípulos a través de la oración del Padre Nuestro, cual debe ser el tema y el método de su oración. No se trata de utilizar sólo la misma oración, pero si tener un modelo, y en este modelo incluye el perdón, el cual debemos ofrecerlo como Dios nos ha perdonado. Igualmente, en las cartas a los Efesios y a los Colosenses, el apóstol Pablo, inspirado por el Espíritu Santo, les ordena, y por consiguiente a nosotros también, tener bondad, compasión y perdonar unos a otros las fallas y errores, haciéndolo igual como Cristo nos perdonó a nosotros.
El perdón es una ordenanza indispensable para restaurar relaciones quebrantadas. ¿Se practica realmente el perdón como Cristo nos manda? Cristo extendió primero el perdón, sin esperar que sus agresores se arrepintieran y pidieran perdón, por lo tanto, El no espera menos de nosotros. Porque es la mejor manera de liberar el peso de la amargura, tristeza y rencor.
El perdón es estar consciente de que alguien ha hecho daño y se escoge perdonarlo, es una elección. Es negar el castigo, no decir a los demás lo que te han hecho. El perdón responde a una condición interna, arraigada en el corazón, el no permitir la formación de raíces de amargura.
Tenemos el mandato a través de las cartas del apóstol Pablo a los Gálatas, a los Efesios y a los Colosenses, a perdonarnos los unos a los otros, sin guardar rencores ni maledicencias. ¿Estamos nosotros guardando y cumpliendo este mandato? Cumplir estos mandatos es importante para la sanidad de nuestro corazón y la restauración de las relaciones con familiares, amigos y hermanos en Cristo. El arte de perdonar elige borrar las malas acciones que nos ofenden.
Como conclusión, El pastor Zoilo hace algunas recomendaciones prácticas para ejercer el perdonar absolutamente:
– No comentar las cosas malas que te han hecho.
– Se amable con esa persona.
– No atemorices al hermano amenazándolo con decir a otros lo que te han hecho.
– Este perdón es para siempre, para toda la vida.
– Olvidar y no guardar rencor por las cosas que te han hecho.
Cuando usted perdona absolutamente agrada a Dios. Entonces, cambiemos de actitud frente a las circunstancias y situaciones que se presentan, y hagamos el ejercicio de pedir perdón y ofrecer perdón.
Padre celestial, aumenta nuestra fe y pon en nuestro corazón la valentía y fortaleza de pedir perdón, así como ofrecer perdón a todos los que nos han ofendido. Bendiciones.