Ha predicado en la IBI el pastor Luis Méndez el mensaje: El Dios Que Responde, basado en los versículos 23, 24 y 25 del capítulo 2 del libro de Éxodo.
El libro del Éxodo narra la formación de los hijos de Israel en iglesia y nación. Narra los efectos de la religión en los asuntos de reinos y naciones. Éxodo significa La Salida, siendo el hecho principal narrado la salida del pueblo judío de Egipto y el abandono de su esclavitud, guiados por Moisés. Señala claramente el cumplimiento de diversas promesas y profecías hechas a Abraham respecto de su simiente y establece proféticamente la situación de la iglesia en el desierto de este mundo hasta su llegada a la Canaan celestial, el reposo eterno.
A manera de introducción, dice el pastor Méndez que lo que creemos acerca de Dios definirá nuestra visión de la vida. Si creo firmemente en el Dios creador, entonces mi vida gira en torno a Dios. Por tanto, necesitamos la fe que nos ayuda a conocer y creer a Dios.
En los versículos escogidos para el mensaje de hoy se narra uno de los momentos más importante del pueblo de Israel, vemos que el Señor, a veces, tolera que la vara de los males caiga larga y pesada sobre la suerte del justo, y el pueblo judío pasó 400 años de esclavitud en Egipto. Al final, sometidos a sus tribulaciones, el pueblo empezó a pensar en Dios. Esta es una señal que el Señor viene a nosotros con liberación cuando se inclina y hace que clamemos a Él. Dios oyó sus gemidos; dejó en claro que había tomado nota de sus gemidos. Él recordó su pacto, del cual nunca se olvida. Esto estuvo en consideración y no algún mérito de ellos. Moisés los miró y los compadeció pero, ahora, Dios los miró y los ayudó. Él tuvo respeto hacia ellos. Sus ojos estaban ahora fijos sobre Israel para mostrarse en favor de ellos. Dios siempre es así, una muy pronta ayuda en las tribulaciones. Esto nos anima a nosotros, en este tiempo, que conscientes de culpa y servidumbre, esperamos en Él para ser liberados. Dios en Cristo Jesús también nos mira y una llamada de amor se une a una promesa del Redentor expresada en Mateo 11:28: Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo los haré descansar.
La intención del pastor Méndez con este mensaje es examinar los hechos que estaban sucediendo, qué hizo el pueblo de Israel, qué hizo Dios, y la aplicación para nosotros:
1.- Lo que sucedía. Contexto histórico. Con el nuevo rey de Egipto crecía una corriente de pensamiento que comenzó a torturar y poner en esclavitud al pueblo de Israel. Tanto así que hasta ordenaron la matanza de los niños varones que nacían. Ya tenían unos 400 años como esclavos de Egipto.
2.- Lo que hizo el pueblo de Israel. El texto dice que el pueblo gemía, se quejaba por la servidumbre siendo esclavos mal tratados. Además de gemir, clamaban. Unidos como pueblo, buscaban respuesta a su situación, clamaban, unían fuerzas. Clamaron pidiendo ayuda a Dios.
Clamar por ayuda a Dios es en acto intencional. Su fe los llevó a clamar a Dios por esa ayuda que era necesaria y que ellos sabían que Dios los podía ayudar.
3.- Qué hizo Dios. La respuesta de Dios fueron cuatro acciones: Dios escuchó su gemido, Dios se acordó de su pacto con Abraham, Dios miró su pueblo y Dios los tuvo en cuenta.
Dios había hecho esas promesas en el capítulo 15 de Génesis, por lo que para Él no era nada nuevo. Recordó su pacto y liberó su pueblo. Dios siempre recuerda sus promesas, es siempre fiel.
También Dios miró a los hijos de Israel. Porque el que formó el oído e hizo el ojo, siempre oirá y verá, Dios siempre estará presente en nuestras vidas.
Además de Dios haber oído a los hijos de Israel, Dios los tomó en cuenta. Dios los sacó de la esclavitud. Dios conoce las debilidades y limitaciones de su pueblo, sabe todo, hasta las más íntimas intenciones del corazón. Nuestras vidas están en Sus manos.
4.- Cómo todo esto puede ayudarnos? Dios escucha nuestro clamor y recuerda cada promesa hecha, que son siempre si y amen en Jesucristo. Él nos eligió como hijo y obrará para la gloria de Su nombre.
Padre celestial, fortalece nuestra fe. Ayúdanos a recordar tus promesas. Ayúdanos a vivir con la esperanza de verte frente a frente sabiendo que estás con cada uno de nosotros. Bendiciones.